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Política

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Robo con violencia, principal delito en el país

El robo con violencia y arma de fuego sigue siendo el principal delito que padece la mayoría de la población de 112 millones de mexicanos en todo el país; ilícito que se integra a casi 2 millones de delitos que ocurren en nuestro país anualmente, expone un informe.

El robo con violencia y arma de fuego sigue siendo el principal delito que padece la mayoría de la población de 112 millones de mexicanos en todo el país; ilícito que se integra a casi 2 millones de delitos que ocurren en nuestro país anualmente, expone un informe del Centro de Inteligencia del grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.

De acuerdo con el reporte, las entidades que más padecen la alta incidencia delictiva en cuestión de robo en general son: Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Distrito Federal, Tamaulipas; en contraste, Hidalgo, Tabasco y Sinaloa son los estados menos castigados con ese acto ilícito.

En el análisis de la empresa de seguridad privada, que preside Alejandro Desfassiaux, destaca que el robo a casa-habitación en lo que va del primer semestre del 2012 disminuyó en comparación con el mismo periodo del 2011, que dentro del universo de los delitos representó el año pasado 14% y en los primeros seis meses de este año, 8.9% en igual periodo.

Empero, en cuestión al uso de la violencia, el reporte consideró que de 8.9% de los ocurridos durante el primer semestre de este año, en 37.5% de los casos se realizó con violencia, lo que llevó a ocupar en lo que va del 2012 el lugar número cuatro de los principales delitos que padece la población mexicana.

En cuanto al robo con violencia, en el primer semestre del año en curso se informó que las armas que se utilizaron en todo tipo de robos fueron en 78% armas de fuego, 14% con arma punzocortante, 6% con armas falsas o hechizas y 2% con objetos contundentes.

Debido a esto es que la empresa Multisistemas recomienda desconfiar de servicios técnicos, vendedores, representantes y entrega de mercancía que no haya solicitado, no abrir la puerta para recibirla, porque en ese momento podría ser sorprendido y mantener un bajo perfil, entre otros.

rtorres@eleconomista.com.mx

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