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Crearemos un partido basado en la colectividad: Pedro Kumamoto
Somos un espacio que trabaja para que no solamente tenga la voz una persona, plantea el exdiputado independiente que busca lograr el registro de un nuevo partido local en Jalisco.
El 7 de junio del 2015, José Pedro Kumamoto Aguilar se convirtió en el primer ciudadano que, sin ser postulado por un partido político, ganó una diputación en el Congreso de Jalisco. Tres años después, en la elección del 2018, se postuló también por la vía independiente como candidato a senador. Esta vez quedó en tercer lugar al obtener sólo 21.8% de los sufragios y se frustró su intención de llegar al Senado. Ahora, siete meses después, busca construir un nuevo partido político local.
En entrevista con El Economista, dice formar parte de un movimiento político basado en la colectividad y lo que buscan es “empezar a institucionalizarlo” por la vía de un partido político.
Lo que tratamos de hacer es fundar una fuerza política nueva que pueda retar a todas las aparentes nociones dentro de la política institucionalizada mexicana.
Dijo que hoy hay una gran fuerza política que no está siendo representada en el Congreso y en ningún espacio público y añade: teníamos que construir un espacio de decisiones legítimas, abierto, democrático, plural y eso es lo que nos lleva a decir: tenemos que ser un partido político.
—En los últimos años tú y otros candidatos sin partido convencieron a mucha gente de que en jalisco y en el país las candidaturas independientes eran una opción viable para acceder a los sitios donde se toman las decisiones de los asuntos públicos. Hoy te vemos tratando de construir un partido. ¿Cómo llegaste tú y tus compañeros a esta decisión?
—Fue una decisión complicada que tomó bastante tiempo, prácticamente seis meses, en los cuales nos preguntamos qué hay que hacer con la representación que tenemos.
Durante los últimos comicios, reunimos 762,000 votos para el Senado, más otros cientos de miles para diputados locales, es decir, cerca de 1 millón de votos y creo que debería hacernos reflexionar cómo están siendo representados en el Congreso del estado de Jalisco y en el ámbito federal.
Esta cantidad de personas necesita y merece un espacio dentro de las instituciones que tenemos.
Otra de las cosas que nos movió tiene que ver con cómo podemos invitar y hacer partícipes de las decisiones de lo que tome esta fuerza política a más personas si no construimos un vehículo colectivo.
Como candidaturas independientes, lo que dice la ley pareciera más que son lobos solitarios, individuos que creen que deben postularse para un cargo y en nuestro caso ya somos un movimiento, somos un espacio colectivo, somos un espacio que debate, somos un espacio que trabaja para que no solamente tenga la voz una persona.
Lo que dijimos fue la única vía para poder permitir que más personas puedan incidir en las decisiones que estamos tomando es abriendo esas decisiones y la única manera para que eso suceda es un partido político.
—Parece que no solamente es importante conseguir la representación en los congresos, sino también la posibilidad de incidir.
—Totalmente. La idea tiene que ver con cómo podemos hacer que esos 762,000 que votaron por esta candidatura al Senado de la República decidan qué es lo que viene en el futuro, quiénes son o quiénes serán las candidatas y candidatos que van a participar en los procesos, cuáles van a ser las propuestas.
Con el modelo de candidatura independiente se reducía a un pequeño grupo de personas quienes podían participar y creo que lo que más vemos es que todo mundo pueda participar y creo que eso es lo que nos mueve al tomar esa decisión.
—¿Cómo es el reto de construir un nuevo partido cuando la gente está desencantada de los partidos, pero al mismo tiempo cree en las elecciones porque va a votar?
—Con justa razón, creo que el desprestigio de los partidos es completamente justificado. Toman decisiones verticales, autoritarias, donde pareciera que lo único que interesa es el dinero.
Por eso para nosotros es fundamental construir una alternativa que no responda a estas dinámicas de vicios que hemos visto dentro de la representación política.
Nunca hemos dicho que los partidos están bien; tampoco nos hemos dedicado a decir que no deben existir, porque eso es una mentira que han tratado de sembrar de que nosotros nos oponíamos a la existencia de los partidos.
Los partidos tienen que cambiar, tienen que mejorar para empezar a representar, verdaderamente, a las causas de la sociedad.
—¿Qué tan grande es el reto de participar en la arena de los partidos políticos, pero sin replicar sus prácticas?
—Es muy complejo. La política, a final del día, es una actividad humana que refleja todos los matices del ser humano.
Estamos frente a una enorme oportunidad de demostrar que sí se pueden hacer cambios.
Tenemos una responsabilidad muy clara. No podemos replicar los mismos vicios y tratar de buscar, orientarnos y de encontrar las mejores formas para que eso no nos suceda.
—En el caso de Pedro Kumamoto y quienes lo acompañan, ¿por qué buscar un partido local y no uno federal?
—Nosotros creemos que la mejor forma de resolver buena parte de los problemas que vivimos es de localismo, es desde la práctica de impulsar una reflexión sobre los gobiernos locales, sobre los gobiernos municipales, sobre la manera en que nos han quedado mal las legislaciones locales.
—¿A futuro, como piensan llamar a este partido? ¿Busca ser una organización en torno a un líder que capitalice el hartazgo social o buscan algo más horizontal? ¿Cómo será?
—Uno de los objetivos que existe detrás de ese cambio tiene que ver con poder impulsar una narrativa que siempre impulsábamos, pero que no quedaba del todo clara, es decir, la candidatura que independiente, por sí sola, tiende a ser personalista, tiende a impulsar la idea de que el que importa es el candidato y para nosotros no podría ser más falso.
Construimos un movimiento político basado en la colectividad, en la inteligencia de muchas personas, en las manos de muchas personas y lo que queremos hacer es, justo, empezar a institucionalizarlo.
Si de eso se tratara de impulsar una carrera política individual, quizás me hubiera ido por la vía independiente o me hubiera ido con uno de los partidos políticos que ya tiene más representación como es Morena a nivel nacional o Movimiento Ciudadano a nivel local.
Sobre todo (buscamos) la posibilidad de hacer institución más allá del nombre de una persona o de un membrete o de un rostro.
—Pues es todo un reto, sobre todo porque están en un estado, Jalisco, donde hay un gobernador que ganó, prácticamente construyendo una candidatura, prácticamente de un proyecto personal y están en un país donde ganó un Presidente, Andrés Manuel López Obrador, que construyó un proyecto personal.
—Eso seguramente tiene mucho que ver con las nociones de presidencialismo y de autoritarismo.
Quizás México necesitaba un cambio fuerte, un presidente activo, pero también tenemos que voltear y preguntarnos cómo podemos construir instituciones más allá de una figura, más allá de una persona y, bueno, lo que vamos a tratar de hacer en los próximos años, en el futuro, es construir una respuesta a esa pregunta.
diego.badillo@eleconomista.mx