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Exponen en juicio de García Luna tráfico de drogas en el AICM
El expolicía federal, Raúl Arellano, afirmó que fue testigo que durante la gestión de Genaro García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad federal (2006-2012), en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se daban órdenes para dejar pasar estupefacientes ilícitos.
El expolicía federal, Raúl Arellano, afirmó que fue testigo que durante la gestión de Genaro García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad federal (2006-2012), en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se daban órdenes para dejar pasar estupefacientes ilícitos.
Llamado como testigo en el juicio del exsecretario de Seguridad, en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Arellano relató que mientras estaba comisionado a la seguridad del AICM una o dos veces por semana se daba la orden a los elementos de seguridad de “45 por 35”.
Dicha orden, detalló, significaba que los policías en funciones en el aeropuerto debían quedarse en sus lugares sin realizar labores de inspección y sólo estar pendientes de cualquier nueva indicación. Lo anterior coincidía con el arribo de vuelos de Sudamerica o salidas hacia Europa y Estados Unidos.
Mientras esto pasaba, dijo, un grupo especial de policías federales se movilizaban y desaparecían por algún tiempo.
El expolicía vinculó con estos hechos a otros colaboradores cercanos de García Luna como Facundo Rosas, quien fungió como comisario general de la extinta Policía Federal, así como Ramón Pequeño quien fue jefe de la División Antidrogas de la institución de seguridad.
Además de Óscar Moreno Villatoro, quien fuera jefe de aeropuertos de la Policía Federal. Sobre él, Arellano aseguró que en una ocasión puedo observar como un maletín que cargaba estaba lleno de dólares.
Sobre Moreno Villatoro, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió, en agosto del 2021, que fuera investigado debido a la red de corrupción en prisiones federales detectada y en la cual habría estado inmiscuido.
Ese caso, es oportuno mencionar, es junto al operativo “Rápido y Furioso” —con el cual se enviaron miles de armas de Estados Unidos a México— de lo que se le señala en México a García Luna y por lo cual se han girado dos órdenes de aprehensión.
Contador del narco
Otro de los testigos en participar fue Israel Ávila quien llevó por años la contabilidad de narcotraficantes como Mario Pineda, alias el Gordo Malo.
En su testimonio, Ávila aseguró que en sus registros sumaban hasta 10 millones de dólares que se habían pagado como sobornos a García Luna, aunque estos recursos no eran entregados directamente al exsecretario de Seguridad.
Detalló que los pagos eran entregados a otros narcotraficantes como Sergio Villarreal, alias el Grande o Édgar Valdez, conocido como la Barbie, quienes después presuntamente entregaban el dinero al exsecretario de Estado.
Sobre este asunto, Ávila agregó que en su registros no se colocaba como tal el nombre de García Luna sino el mote del tartamudo o el metralleta, que hacían referencia a los problemas del leguaje que presenta García Luna. (Con información de agencias)