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Política

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Falta coordinación para captar agua de lluvia

En México, de acuerdo con expertos, existe una falta de coordinación entre las universidades y el gobierno para la investigación y la implementación de tecnología para captación de agua de lluvia; además, subrayan la necesidad de normalizar estas prácticas a nivel nacional.

La sobreexplotación de fuentes superficiales de agua, como el Sistema Cutzamala, ha encendido los focos rojos sobre el abastecimiento del vital líquido en la región. Foto: Cuartoscuro.

En México, de acuerdo con expertos, existe una falta de coordinación entre las universidades y el gobierno para la investigación y la implementación de tecnología para captación de agua de lluvia; además, subrayan la necesidad de normalizar estas prácticas a nivel nacional.

“Mira, las tecnologías (para la captación de agua de lluvia) existen y no son complicadas. El problema es que no hay esa vinculación, digamos que debería de haber un intercambio, no de palabra, porque se hacen consultas, pero se toman decisiones, y políticas, de forma unilateral. Entonces debería de haber más intercambio, que nos escuchen a las universidades, pues al final somos las que hacemos la investigación”, indicó Delia Montero, coordinadora de la Red de Investigación en Agua de la UAM (AgUAM).

La especialista aseguró que, en la Ciudad de México, gran parte del agua de lluvia se pierde en el drenaje profundo, una situación que consideró podría aprovecharse en una ciudad con una alta demanda de agua.

“(Lo ideal sería) ir creando zonas de recarga, justamente con las lluvias. Eso hace que tu acuífero tenga más agua, que es de donde sacamos 70% (del recurso hídrico) y (también ayuda a) limitar algunas inundaciones, porque cada vez hay más inundaciones en la ciudad de México, porque el sistema de drenaje no se da abasto”, consideró Delia Montero.

Mario Schjetnan Garduño, arquitecto urbanista-ambientalista y promotor de la Alianza por el Agua en Abundancia en la Ciudad de México, explicó dos formas principales de cosechar agua: la natural y la artificial.

La primera implica la creación de cuerpos de agua superficiales, como lagunas de retención y represas en cañadas, que permiten la infiltración paulatina del agua de lluvia en el subsuelo. Este método, según el arquitecto, ha sido una práctica agrícola desde tiempos ancestrales

En cuanto a la captación artificial, Schjetnan destacó la recolección de agua de lluvia desde las azoteas, canalizándola hacia cisternas y posteriormente inyectándose en el subsuelo mediante pozos de absorción. Esta técnica ya ha sido implementada en proyectos específicos en la Ciudad de México, como el Tecnoparque de Azcapotzalco y la exrefinería de Azcapotzalco, donde se ha logrado infiltrar agua a profundidades de hasta 85 metros.

Además, comentó que diversos especialistas “estamos viendo con los geólogos en qué zonas de la ciudad sería más factible. No es lo mismo que tú infiltraras en Santa Fe, donde un pozo tendría que ser de 200 metros, a encontrar los acuíferos y las zonas absorbentes, que en las zonas intermedias. Eso es lo que estamos aprendiendo de los geólogos”, comentó.

arturo.rojas@eleconomista.mx

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