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Lunes negro presagia 2024 y 2025 sombríos
Las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos causaron ayer un lunes negro en los mercados bursátiles del mundo. Las caídas en los índices bursátiles fueron impulsadas por una combinación de datos económicos decepcionantes y tensiones geopolíticas. Las pérdidas notables en los mercados de Estados Unidos, Europa y Japón son un testimonio de esta vulnerabilidad. La caída del 12.40% del Nikkei, la mayor en un solo día desde octubre de 1987, subraya la gravedad de la situación. Los índices estadounidenses, como el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq, también sufrieron pérdidas sustanciales. El desplome accionario refleja la fragilidad del sistema financiero mundial.
De los 111 índices bursátiles del mundo que reporta el sitio tradingeconomics.com, no cayeron solo 18. Descendieron los 23 índices más importantes, incluido el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores. Nueve de los 14 índices de América perdieron valor. De los 45 europeos solo siete no fueron a la baja. Apenas cinco de los 33 asiáticos no cayeron. Los cinco índices de Oceanía se derrumbaron. Y, en África, nueve de los 15 índices perdieron.
Las preocupaciones sobre una posible recesión en EU son el origen de la volatilidad. En julio se generaron 114,000 nuevos empleos en ese país, menos de los 185,000 esperados, lo que contribuyó a elevar la tasa de desempleo a 4.3 por ciento. También contribuyeron a las caídas bursátiles las decepcionantes ganancias de las principales empresas tecnológicas. Para empeorar la situación, cayeron los rendimientos de los bonos del Tesoro de EU a mínimos de más de un año. El aumento del yen japonés a máximos de siete meses frente al dólar indica una huida hacia la seguridad, ya que los comerciantes deshacen operaciones financiadas con yenes. La caída del índice del dólar y el aumento del euro frente al dólar reflejan ajustes más amplios en el mercado de divisas en respuesta a los datos económicos y las expectativas de recortes de tasas de la Reserva Federal.
Lo ocurrido ayer complica aún más la situación económica que a partir del 1 de octubre enfrentará Claudia Sheinbaum. Recientemente se han revisado hacia la baja la mayoría de los pronósticos del crecimiento del PIB para este año y el venidero y pocos estiman que aumentará más de 2.0% en 2024 y 1.5% en 2025. La desaceleración de la economía ya se tradujo en una gran baja de empleos. De acuerdo con Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) difundida el viernes por el Inegi, en junio se perdieron unos 800,000 empleos, solo 72,162 personas se sumaron a la población desocupada mientras que el resto, casi 728,000 quedaron dentro de la Población No Económicamente Activa (PNEA) porque decidieron no buscar otro trabajo. La tasa de desempleo repuntó a 2.8%, una cifra cercana al 2.9% observado a principios de 2024.
El lunes negro en los mercados mundiales augura un 2024 y 2025 sombríos, con una muy probable recesión en EU y una desaceleración económica en México. La administración de Claudia Sheinbaum enfrentará un aumento del desempleo y una economía deteriorada. Mientras, ella y el presidente saliente viajan por el país aparentando que todo marcha bien y que los mexicanos estamos felices, a pesar de una creciente inflación, inseguridad y desempleo.
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