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Independientes no tendrían cerrada la vía de ir con partidos
Podrían entregar su carta intención y mantener negociaciones con un instituto político.
No hay una disposición legal ni constitucional que impida a alguien que manifiesta su intención ante el INE de ser candidato independiente buscar ser también abanderado de un partido político, explicó Benito Nacif, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE).
“Los partidos políticos deben ser casas abiertas, de acuerdo con sus propias reglas, su propia vida democrática interna, a diferentes movimientos sociales, ciudadanos que surgen a su alrededor que se alimenten de ellos”, consideró.
Nacif expuso que una persona que se incorpore como candidato independiente puede serlo también de un partido, siempre y cuando el instituto político contemple en sus estatutos el ingreso de esta figura.
No obstante, para el consejero Enrique Andrade, el empalme en los calendarios electorales revela categóricamente que no se pueden llevar a cabo ambos procesos.
“No está previsto que un candidato independiente mientras esté recabando las firmas pudiera ser candidato de un partido político”, destacó.
Si bien enfatizó que no está previsto por la legislación, tampoco está prohibido.
“Desde mi punto de vista, no es lo que está previsto en la ley”, reveló.
Explicó que hasta el momento el calendario para los independientes está detallado de la siguiente manera:
La fecha límite para que entreguen su manifestación de intención, en el caso de los candidatos a la Presidencia de la República, es el 14 de octubre. Una vez que el INE avale esta documentación, éstos tienen 120 días para recoger las más de 866,593 firmas que avalen su candidatura y para esto tienen como plazo la primera segunda semana de febrero.
Por otra parte, será en marzo cuando los partidos políticos estarán registrando a sus candidatos.
Difícil, nuevos partidos políticos competitivos, advierten
En una democracia real, el punto no es desaparecer a los partidos políticos ni evitar la discusión, sino crear vías de participación ciudadana, opinó el exsecretario de Gobernación, Alejandro Poiré.
En un ensayo sobre la reconstrucción de la democracia en México para el Instituto México del Centro Woodrow Wilson, el exfuncionario federal expresó que ello implicará diferencias en las vías para lograrlo e incluso en los objetivos deseados para la comunidad.
Pero, de acuerdo con el exfuncionario, es necesario reconocer que queremos soluciones impuestas que nos dicen qué hacer y cómo en nombre de la unidad nacional. “Queremos una democracia real y un espacio digno para construirlo”.
El hoy académico del Tecnológico de Monterrey advirtió, por otro lado, que además del enorme financiamiento que reciben los partidos políticos, es muy difícil la formación de nuevas instituciones políticas que compitan en las elecciones, ello a pesar de las recientes reformas que permiten la figura de las candidaturas independientes.
Una vez que se reduzcan los montos de fondos públicos, sería necesario disminuir sistemáticamente las barreras para ingresar a la boleta electoral, como aquellas existentes para formar nuevos partidos, el número de firmas necesarias para las candidaturas independientes así como la posibilidad de reelección aunque se abandone el partido de procedencia.
Detalló que en una democracia real, el nivel óptimo de financiamiento público para los partidos políticos no es cero. Aclaró que sí es mucho menos de lo que actualmente reciben, pero no puede eliminarse el presupuesto del erario para este fin.
De acuerdo con Poiré, el actual sistema de financiamiento y auditoría de los partidos es un fallo peligroso. “Es la peor inversión pública en la historia de México”. Expuso que el modelo se sustentaba en el valioso logro de ayudar a la posibilidad de alternancia partidista, pero a un brutal costo: construyó fortalezas de prerrogativas.
Sin embargo, “si no hay apoyo para ellos, el patrocinio existente o las estructuras corporativistas tendrán la ventaja en las actividades de organización del partido”, alertó Poiré en el texto “Para Reconstruir la Democracia”.
Advirtió que “no existe un mecanismo de financiamiento público o privado que elimine los incentivos de los candidatos a gastar todo lo posible para tratar de ganar una elección”.