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La historia nos juzgará y recordará: Calderón
El Presidente dijo que actuar contra la delincuencia era un imperativo categórico y serán recordados quienes lucharon por un México libre del crimen.
Tras afirmar que la historia juzgará y recordará a quienes lucharon por un México libre del yugo del crimen y de la delincuencia, el presidente Felipe Calderón instó a preservar el Estado de Derecho y la democracia.
Al conmemorar el 102 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana y al homenajear a Francisco I. Madero, el Presidente dijo que a pesar de la adversidad que se ha enfrentado en esta administración, las futuras generaciones recordarán estos días como el momento en el que el país tomó la decisión de romper las cadenas que lo querían atar al miedo, a la violencia criminal y a la zozobra que habita en la inseguridad .
Ante gran parte de su gabinete y representantes del Poder Legislativo y Judicial que se reunieron en la explanada Francisco I. Madero de Los Pinos, el Mandatario, con la banda presidencial en pecho, expuso que los mexicanos aspiran a ejercer las libertades y derechos a plenitud, sin cortapisa.
(Aspiramos a) libertad para expresar ideas, para desarrollar libertades económicas, para ejercer libertades políticas, para vivir en paz, en tranquilidad, sin que ningún poder de facto cancele, con su violencia, la más mínima garantía de los mexicanos , sentenció.
Durante la última ceremonia de este corte que encabeza, Calderón Hinojosa argumentó que la actuación contra la delincuencia organizada era un imperativo categórico, legal y constitucional, pues se registraba la violencia criminal en peligrosa expansión que desafiaba al Estado mismo.
En su oportunidad, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, hizo alusión a la alternancia del Ejecutivo a dos semanas de que gobierne Enrique Peña Nieto.
La democracia es espacio donde el triunfo electoral impone la responsabilidad de construir sobre lo logrado, de reconocer en el respaldo popular la oportunidad para conducirse con pasión por México, con transparencia en los actos y con la responsabilidad y la mesura que demanda nuestro país de todos sus servidores públicos , expuso.
Se refirió también a la derrota electoral, al explicar que ésta exige un ejercicio de autocrítica que reconozca que los ciudadanos no mienten ni son fácilmente engañados.
Durante la ceremonia, en la que se entregaron premios del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México a especialistas, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, dijo que la única responsabilidad hacia el futuro es proteger al régimen constitucional y no colaborar a su debilitamiento.
A nadie conviene, menos a quienes habrán de sucedernos, que nuestro régimen constitucional sufra averías o maltratos, mucho menos por parte de las autoridades obligadas antes que nadie a protegerlos , exclamó.
Mientras que el senador Ernesto Cordero opinó que México demanda visión y altura de miras a todos quienes tienen responsabilidades públicas, por lo que exhortó a dejar a un lado las diferencias políticas para construir los acuerdos que reclama la ciudadanía.
Al final de la ceremonia, Calderón Hinojosa, Poiré, Silva, Cordero y los secretarios de Marina y la Defensa Nacional encabezaron una guardia de honor al pie del monumento a Francisco I. Madero.
EL ÚLTIMO DESFILE DESDE EL BALCÓN PRESIDENCIAL
El presidente Felipe Calderón esbozó sonrisas con frecuencia al presenciar el último desfile cívico-militar que encabezó como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
El desfile conmemorativo del 102 aniversario de la Revolución Mexicana escenificó esta vez pasajes de la historia. Los asistentes presenciaron el desarrollo del Plan de San Luis, el Plan de Ayala y el Plan de Guadalupe, así como la creación del Ejército Constitucionalista.
La exhibición se caracterizó por la participación de más mujeres militares, pues en la administración calderonista se incrementó el número de enlistadas y con grados superiores.
Mientras, Calderón Hinojosa, con la banda presidencial en el pecho, veía el desfile a lado de Margarita Zavala y sus hijos, la policía militar ejecutó una tabla de 28 ejercicios que se utilizan para entrenar y someter criminales.
Doce paracaidistas arribaron justo en medio de la plancha del Zócalo capitalino y dos helicópteros Puma de reciente adquisición esperaron en la explanada a que los asistentes se acercaran, al terminar la exhibición.
Enseguida llegó un carro alegórico con los medallistas olímpicos y paralímpicos vestidos con ropa tricolor.
Todo era verde, blanco y rojo en la Plaza de la Constitución. Cientos de militares se colocaron frente a Palacio Nacional para formar mosaicos que exhibían figuras patrióticas. Elementos de seguridad se convirtieron en acróbatas sobre uno o tres caballos.
Los 8,071 militares, 106 policías y 2,016 civiles se observaron durante dos horas desde el Zócalo hasta el Monumento a la Revolución.
tania.rosas@eleconomista.mx