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La velocidad de recuperación será la diferencia
Los países que hayan aplicado pruebas masivas para controlar la Covid-19 y que hayan implementado programas de rescate para los trabajadores y empresas, podrán salir más rápido de la recesión.
Esa es la buena noticia que da a conocer el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la par de publicar sus más recientes estimaciones del comportamiento económico global.
La mala noticia para México es que la 4T cuando no está ocupada con la rifa del avión presidencial se entretiene con el penacho de Moctezuma.
El gobierno mexicano puede subestimar los datos de contagios de la Covid-19 porque tiene el monopolio de esa información. Por lo tanto, pueden presumir menos contagios que en buena parte de América Latina. Y a pesar del subregistro de muertes por la enfermedad, la realidad de acercarnos a los 100,000 decesos deja ver el tamaño del problema sanitario en México.
El manejo de los datos económicos está en manos de entidades autónomas profesionales, eso nos permite saber que la de México es una de las caídas económicas más importantes del mundo en estos tiempos de pandemia.
El FMI, en su más reciente revisión, confía en que el Producto Interno Bruto mexicano no alcance los dos dígitos de caída. Sin embargo, calcular un retroceso de -9% ubica a México en uno de los peores escenarios globales.
Y lo que va a marcar la diferencia es la velocidad de la recuperación. El FMI ve para México un rebote de 3.5% para el 2021.
La economía mexicana debería compararse con naciones similares como Brasil. Ese país, que tendrá este año una contracción de 5.8%, registrará un rebote de 2.8% durante el 2021.
Pero como el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una extraña obsesión con España, le gusta hacer esa comparación hasta en lo económico. Ciertamente ese país europeo tendrá, de acuerdo con el FMI, una contracción este año de12.8%, pero pronostican una recuperación de 7.2% para el 2021. Esto es resultado de sus controles sanitarios y de los estímulos fiscales.
La diferencia, tanto en la bajada como en la subida, son esos planes de estímulo fiscal aplicados por los gobiernos en sus economías que habrían implicado una destrucción menor del tejido de sus economías. El gobierno mexicano lo evitó.
Y también, el control de casos, a través de pruebas y medidas sanitarias para recuperar con mayor velocidad una nueva normalidad. México también ahí está reprobado.
Hay, sin embargo, un factor positivo que puede ayudar a México a mejorar sus expectativas del 2021 y esa es la rápida y extensa aplicación de vacunas durante el 2021 que promete el gobierno mexicano.
A reserva de realmente tener la vacuna disponible. Hay algo que puede generar confianza en que eso sí lo puede hacer bien la 4T. Para fortuna de los mexicanos, ese plan no se lo encargaron al impresentable de Hugo López-Gatell, quien sí es el responsable de la mala estrategia de contención de la enfermedad.
El encargado de conseguir las vacunas es el canciller Marcelo Ebrard, quien ya le ha sacado varias veces las castañas del fuego al gobierno de su jefe. Y ésta puede ser una más.