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Una guerra y dos escenarios
La guerra en Ucrania y la de Gaza, protagonizada por ucranianos y rusos en la primera y por israelitas y terroristas de Hamás en la segunda, son dos escenarios de la misma guerra, porque están involucrados países que tienen intereses en ambas.
Estados Unidos apoya a Ucrania y a Israel. Rusia interactúa con Irán, que es la mano que mueve a Hamás. En Siria, que tiene una fuerte dependencia de Irán, se han producido ataques contra posiciones militares estadounidenses, mismas que, como respuesta, han realizado combates a objetivos vinculados con Irán.
Si Irán es un gestor de iniciativas terroristas contra Estados Unidos e Israel, ello sugiere la urgencia de una acción diplomática multinacional y directa. De no darse, continuará la tensión que puede convertirse en una peligrosa escalada regional bélica.
Se necesita que la ONU tenga un protagonismo eficaz y oportuno. Tito Livio, el más grande de los historiadores latinos de la época de Augusto decía: "En la guerra, más que en ningún otro caso, los acontecimientos no corresponden a las esperanzas".
La ONU nació para ayudar al mundo a resolver diplomáticamente los conflictos entre países. Es una instancia multinacional que se vincula a la acción de los jefes de Estado. De lo que se trata es crear un orden, como ocurrió en siglos pasados de reconciliaciones y equilibrio de intereses nacionales en competencia.
Los conflictos nacen esencialmente entre las potencias mundiales que ven afectados sus intereses y zonas de influencia. También por sus características históricas.
Estados Unidos y los países europeos vienen de revoluciones democrático burguesas y de haber tenido la reforma protestante que es la que conduce al espíritu del capitalismo.
Rusia no tuvo una iglesia propia ni reforma protestante, ni ilustración, ni disfrutó de la época de los descubrimientos y la moderna economía de mercado; los dirigentes se formaron en esa gran ilusión que fue el comunismo, que ni siquiera llegó a ser socialista, como lo dijo varias veces Gorbachov.
El pluralismo político fue ignorado en Rusia porque se impuso la lógica autoritaria. En Rusia, la extrema izquierda y la extrema derecha se tocan. En la economía, su PIB equivale al 40% del de Alemania y sus dirigentes no tienen la experiencia de los mercados y de los incentivos. Dice Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía: "Rusia no evolucionó hacia una economía de mercado, sino a un capitalismo de Estado de amigos." Es un país cuya esperanza de vida está en la posición 163 en relación con todos los países, detrás de Honduras, y su ingreso per cápita en la posición 73. Tiene poder cibernético, nuclear y es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
China tiene altas tasas de crecimiento económico, sentido de cohesión social y un poderoso ejército. Sus dirigentes han superado las convulsiones ideológicas y se han inclinado por el pragmatismo. Su conflicto con Estados Unidos obedece esencialmente a cuestiones de competencia económica, por lo que es necesario establecer, más allá de visitas diplomáticas, acuerdos operativos que le den contenido al reconocimiento de intereses recíprocos.
Irán tiene una importante influencia política y económica con sus vecinos debido a su riqueza petrolera y a que ejerce el control del Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del petróleo que se vende al mundo. Es un país que ha tenido continuas luchas políticas por el poder antes y después de que destituyeran al Sha de Irán y se entronizara la revolución islámica. Actualmente gobierna una formación política religiosa basada en los principios de la ética del Corán. Está fuertemente vinculado con fuerzas políticas de Irak, Siria y Líbano.