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La IA crea y consume capitales. ¿Dejará algo para commodities?
Los mercados, especialmente los agrícolas, son muy vulnerables al clima, y ahí es donde aun hay mucho por hacer.
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Es la primera vez que abordo el tema de la inteligencia artificial (IA) ligada a commodities varios. El tema no es nuevo, simplemente no le he dado espacio.
En un mundo donde lo nuevo expira pronto, llega el momento de aplicar un énfasis de más aceleración a la inclusión de IA en el rubro de materias primas.
La IA multiplica la capacidad de procesar datos y lo hace sin pausas ni descansos. “La data” se acumula en formas que derivan en el hallazgo de patrones complejos que permiten determinar anticipadamente posibilidades estadísticas respecto de un objetivo económico a lograr.
La tecnología por más que aprenda rápidamente de sí misma y se perfeccione no es capaz de adivinar el futuro; sin embargo, respecto de un objetivo estructurado, permite la agrupación exitosa de posibilidades para concentrar los resultados que se concentran en la zona más rentable de la curva.
El diseño de los algoritmos es la magia de quien conoce el enfoque y encuentra la capacidad técnica de programación, pero, hasta esa tarea se hace sin requerir tanta experiencia usando comandos simples expresados en lenguaje técnico por las máquinas.
La IA ha logrado agrupar eventos múltiples de información fundamental en periodos largos que pueden ser utilizados para que puntualmente se reduzca la exposición a volatilidad o cambios de precios no deseados. Hoy son capaces de generar señales autónomas de compra y venta para los participantes de la cadena agroindustrial.
La tecnología evoluciona. Hace tiempo estos modelos primitivos buscaban encontrar el cruce entre promedios móviles de distinta duración, creando señales de entrada y salida en los mercados, seguidores de tendencia que se hicieron muy comunes, al punto que no sabíamos si eran eficientes en realidad o simples profecías autocumplidas cuando una gran mayoría de operadores usaban este tipo de señales creando olas similares de compra y venta.
Hoy esos modelos son solo un indicador más que se adhiere a una matriz más compleja que está permitiendo a muchos operadores (traders), posicionarse en un mercado respecto de otro según lo que sus modelos estén constantemente sugiriendo.
Hay que ser claros, normalmente ningún modelo es universal y de ello depende la diversidad en la operación activa de mercados. Hay que puntualizar que la IA no sustituye al trader, pero le permite hacer su trabajo más eficientemente.
Te preguntarás qué tiene que ver esto con los mercados. En la medida que más se involucra la IA, más nos tendremos que acostumbrar a que la información fundamental que en el pasado nos presentaba un curso de acción, se opera anticipadamente, y esto no sucede porque el evento se adivine, sino porque se previene o se atenúa.
Los mercados, especialmente los agrícolas, son muy vulnerables al clima, y ahí es donde aun hay mucho por hacer; sin embargo, la ciclicidad ofrece patrones y sobre ellos, las máquinas hacen un mucho mejor trabajo cuando de procesar datos se trata.
Hoy, en los mercados, con IA detectamos en los commodities agrícolas una posición especulativa muy vendida. Los famosos fondos del “managed money” han decidido en el presente ciclo agrícola apostar a baja de precios; los fundamentales que puedan respaldar eso, tal vez se reducen de manera simple a que el consumo por razones geopolíticas y financieras varias, está estacionado, Mientras, contra todos los pronósticos el campo en el mundo ha producido más.
Entramos a la zona donde los productores estadounidenses entrarán a sembrar sus cultivos veraniegos. En breve veremos las intenciones de siembra que es una encuesta del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y es el banderazo de salida al ciclo agrícola.
Si los especuladores apuestan a las bajas, es lógico pensar que los precios han caído, y así ha sucedido. Es lógico pensar que, si el mundo no se normaliza y vemos paz en el Mar Negro pronto, tranquilidad a la navegación en el Mar Rojo, normalización de cruces en el Canal de Panamá, y una retórica menos hostíl entre China y Estados Unidos la situación global de consumo no se aceleraría, con lo cual, si el clima no se opone, veríamos un nuevo ciclo agrícola productivo, eficiente y suficiente para la mayor acumulación de inventarios, que es algo que acarreamos presentemente.
El campo cada vez participa más y se vuelve menos espectador en el uso de IA y buscando baja en costos implementa fertilizantes específicos donde gracias a la lectura de drones aplica nutrientes por metro cuadrado, evitando sobre fertilizar o sub aplicar. Lo hace con señalizaciones derivadas de IA que sugieren los mejores momentos para hacerlo entre muchas prácticas que no tendría espacio para documentar. A final del día, ello se expresa en mejores y mayores aportes productivos que bajan más los precios.
La tierra agrícola sigue siendo muy cara en el mundo, las rentas de campos necesitan ajustar, y no será a la alza. Comprar tierra en los valores actuales para producir a precios presentes trigo, maíz o soya no justifica una inversión de largo plazo. Las tasas hacen que el dinero cueste y cuando juntamos esos elementos, nos damos cuenta de que viene un ajuste en el mercado. Las operaciones que no sepan gestionar riesgo de precios, y no decidan incluir tecnologías disruptivas serán compradas, absorbidas, o desaparecidas.
Los tiempos cambian y el futuro hoy no es como lo fue ayer. En estos tiempos el presente no existe, operamos anticipadamente lo que vamos a hacer mañana en el hoy.
¿Estás en buenas manos?