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5 gráficos sobre la educación en México
México ha logrado avanzar en algunos aspectos educativos; como el vínculo entre la escuela y el trabajo. Pero todavía existen retos importantes para que la educación sea un derecho universal. Especialmente existen obstáculos para quienes pertenecen a grupos vulnerables: las mujeres, los migrantes, los pobres, los rurales, los indígenas.
En México, la educación es insuficiente y desigual; todavía miles de niños y jóvenes en edad escolar están excluidos del sistema educativo. Especialmente quienes pertenecen a grupos vulnerables; los más pobres, los rurales, los indígenas o quienes enfrentan contextos de inseguridad y violencia.
En el informe sobre Panorama sobre Educación 2024, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) destacó que los indicadores sobre desempeño académico en México son significativamente más bajos en comparación de economías de tamaño similar.
También se destaca cómo las desigualdades sociales y la pobreza se interseccionan para limitar el acceso de los estudiantes a la educación en todos los niveles; y cómo pueden impactar negativamente en su desempeño académico.
Aquí te presentamos algunos gráficos sobre la situación educativa de México.
1. Piso disparejo para la población indígena
México es uno de los países de la OCDE que presenta las brechas educativas por razón étnica más amplias: la escolarización básica es apenas la mitad entre quienes se identifican como indígenas que entre la población no indígena.
Este resultado se explica principalmente por la falta de infraestructura educativa (escuelas con servicios e instalaciones básicos) y personal docente en las comunidades indígenas.
Otra de las barreras que enfrentan los estudiantes indígenas es la casi inexistente oferta de materiales y programas escolares adaptados a sus lenguas maternas, lo que limita, total o parcialmente, el aprendizaje de estas poblaciones.
La pobreza, económica y social, también es otro de los factores que contribuye a la desigualdad educativa entre las poblaciones indígenas y no indígenas.
2. Capas de vulnerabilidad que expulsan a los estudiantes de la escuela
Así como la condición de pertenencia a grupos indígenas, los jóvenes que pertenecen a otros grupos vulnerables también encuentran dificultades para acceder efectivamente a la educación. Esto produce que su desempeño académico muestre diferencias respecto de sus compañeros; es el caso de las mujeres, los pobres y los migrantes.
En el aprovechamiento académico en matemáticas, una de las áreas evaluadas con las pruebas PISA, se observa que un porcentaje ligeramente mayor de hombres (7 puntos arriba) registró las competencias mínimas requeridas para estudiantes de 15 años.
Pero en los casos de las variables de migración e ingresos las brechas fueron significativamente mayores; de 30 y 35 puntos respectivamente.
Esto se explica principalmente a que las poblaciones más pobres o quienes han sido desplazados de sus lugares de origen enfrentan complicaciones para alimentarse, transportarse. En algunos casos sus comunidades presentan inseguridad pública y son más propensos a vivir violencia doméstica. Todos estos son factores que impactan negativamente en el desempeño académico.
3. Uso de tecnologías es todavía bajo; particularmente en zonas rurales
Otras brechas importantes que se presentan son las del uso de las tecnologías como soporte en la educación. En México, aunque ya se han logrado conectar 81% de su población, la mayoría de esta población es urbana. Además, el uso de tecnologías de la información se concentra en la consulta de redes sociales y la mensajería instantánea; el uso de las TICs para procesos más complejos es muy bajo.
De acuerdo con las cifras de la OCDE, sólo el 22% de la población urbana en México ha descargado, instalado o configurado un software, por ejemplo la paquetería de Office o la paquetería de Adobe. Éstas son algunas de las habilidades fundamentales para la formación educativa.
En comunidades rurales el uso y aplicación de estas tecnologías es incluso menor; sólo el 8% ha realizado alguna de las actividades relacionadas con sofwares.
Los niveles de uso educativo o profesional de TICs en México son significativamente más bajos en comparación con los promedios de los países de la OCDE, que son hasta del doble.
4. México logró disminuir su poblción de "ninis"
Uno de los indicadores que sí han presentado mejoras en el ámbito educativo es el de los jóvenes "ninis", que no estudian pero tampoco están insertados en una actividad remunerada. Esto refleja una mayor vinculación entre el desarrollo académico y la inserción en el mercado de trabajo.
La comparación que hace la OCDE de los jóvenes que no estudian ni trabajan entre países muestra que México fue uno de los pocos latinoamericanos que lograron reducir esta población. Sólo entre 2016 y 2023 este grupo de jóvenes se redujo 10 puntos porcentuales.
Pese a este avance, todavía cerca de 16 de cada 100 jóvenes de 18 a 24 años no tiene ninguna ocupación.
Los programas sociales y las mejoras registradas en materia laboral durante los años recientes son algunos de los factores que han explicado este nivel mayor de conexión.
5. Pocos estudiantes logran llegar a la educación superior
En México, asistir a la escuela y tener un buen desempeño es un privilegio que no tienen muchos niños y jóvenes. Y conforme avanzan en el nivel educativo, se pone más complejo; las desigualdades sociales conforman uno de los principales retos para el acceso de los estudiantes a una carrera técnica, la universidad o el posgrado.
En México sólo el 22% de los adultos de 25 a 64 años cuentan con estudios superiores. De este porcentaje, la mayoría estudió una licenciatura o ingeniería y un porcentaje muy pequeño alcanzó a terminar estudios de posgrado, como maestrías o doctorado.
Destaca que, aunque los niveles todavía son bajos si se compara con otros países similares como Chile, Argentina o Costa Rica, en los años recientes se ha registrado un avance en la matricula de las escuelas de educación superior.
La OCDE destaca que uno de los retos para México es la disponibilidad y accesibilidad de estas unidades: más universidades públicas, ubicadas en regiones históricamente marginadas y mejores parámetros para medir la calidad.
Los indicadores educativos muestran que, pese a los avances, el acceso universal y efectivo a la educación sigue siendo uno de los grandes retos para la política pública de desarrollo social.