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La vaquita de fin de año
Formalmente, Alfredo del Mazo había dejado de ser gobernador del Estado de México cuando acompañó —justo hace tres meses— al Ejecutivo federal en la inauguración del Tren Interurbano. Al primer sexenio de la Cuarta Transformación le quedarían 12 meses y Andrés Manuel López Obrador prometía evitar las herencias del pasado.
“No dejaremos obras inconclusas”, expresó el primer mandatario en lo que fue el primer acto oficial de Delfina Gómez como gobernadora. El Insurgente corre por 20 kilómetros, pero le falta un tramo (Lerma-Santa Fe) de 38 kilómetros que incluyen un puente atirantado de enorme complejidad técnica. Entre los invitados había directivos de las contratistas encargadas de esta megaobra –que tardará una década en completarse—, funcionarios federales y habitantes de la zona. En la primera fila, el secretario de Obras del gobierno de la CDMX, Jesús Esteva, y el director de transporte ferroviario de la SICT, Manuel Gómez Parra.
“A ver, pónganse de pie”, les pide AMLO, tras de anunciar que el tramo faltante quedará completado en tres meses. La terminal multimodal de Observatorio y la estación Vasco de Quiroga, en Santa Fe —ambas a cargo del gobierno capitalino— el despliegue de brigadas que trabajen ininterrumpidamente.
¿Y los 62,000 millones de pesos necesarios para cumplir con la palabra presidencial? Esa mañana, en el presídium de la estación Zinacantepec, también estaban los secretarios Jorge Nuño (SICT) y Rogelio Ramírez de la O (SHCP). El Tren Maya, el nuevo aeropuerto internacional de Tulum y el corredor interoceánico engrosaban la lista de obras que serán entregadas al pueblo mexicano antes de que concluya su sexenio.
Faltaban dos meses para la aprobación del Presupuesto 2024. En Palacio Nacional habían blindado los programas federales y si bien la propuesta mantenía los niveles de endeudamiento y concedía un déficit histórico, era para blindar la política social y concluir con las megaobras sexenales.
La virulencia de Otis, ls impugnación a la cancelación de los fideicomisos del Poder Judicial, pero sobre todo acciones erradas en el área de Egresos de la SHCP han obligado a decisiones drásticas. La suspensión de los pagos a proveedores y contratistas generó una primera oleada de reacciones contrarias —incluidos algunos reclamos mediáticos de los afectados—, pero lo que atrajo más pugnas fueron las instrucciones para concentrar los recursos o ejercidos en la Tesorería de la Federación. Algunas instituciones de la banca de desarrollo no pudieron (o no quisieron) contribuir a la vaquita, que por lo demás generó fricciones entre altos funcionarios del gabinete económico.
Diciembre ha sido un mes complicado para las finanzas federales, pero los empresarios que apostaron por las megaobras han sido los más afectados. Solo las Fuerzas Armadas, con los ingresos que generan las empresas que ahora administran, han podido brincar este difícil periodo donde han aflorado diferencias de criterios entre los especialistas en finanzas públicas que son consultados por el Ejecutivo federal.
Efectos secundarios
ENCARGOS. Limpiar las Aduanas de México es otra de las tareas encargadas a las Fuerzas Armadas. Las oficinas centrales de la nueva agencia tienen mandos castrenses y ls renovación de los equipo técnicos avanza aceleradamente en los cruces fronterizos. La oficina regional del Noreste, con sede en Monterrey, quedó a cargo de la renovación de las instalaciones aduaneras en Nuevo Laredo, que inaugurará el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque se espera que haya manifestaciones contra el titular de esa dependencia, Sergio Galavíz Carrillo, quien acumula reclamos desde su estancia en Baja California y el incremento de importaciones fraudulentas de hidrocarburos.