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Opinión

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La inflación, las gasolinas, el super peso y la maniobra de Nabiúllina

En 2022, Líbano tiene la mayor inflación del mundo con 206 por ciento. De acuerdo con las cifras oficiales, el aumento de precios en Líbano incluye alzas de 374% en alimentos y 430% en medicinas. Ese 206% es 27 veces mayor que el que se vive en México. La medalla de plata corresponde a Venezuela, que en abril registró 150 por ciento. Para cualquier país este número significaría hiperinflación, pero en la república bolivariana tuvieron inflaciones de 130,000% en 2018 y 9,500% en 2019.

En buena medida los incrementos de precios en el mundo están relacionados con la invasión de Rusia a Ucrania. ¿Cómo les va a estos dos países? El agresor, Rusia, registra un incremento de 17.1%, en mayo. Es relativamente alto, porque está en máximos desde 2002, pero manejable. Al control de la inflación en Rusia ha contribuido el trabajo de la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina. Ella es una tecnócrata leal a Vladimir Putin y es reconocida como una de las mejores banqueras centrales del mundo. Su estrategia de combate a la inflación es conocida como maniobra de Nabiúllina. Suena como una jugada de ajedrez y fue mas o menos así.  En el centro de la misma se colocó un plan para fortalecer el rublo, en torno al rublo fuerte se acomodaron la política de tasas de interés del banco central y algunas decisiones de subsidios a bienes sensibles, como el pan.

El agredido, Ucrania, trae una inflación de 16.4% anualizada en abril, con una caída del Producto Interno Bruto de 15 por ciento. La presión crece para los ucranianos. La inflación es el doble que en 2021 y siete veces mayor que en 2020, cuando fue 2.7 por ciento. Es obvio que Ucrania vive la mayor crisis de su historia, pero en materia de inflación ha tenido momentos peores. Estos ocurrieron unos años después de la caída de la Unión Soviética. En 1993, registró una inflación de 4,734 por ciento.

Volvamos por un momento a la maniobra de Nabiúllina. Observar el papel que juega el rublo fuerte en el freno a la inflación en Rusia, nos sirve para entender el papel que juega el super peso en el proceso que vive México. Se habla mucho del subsidio a las gasolinas y se calcula que no aplicarlo nos costaría 2 puntos porcentuales más de inflación. Las cifras de mayo con una reducción de 20% en el precio de la electricidad, según el INEGI, nos indica que “la luz” también tiene un rol relevante contra la inflación. Gasolina y electricidad… lo cierto es que apenas hablamos del peso fortachón como baluarte antiinflacionario. Ayer estaba en 19.66 por dólar, ¿cuánta inflación tendríamos si el tipo de cambio fuera, por ejemplo, 22 por dólar? Más de la mitad del maíz y trigo que consumimos son importados y los pagamos en divisas duras. Vale la pena aclarar que en México el precio del dólar no es producto de la intervención cotidiana y directa del Gobierno. Está relacionado con muchos factores, como las tasas del Banco de México y con otras cosas como el buen desempeño del sector externo: exportaciones, remesas, turismo y captación de inversión extranjera.

Quiero cerrar esta Caja Fuerte con una mirada panorámica a los precios de la gasolina. Después de todo, este combustible está alimentando las pesadillas inflacionarias de los consumidores de todo el mundo. La gasolina más cara del mundo está en Hong Kong, son 10.97 dólares el galón, equivalente a 3.78 litros. Al tipo de cambio de ayer jueves eso significa que la gente de Hong Kong paga cada litro en 57 pesos. En Noruega y Dinamarca, la gasolina vale el equivalente a 9.5 dólares por galón, aproximadamente 49 pesos con 40 centavos. ¿Dónde está la gasolina más barata del mundo? En Venezuela. Allá el litro subsidiado vale el equivalente a dos centavos de dólar. El no subsidiado, 50 centavos de dólar. ¿Por qué tanta inflación en un país con gasolina tan barata? Ahí entra en escena la carestía. Hablaremos de ella en otro momento.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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