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México, desafíos y oportunidades
México tiene la imperiosa necesidad de aumentar notablemente su crecimiento económico.
Registra al mismo tiempo, enormes desafíos y grandes oportunidades.
El experto Germán Galván Zumaya de Roland Berger México, describe cuáles son las carencias, los retos y las oportunidades en materia de energía e infraestructura.
El país figura por su tamaño entre la 12 y 15 economía del mundo, dependiendo de la estadística que se consulte.
Por su nivel de consumo energético está en la posición 14 y por su capacidad de generación eléctrica en el lugar 17.
El diferencial evidencia que México produce menos energía de la que debería, tanto por el tamaño de la economía que tiene hoy, como por el tamaño al que aspira.
México podría estar en un futuro relativamente corto, entre las 10 primeras economías del mundo.
Sin embargo, no podrá hacerlo si no cuenta con un sector energético abierto y competitivo.
En materia de energía México requiere realizar inversiones por 400 mil millones de dólares y para desarrollar infraestructura de transporte requiere inversiones del orden de los 600 mil millones de dólares.
La evidencia debería dejar claro que los recursos públicos son limitados y que el sector energético no podrá desarrollarse a su máxima expresión sin la participación de la iniciativa privada nacional y multinacional.
México no puede continuar dependiendo de un modelo energético tradicional basado en los hidrocarburos; debe orientarse hacia las energías renovables.
Si no lo hace no podrá cumplir los compromisos que ha hecho en el marco internacional de generar el 35% de energías limpias, como se hizo el compromiso desde el gobierno para este año 2024.
A la fecha México tiene un sector energético insuficiente para el tamaño de la economía y requiere inversiones muy significativas que no se podrán concretar sin la participación del capital privado.
Incluso México no podrá aprovechar el nearshoring sin las inversiones que debe realizar en materia energética, de transporte y de agua, entre otras.
El acervo de infraestructura de México respecto del Producto Interno Bruto, ronda el 60% con un diferencial de 15 puntos porcentuales frente a las primeras 15 economías del mundo, los países que integran la OCDE e incluso algunas otras economías emergentes.
Las estimaciones sobre las inversiones necesarias en infraestructura en general para México rondan los 1.2 billones de dólares.
Esto incluye inversiones en todos los diferentes activos relevantes para la economía como son: infraestructura logística y de transporte, de telecomunicaciones, de servicios públicos, sobre todo de agua, y de energía.
En medio de todo esto, hay buenas noticias.
México cuenta con un marco regulatorio vigente que permite el tránsito hacia las energías limpias y una creciente participación de la inversión privada.
Aunque se han hecho intentos por desmantelar ese marco legal, no se ha logrado. Esto es una buena noticia porque existe un marco jurídico adecuado.
La otra buena noticia es que México cuenta con recursos renovables para generar hasta 4 veces la demanda energética del país.
El potencial de energía solar en México, nos coloca entre los 3 países con mayor potencial en el mundo. Por el potencial de energía eólica, México está entre los primeros cinco, con un potencial de 1.5 veces; sólo por su energía solar, el país tiene un potencial de casi dos veces el total de la demanda energética actual.
Si a eso se le suma, otros factores potenciales como la biomasa, el hidrógeno verde, el país cuenta con recursos renovables, tan importantes que no cualquier otro país los tiene.
De acuerdo con la perspectiva del experto, la suerte de México en materia de crecimiento económico, depende de las políticas que adopte en materia de energía e infraestructura.Se puede concluir que México está en la disyuntiva: avanzar hacia un modelo energético acorde con las tendencias internacionales y procurar un mayor crecimiento y desarrollo ó mantenerse atrapado en un modelo energético inviable, oneroso y fallido. Al tiempo.