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Gasolina, otro escándalo
Otro escándalo en el sector energético.
En el colmo del absurdo el órgano regulador del sector energético eliminó la medida asimétrica que en el contexto de la apertura buscaba procurar piso parejo y generar competencia en el mercado de los combustibles: gasolina y diésel y su almacenamiento y logística.
Con la desregulación de la que fue objeto, la petrolera mexicana podrá volver a vender gasolina y diésel a empresas mayoristas y dar descuentos anticompetitivos a sus clientes más grandes.
Como con una “varita mágica”, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que preside Vicente Melchi, revirtió el acuerdo que impedía realizar a Pemex Transformación Industrial (TRI), subsidiaria de Pemex, esa desventajosa política de precios y descuentos. Cuando la Comisión Reguladora de Energía estuvo presidida por Guillermo García Alcocer, se decidió aplicar una medida asimétrica a Pemex TRI que la obligaba a ofrecer precios competitivos en sus ventas de primera mano (VPM) a empresas gasolineras, sin discriminación por volumen.
Ahora, con Melchi en la presidencia de la CRE, sin debate de por medio, y cuando está a punto de terminar el año, el regulador energético revirtió esa medida asimétrica clave.
El acuerdo que revoca la CRE, emitido hace un año bajo la presidencia de Guillermo García Alcocer, establecía que Pemex TRI reflejara el descuento que obtenía por las compras de gasolina y diésel a los refinadores de Estados Unidos, conocidos como renewable volume obligations (RVO), a pequeños jugadores sin acceso al mercado internacional.
Las obligaciones de la empresa subsidiaria del Estado consistían en establecer una metodología con el precio máximo de VPM e informar sus cambios con 10 hábiles previos; separar el precio de venta resultante tras aplicar la suavización del subsidio de Hacienda y su monto, además de precisar las pérdidas o ganancias resultantes del esquema de mitigación de precios de forma mensual. La subsidiaria de Pemex se amparó contra esas medidas y es justo ahora, cuando encuentra eco en la CRE. Con la revocación, Pemex TRI decidirá a quién y a cuánto vender el producto en función del interés de la empresa.
Antier, en su cuenta de twitter, la comisionada presidenta de la Cofece, Alejandra Palacios, recordó lo que en su momento expresó al respecto.
En enero de 2019 la Cofece comunicó que para crear un verdadero mercado mayorista de gasolina es necesario controlar las magnitudes de descuentos que Pemex otorga a sus compradores, porque esto generaba el incentivo (perverso para la competencia) de proveerse por años de Pemex.
Estos descuentos podrían incluso provocar que Pemex estuviera vendiendo por debajo de costo en algunas regiones del país. El acuerdo recién “abrogado” —advirtió Palacios— impedía situaciones de este tipo.
En el estudio respectivo, Cofece asienta: el mercado mexicano de combustibles tiene una gran carencia de sistemas logísticos integrales. México cuenta con tres días de inventarios de combustibles líquidos, mientras que los Estados Unidos tienen más de 20.
Ello impide la participación inmediata y significativa de empresas privadas que introduzcan capital y competencia al país.
A cuatro años de la apertura del mercado, el eslabón mayorista de gasolinas se caracteriza por la presencia prácticamente absoluta de Pemex, que podría estar soportando una carga fuerte de pérdidas.
El estudio destaca una conclusión contundente: la magnitud de los descuentos que podría estar ofreciendo Pemex TRI, además de incentivar a sus clientes a proveerse de Pemex por años, en algunos casos provocaría pérdidas a la empresa.
Esta situación afecta las finanzas de la empresa, e inhibe la participación del sector privado en las actividades de comercialización y suministro de petrolíferos, así como en la materialización de las inversiones anunciadas para nueva infraestructura.
Veremos qué curso toma la resolución de la CRE y qué efecto tiene entre los inversionistas que han llegado a México a participar en el mercado de los combustibles y el almacenamiento.