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Más agraviados por el gobierno estatal se sumaron a marcha
El viernes una mega marcha recorrió en silencio la Costera Miguel Alemán sin la presencia de un solo elemento policiaco. Pese a no formar parte del contingente, muchos habitantes del puerto mostraron su apoyo a los manifestantes.
El viernes pasado una marcha de alrededor de 60 mil personas, según cifras de la organización, ocupó los carriles de la Costera de Acapulco, centro económico del estado por su afluencia de turistas.
No hubo presencia visible de algún elemento de seguridad estatal o municipal; sin embargo, al término de la marcha la oficina del gobernador Aguirre emitió un comunicado para informar que había tenido una reunión para evaluar el operativo implementado por la marcha.
La manifestación se desarrolló casi en el silencio de un sepelio, sin que a lo largo de cinco kilómetros hubiera incidentes mayores más que algunas pintas en tiendas como Oxxo. Los comercios fueron cerrados y los empleados de hoteles y comercios permanecieron a las afueras de sus locales en espera de que pasaran, en algunos casos apoyando a los manifestantes con agua, refrescos o fruta.
Al recorrido se sumaron padres de familia del puerto que hicieron una cadena humana en varios tramos con el fin de manifestar su apoyo a los manifestantes, que llegaron en autobuses desde Tixtla, donde está ubicada la escuela Normal de Ayotzinapa, y otros desde lugares como Oaxaca, principalmente.
Desde el mediodía se reunieron varios grupos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero, académicos o ciudadanos que en diferentes momentos han sido víctimas de la justicia guerrerense o del crimen organizado.
Nosotros estamos entre los miles de agraviados por el gobierno de Aguirre, que fabrica pruebas y criminaliza a los jóvenes y la protesta , dice María Dolores García Castro, cuyo hijo fue detenido y torturado hace dos años para que confesara que había planeado el secuestro de Ramiro Sánchez García, hijo de Carlos Sánchez Barrio, quien en ese tiempo era el secretario de Desarrollo Económico de la entidad.
La mujer tiene en su memoria los días de terror que pasó para encontrar en dónde tenían detenido a su hijo, estudiante del último año de universidad, y quien había tenido una diferencia política con el presunto secuestrado y su familia. A esta diferencia atribuye que hayan intentado fincarle lo que al final, dice, parecía un autosecuestro. Su hijo fue liberado después del arraigo y un expediente de tortura abierto ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
También marcharon ecologistas que entre sus pérdidas tienen a compañeros asesinados y de lo cual también responsabilizan al gobierno estatal, entre otros.
En el altavoz, antes de que la tormenta los dispersara, el hombre que encabezó la marcha informó que Aguirre tiene unos cuantos días antes de que también el ayuntamiento de puerto sea tomado y la Costera sea escenario de un gran plantón.