Urgente ecosistema emprendedor

La promesa de la transformación de cuarta para crecer económicamente en promedio 5% no se cumplió. Según datos del Inegi, el promedio de estos primeros 5 años fue de 0.8% y las expectativas para el cierre de este 2024 siguen disminuyendo porque no se han logrado materializar las inversiones esperadas por el “nearshoring”. A manera de contexto, les muestro los resultados de los últimos sexenios que comprueban que este último ha sido desastroso: Enrique Peña Nieto creció en promedio 1.9% y de manera sostenida, Felipe Calderón 1% y Vicente Fox 1.2%.

¿Qué hacer en tiempos de bajo crecimiento? Xóchitl Gálvez tiene la respuesta en su propuesta económica: apostarle al sector emprendedor, con especial énfasis en el emprendimiento basado en la innovación.

El emprendimiento de alto impacto, el que está basado en la innovación, ciencia y tecnología es el que más valor económico y social produce, y que logra que más personas puedan gozar de empleos productivos. Pero esto no ha sido prioridad para el actual gobierno, según el Índice de Innovación Global, México ocupa el lugar 58 (detrás de Brasil y Chile) de un total de 132 países; sin embargo ocupa los últimos lugares en el marco institucional por la bajísima eficiencia del gobierno en operar programas y apoyos para el sector, por la mala calidad regulatoria y los altos costos asociados con la innovación y las políticas públicas para hacer negocios; en este último punto somos mucho peor que los países más subdesarrollados de África.

Mientras el mundo invierte en promedio 2.7% del PIB en Investigación y Desarrollo, México está en sus mínimos histórico con 0.4% del PIB; y esto último junto con el inexistente marco regulatorio e institucional ha rezagado la creación de empresas TIC. Este ejemplo me sorprende, la Universidad de Stanford ha creado más de 40 mil empresas y generado más de 5 millones de empleos desde 1930, el valor de estas empresas es mayor al tamaño de la economía mexicana. Entonces, si queremos un ecosistema emprendedor, las empresas deben recurrir a la academia para innovar, y lo que el gobierno tiene que hacer es crear los vínculos institucionales entre el sector académico y la industria.

Otro obstáculo para innovar son los altos costos y dificultad para realizar trámites en México. Requerimos más tiempo y mayor costo para iniciar un negocio en comparación con otros países, especialmente en la obtención de energía y registro de propiedad, según el Doing Business que elabora el Banco Mundial. Y este exceso de trámites es una extorsión institucional que permite que prolifere la corrupción. Por eso el compromiso de Xóchitl es establecer una ventanilla única digital para crear una empresa y simplificar al máximo los trámites tanto en el pago de impuestos como en los tribunales e instancias relacionadas con la propiedad intelectual y el comercio.

El último punto que quiero mencionar es la evidente destrucción de la estrategia gubernamental para el apoyo al emprendimiento. Es urgente recuperar los apoyos a fondos de capital semilla y de riesgo en el país, la vinculación con las universidades públicas y privadas, los encuentros nacionales y regionales de emprendedores, y que contemos con suficientes programas, identificados según la etapa y tipo de emprendimiento con reglas fáciles y asequibles y una fiscalización permanente que nos permita evaluar su desempeño.

El compromiso de la coordinación PyMe es crear una cultura emprendedora que está a la altura del nivel de creatividad y talento de nuestros jóvenes mexicanos, por eso se otorgarán becas a emprendedores de menores ingresos y se introducirá currícula educativa que promueva la cultura emprendedora, y que nos permita entender la idea de fracaso como parte del camino al éxito.

Definitivamente no podemos hablar de crecer económicamente en México, de combatir la pobreza y la enorme desigualdad que existe entre nuestras regiones, si no avanzamos en la política de apoyo a los pequeños negocios y el emprendimiento.

¡Este es el compromiso de X!

@PerezSoraya