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Opinión

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Por qué triunfan las visiones extremas

No existe nada parecido a "mantenerse al margen de la política". Todas las cuestiones son … políticas, y la política misma es una masa de mentiras, evasiones, locura, odio y esquizofrenia”.

George Orwell.

Recientemente en Francia, se produjo una sorpresa política, porque se preveía inicialmente que la extrema derecha ganaría las elecciones en ese país, particularmente después de los resultados de la primera vuelta electoral. Ese movimiento es claramente extremo desde la derecha con posiciones políticas muy definidas en temas como la economía, la migración y las libertades individuales.

Sin embargo, en la segunda vuelta, a partir de una serie de movilizaciones encabezadas tanto desde el centro gobernante como de la derecha izquierda, se generaron alianzas que llevaron a que el movimiento de extrema derecha fuera relegado al tercer lugar en la votación, quedando en primer lugar un movimiento de izquierda, encabezado a su vez por el partido más de extrema izquierda del espectro político de Francia, con posiciones extremas en lo económico y lo fiscal.

En muchos otros países, vemos también como, movimientos partidos o personas que presentan posiciones extremistas –tanto desde la izquierda como desde la derecha–, son aquellos que hoy están logrando una movilización de apoyo popular más consistente.

En una explicación resumida inicial, se tiene que, en muchos casos, los grupos que trataron de mantenerse en posiciones del centro del espectro político y que mantuvieron el poder durante varias décadas, no lograron resolver, de manera puntual o generar la impresión de que estaban atendiendo, problemas graves que enfrentan grandes capas de la población.

Particularmente los temas relacionados con la desigualdad o el acceso a satisfactores como la vivienda provocaron en amplios grupos de la población mayores de 60 años, pero también sorprendentemente en jóvenes, la percepción de que ese centro moderado no era capaz de atender sus necesidades; lo cual los acercó a posiciones de extrema, tanto de derecha como de izquierda.

En Estados Unidos, grupos de jóvenes se encuentran muy afines a las posturas de Donald Trump, que, en estricto sentido, parecería representar más a votantes y población de más de 60 años. Lo mismo ocurre en el caso de Francia en donde el movimiento de extrema derecha ha logrado atraer una parte importante de votantes jóvenes.

En el extremo opuesto, también en Francia, grupos de jóvenes se sienten identificados con plataformas políticas que, en un análisis puntual, representa visiones que tuvieron su auge (y estrepitosos fracasos) más hacia la década de los años 60 y 70 a nivel mundial.

La incapacidad del centro para demostrar capacidad efectiva de solución es lo que lleva a muchos votantes a preferir las visiones de soluciones casi siempre simplistas y extremas que se les presentan.

Existen además elementos de carácter sociológico que explican este tipo de adhesión. En una serie de estudios que se publicaron con el artículo “Extreme Views Are More Attractive Than Moderate Ones”, de Amit Goldenber, se plantea que existen fenómenos en los que, por ejemplo, en redes sociales, las personas tienden a identificarse y a buscar promover contenido de personas que tienen una visión más radical que la propia.

Es decir, se identifican más con personas que tienen ciertos rasgos similares, pero que declaran posiciones más extremas, más emocionales y consecuentemente, menos cargadas de información dura.

En este sentido, también es evidente que el hecho de que las personas que detentan posiciones más extremas típicamente son las más estridentes, con lo que provocan que esas posiciones sean las que tengan más notoriedad y más recurrencia, por ejemplo, en redes sociales.

La simplificación de argumentos, la tendencia a encontrar supuesto enemigos causantes de todos los males, también facilitan un proceso de adhesión esa visión; porque no obligan, ni un análisis profundo, ni a tomar decisiones o asumir posiciones que requieran comprender que problemas complejos tienen soluciones imperfectas y también complejas.

En Estados Unidos, grupos de jóvenes se encuentran muy afines a las posturas de Donald Trump, que, en estricto sentido, parecería representar más a votantes y población de más de 60 años. Lo mismo ocurre en el caso de Francia en donde el movimiento de extrema derecha ha logrado atraer una parte importante de votantes jóvenes.

raul@martinezsolares.com.mx

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

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