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A Diego lo liberaron hace tiempo
De acuerdo con el especialista en secuestros, el ánimo y reacciones de Fernández de Cevallos no son de un recién liberado.
Max Morales, especialista en liberación de personas secuestradas, consideró que Diego Fernández de Cevallos fue liberado días, incluso meses antes de su reaparición pública, pues así lo denota su semblante y su actuación.
Entrevistado por El Economista, Morales dijo que una persona con más de siete meses en cautiverio busca enseguida a su familia y saluda a su pareja con efusividad, lo que no demostró el panista.
Para mí duró menos meses, pero es una apreciación personal , agregó el especialista, quien comentó que Fernández de Cevallos tuvo tiempo para arreglarse físicamente e informarse.
Incluso, afirmó, al excandidato presidencial le dio tiempo de pasar a su oficina antes de salir a la luz pública y hablarle primero a periodistas que a sus familiares.
Precisó también que el tamaño de la barba de Fernández de Cevallos no correspondía con el cabello corto que presentaba el panista el día que tuvo su aparición pública.
En cuanto a los plagiarios, Morales dijo que desde su perspectiva los secuestradores fueron expolicías perfectamente organizados, que supieron investigar y tuvieron un léxico económico, no político.
El plagio, detalló, respondió a intereses económicos y hubo tiempo para hacerlo aparentar con tintes políticos, lo que hay que analizar en ese aspecto es a quién benefició o perjudicó que lo hayan sacado un tiempo de la política.
Desde su punto de vista no se trató de una célula de la guerrilla, pues esos grupos actúan de otra manera: piden un
Pliego petitorio.
Sin embargo, dijo, no se exigió liberar presos políticos, por ejemplo, ni hubo una petición social.
Incluso, prosiguió, es inusual que el panista haya dicho en una entrevista televisiva: Uno de los temas que para mí será capital y lo hablé con mis plagiarios, está el compromiso con ellos, pensar y luchar por grandes causas que reclama México como su pobreza, su injusticia y su impunidad .
Max Morales explicó que en el excandidato a la Presidencia de la República hay rasgos del Síndrome de Estocolmo -simpatía con el captor- o puede ser que como se tardó en salir públicamente le estén mandado a decir que no ha cumplido con ellos .
Compromisos con un delincuente no son compromisos de honor, son compromisos sacados a la fuerza que no deben tener validez , consideró el especialista.
trosas@eleconomista.com.mx