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¿Cómo vas a utilizar tu aguinaldo? (Parte 2 de 2)
En la primera parte hablamos que el aguinaldo, cuando se ve como un ingreso adicional, representa una gran oportunidad para alcanzar una meta, mejorar nuestra vida y nuestras finanzas personales. Mencionamos que hay tres grandes formas de utilizarlo y hablamos de las dos primeras: gastarlo en experiencias o en compras que mejoren nuestra calidad de vida y usarlo para mejorar nuestra salud financiera (pagar deudas, construir nuestro fondo para emergencias).
La tercera gran manera de usar el aguinaldo es invertirlo para alcanzar nuestra libertad financiera más rápido. Como sabes, la inversión es una de las claves para hacer crecer tu patrimonio a largo plazo. El tiempo es una variable importante, así que mientras más dinero puedas invertir, durante más tiempo, más crecerá (suponiendo, desde luego, que lo hagas de manera inteligente, en un portafolio de inversión de muy bajo costo, adecuado para ti).
Ahora bien, ten mucho cuidado con todas las personas que te ofrecen, por todos lados, productos de inversión o planes de retiro. La mayoría de estos productos tienen un costo muy alto y además su desempeño, comparado con los principales índices del mercado financiero, es muy pobre.
Por lo general, los vendedores te hacen proyecciones engañosas que no tienen nada que ver con la realidad. Por ejemplo, los agentes de seguros, en planes de ahorro garantizado, te hacen proyecciones que incluyen un supuesto de inflación, que hacen parecer que en el futuro recibirás muchísimo más de lo que estás ahorrando, cuando en realidad el rendimiento real es casi cero.
Otros que tienen productos “flexibles” de inversión te hacen proyecciones con tasas de interés que no tienen nada que ver con los rendimientos que ha dado su producto. Tampoco deducen los costos y comisiones por gestión, que en realidad se comen una buena parte de esos rendimientos que están asumiendo. Además te comparan esas proyecciones con y sin el beneficio fiscal, para convencerte que es lo mejor que podrías hacer con tu dinero.
Aunque coincido en lo importante que es aprovechar ventajas y deducciones fiscales, siempre me ha parecido vergonzoso que los usen como pretexto para convencerte de comprar productos malos y caros. Recuerda que el beneficio fiscal no puede compensar una mala inversión.
Por eso es tan importante la cultura financiera: para saber evaluar lo que te venden y tomar decisiones inteligentes y adecuadas. No es difícil, pero sí tienes que tener claros ciertos conceptos de los que hablo, en este espacio, todo el tiempo.
Algunas consideraciones finales
Recibir nuestro aguinaldo nos da la oportunidad para reflexionar sobre nuestras finanzas y tomar decisiones que impacten positivamente en nuestro bienestar. Si lo usamos bien, de manera consciente y estratégica, podemos transformar un ingreso adicional en una herramienta que nos acerque a nuestras metas, o por lo menos, que nos ayude a mejorar nuestra salud financiera y disminuir así nuestros niveles de estrés.
Entonces, toma un tiempo para evaluar tus prioridades. ¿Qué es lo más importante para ti? ¿Qué es lo que realmente quieres lograr con este dinero? ¿Cómo puedes usarlo para mejorar tu calidad de vida? Esto te ayudará a tomar decisiones más alineadas a tus valores.
No comprometas tu aguinaldo desde antes. No dejes que se te vaya en una “borrachera” de compras durante el Buen Fin. La clave de tomar control de tu dinero es tener la capacidad de decirle a tu dinero qué es lo que tiene que hacer por ti. Porque de lo contrario, tu dinero hará lo que se le venga en gana y no sabrás ni en qué se te fue.
Tu aguinaldo puede ser un catalizador para iniciar una transformación total de tus finanzas personales. Así que, la próxima vez que lo recibas, recuerda que tienes en tus manos la oportunidad de hacer algo significativo con ese dinero. Eso incluye cualquier otro ingreso adicional, como un bono o el fondo de ahorro. Aprovecha esas oportunidades para construir un mejor presente y futuro.