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Política

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Aprueba Mario Molina Supervía y segundos pisos

El premio Nobel de Química 1995 aseguró que vialidades como la Supervía Poniente son importantes para que la calidad de vida mejore en la Ciudad de México.

La Supervía y los segundos pisos recibieron el visto bueno de Mario Molina. Premio Nobel del Química 1995, pues aseguró que la construcción de autopistas urbanas ayuda a las grandes ciudades, siempre y cuando se desincentive el uso del automóvil y se ofrezcan alternativas de transporte público.

Molina aseguró que aquellos que se oponen a su construcción no toman en cuenta que se deben realizar a la par mejoras en el transporte público; además, destacó que si éstas nuevas vialidades se licitan y hay cobros, se tienen recursos adicionales para el transporte público, lo que quiere decir que sí se está tomando en cuenta ese panorama integral.

La queja de la gente sería válida si nada más se hicieran segundos pisos, que eso es lo que ya nos había pasado con anterioridad, pero no si es parte de un estudio integral. Es evidente que, en la medida en que mejoremos las vialidades, si éstas no aumentan, nos aseguremos de que eso no sea un incentivo para que haya más vehículos y menos transporte público, pues entonces saldría el tiro por la culata; pero si lo hacemos bien, entre mejor sea la vialidad, más rápidamente vamos a llegar a todos lados, siempre y cuando no se saturen; de ahí la necesidad de ponerle restricciones al uso de los vehículos. Hay que tener esa visión integral , manifestó el galardonado mexicano.

Puso como ejemplo para desincentivar el uso de vehículos a la cuidad de Nueva York, donde sus habitantes prefieren ir a sus trabajos y escuelas en transporte público ya que los estacionamientos cobran tarifas de entre 30 y 40 dólares.

Mario Molina aseguró a los inconformes que la realización de esta obra permitirá a los habitantes de la zona poniente llegar a sus destinos más rápido y cómodamente.

El gobierno capitalino y el Centro Mario Molina pusieron en marcha el monitoreo de emisiones a vehículos de carga y transporte de diesel, el cual será la base para desarrollar una norma local de emisiones contaminantes para que en aproximadamente siete meses pueda ser aplicada a todos los vehículos que transiten por el Distrito Federal.

Las primeras unidades en ser evaluadas serán los autobuses de diesel de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) del GDF. El Premio Nobel consideró que el Estado de México debería integrarse a esta estrategia.

lpadilla@eleconomista.com.mx

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