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Opinión

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Musk y Nuevo León: del efecto Tesla a la dimensión desconocida

¿Cuántos mensajes de Elon Musk se necesitan para entender que la fábrica de Tesla en Nuevo León no se construirá? El hombre más rico del mundo pasó del entusiasmo a los pretextos en menos de dos años. En el Investor Day de marzo de 2023 dio las razones por las que hacía sentido apostar por una gigafactory en el norte de México. Ahora dice que hay que esperar al resultado de las elecciones en Estados Unidos.

Elon Musk se refirió a principios de 2024 al complicado entorno macroeconómico y la dificultad de competir contra los autos chinos. El año pasado le comentó a su biógrafo Walter Isaacson que había encontrado un problema: los ingenieros de Tesla tendrían que estar en la línea de ensamblaje para que la fábrica fuera exitosa, y lograr que todos se muden a México jamás va a pasar.

La boda de la década no se consumó. Estamos en uno de esos momentos “No eres tú, soy yo”. En el aire está una inversión de 5,000 millones de dólares que se destinarían a construir una de las fábricas de automóviles más grandes del mundo. En una primer etapa tendría la capacidad de producir 250,000 automóviles anuales y podría llegar hasta 1 millón. Como referencia, la planta de Tesla en Shanghái produce 750,000 al año. 

¿Todo fue una ilusión? Tesla invirtió 2,350 millones de pesos en unos predios que en total sumaban 1,700 hectáreas. El terreno se encuentra en el municipio de Santa Catarina, muy cerca del anillo periférico de Monterrey y cerca de la salida a la autopista a Nuevo Laredo. Tiene una conexión de ferrocarril a 8 kilómetros. Alrededor de 600 kilómetros separan este predio de las instalaciones de Tesla en Texas.

El efecto Tesla le llamaron al impacto multiplicador que tendría la inversión de una de las empresas más valiosas del mundo. Impacto en Nuevo León y estados vecinos… en todo el país. En el pregón de este efecto Tesla se juntaron dos personajes con un talento especial para la promoción: Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y Samuel García, gobernador y marido de Mariana Rodríguez Cantú, además de propietario o conductor de una cybertruck, hecha por Tesla. 

Cuando hablo de talento para la promoción y la autopromoción quiero destacar un hecho: la promesa de inversión de Tesla en Nuevo León se volvió la noticia de negocios más comentada en México durante el primer semestre del 2023. Un país que captó 36,000 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa se obsesionó con una promesa de inversión. En un estado donde se han escrito páginas notables de la historia industrial de México en los siglos XX y XXI, se hablaba de la posible inversión de Tesla como de algo que podría ser un parteaguas, marcar un antes y un después en Nuevo León y en la industria automotriz de México.

No pretendo ningunear la gigafactory de Tesla, sino poner las cosas en perspectiva. México tiene 20 plantas de producción de vehículos, que representan una inversión conjunta de varios miles de millones de dólares. Estas plantas tienen capacidad para producir un poco más de 5 millones de vehículos al año. General Motors ya está produciendo Blazer y Equinox eléctricos en su planta de Ramos Arizpe. El Mustang E se produce en la planta de Ford en Cuautitlán. 

En el caso de Nuevo León, se habló de que Tesla generaría hasta 5,000 empleos directos y 30,000 indirectos. Es un estado que en el primer trimestre de 2024 tenía 2.9 millones de empleos, con un salario promedio mensual de 9,444 pesos.

¿Qué pasará? Tesla enfrenta un reto gigantesco: recuperar el liderazgo en el segmento de los autos eléctricos. Ya no es el mayor productor del mundo, porque BYD de China le arrebató ese lugar. También ha dejado de ser el campeón en el arte de deslumbrar con sus modelos. Otros fabricantes han irrumpido con éxito en lo que antes era un territorio exclusivo de Tesla. En el primer trimestre del año, Tesla produjo 433,000 vehículos y vendió 387,000. La competencia es creciente y, además, crece una resistencia a los eléctricos. En parte, por eso, Elon Musk se preocupa por enfatizar que Tesla es mucho más que autos, baterías y robotaxis, por ejemplo.

Nuevo León apostó mucho por Tesla, pero su futuro no dependía ni depende de lo que pase con la gigafactory. Seguirá siendo la capital industrial de México y estará en el centro de las conversaciones sobre el nearshoring, entre otras cosas por su posición geográfica, la calidad de su infraestructura y por la calificación de sus recursos humanos. Según el Imco, su población tiene la segunda tasa más alta de educación técnica y superior (34%) y es el cuarto estado con más alumnos matriculados en ingeniería y carreras tecnológicas.

Entonces, ¿la vida sigue igual? Para México es muy importante lo que pase en las elecciones de Estados Unidos y, en particular, qué pasará con las promesas de campaña de Donald Trump que tienen que ver con una agenda antimexicana y proteccionista. Hay que poner atención cuando Elon Musk dice que no tendría caso construir una fábrica en México para exportar a Estados Unidos, porque Trump impondrá aranceles si llega a la Casa Blanca. Son mensajes de campaña, pero pueden convertirse en acciones de gobierno. Si esto pasa, lo de menos es la gigafactory de Tesla, ¿qué pasaría con el nearshoring?

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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