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Presupuesto 2025 populista e irresponsable. Descuida los problemas más urgentes del país
La economía mexicana se desacelera en producción, inversión, exportaciones y consumo, mientras EU muestra dinamismo. Esto podría dificultar la reducción del déficit público en 2025.
El presupuesto aprobado para 2025 se basa en supuestos muy optimistas de crecimiento económico. El secretario de Hacienda señala con razón que los analistas se equivocaron varias veces al pronosticar crecimientos del PIB menores a los registrados. Sin embargo, hay que señalar que la disrupción que provocó el Covid-19 a los modelos y predicciones fue literalmente inédita y global. En todas partes, los pronósticos resultaron erróneos.
Hoy, la economía mexicana muestra signos generalizados de desaceleración –en la producción, la inversión, las exportaciones e incluso el consumo–, mientras que la economía estadounidense exhibe resiliencia y dinamismo. Aquí, con la desaceleración, es probable que la reducción del déficit público que el presupuesto busca en 2025 no sea posible
Con incertidumbre se proyecta un aumento de los ingresos fiscales totales, pero con certeza los gastos de pensiones, intereses de la deuda y participaciones a estados y municipios crecen pronunciada e inercialmente.
Entonces, para que el déficit disminuya como lo prevé el presupuesto, lo que llamaré el “resto del gasto” –el gasto distinto a intereses de la deuda, pensiones y participaciones federales– debe reducirse en 24% en términos reales en 2025, aun si los ingresos crecen como lo aprobó el Congreso. A todas luces, ello implica una contracción perjudicial en diversas áreas centrales.
El presupuesto aprobado difiere solo ligeramente del proyecto. Es posible analizar el objetivo prioritario del gasto con base en las “funciones” presupuestarias del proyecto, que agrupan el total de gasto público para cada objetivo, o función, erogado en total. Por ejemplo, la función Salud suma el gasto de la secretaría, el IMSS, Pemex, Defensa, etc., en ese servicio.
En el resto del gasto hay solo dos funciones de relevancia con incrementos entre 2024 y 2025: Protección social y Educación (otras dos que suben, pero sus montos son menores en coordinación de gobierno y vivienda). En su gran mayoría, el aumento está en los programas sociales, incluyendo las becas:
Pero funciones y actividades de alta importancia por su precariedad actual y las necesidades urgentes del país sufren fuertes reducciones en el presupuesto del próximo año, solo como ejemplos:
Los programas sociales y becas en los que el presupuesto 2025 se concentra no cuentan con evaluación objetiva de sus resultados. El presupuesto aprobado no atiende las necesidades más graves ni la inversión pública requerida para aprovechar la oportunidad de la relocalización. Todo indica que su objetivo es la aprobación popular o populista.