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Política

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SEP cambiará de libros de texto y forma de enseñar, en medio de crisis educativa agravada por la pandemia de Covid-19

Los nuevos libros de texto se habrían elaborado, sin cumplir con lo establecido en la Ley General de Educación, que señala que, antes, debieron publicarse los planes y programas de estudio, lo cual no ha ocurrido. Se confeccionaron prácticamente en secrecía, sin la participación de padres de familia, maestros y expertos, aunque el gobierno asegura que sí, pero reservó por cinco años la información del proceso.

Foto EE: Especial

A pesar de que el sector educativo atraviesa por una crisis, profundizada por la pandemia de la Covid-19, que derivó en que alrededor de un millón 400,000 estudiantes abandonaran la escuela, el próximo 28 de agosto,— con el inicio del ciclo escolar 2023-2024—, comenzará de lleno la implementación de la llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM), con nuevos libros de texto gratuitos, una nueva organización curricular, con lo cual, en lugar de dar clases por materia, serán por proyectos, a partir de problemas comunitarios.

Lo que ha encendido las alarmas es que los nuevos libros de texto se habrían elaborado, sin cumplir con lo establecido en la Ley General de Educación, que señala que, para su producción, antes debieron publicarse los planes y programas de estudio, lo cual no ha ocurrido y ha motivado el inicio de, al menos, cinco juicios de amparo y, en uno de ellos, una juez concedió una suspensión definitiva, que el gobierno ha desacatado. 

Además, se confeccionaron prácticamente en secrecía, sin la participación de padres de familia, maestros y expertos, aunque el gobierno asegura que sí se socializó el proceso con esos grupos, pero reservó por cinco años la información del proceso.

Marco Antonio Fernández Martínez, profesor-investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, explicó que hay una reorganización de la forma en que se busca brindar los saberes, los aprendizajes, mediante campos de aprendizaje de la denominada Nueva Escuela Mexicana, y en esa reestructura, los anteriores libros de texto que estaban organizados por matemáticas, historia, etcétera, cambian de manera sustantiva a supuestamente privilegiar una formación mediante la transversalidad de conocimiento.

Para el especialista, eso suena muy bonito, pero, en primera, no es la manera en que han formado a los docentes ni se les está capacitando. Segunda situación. Justo a la hora que reordenan y hacen estos nuevos libros de texto, hay varios puntos básicos problemáticos, entre ellos los programas de estudio no están terminados y la parte analítica de los contenidos de las materias tampoco y no ha sido publicados oficialmente.

Para el ciclo escolar 2022-2023, la Secretaría de Educación Pública repartió 152 millones 545,558 libros de texto:

  • Preescolar: 6,996,332
  • Primaria: 99,155,179
  • Braille primaria: 9,431
  • Macrotipo primaria: 62,247
  • Secundaria: 33,503,890
  • Braille secundaria: 3,322
  • Macrotipo secundaria: 27,602
  • Telesecundaria: 10,993,055
  • Braille telesecundaria: 857
  • Educación indígena: 1,793,643

Fuente: Conaliteg     

Del memorándum para abrogar la reforma de Peña Nieto, a la Nueva Escuela Mexicana

El 16 de abril de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un memorándum, mediante el cual ordenó abrogar la reforma educativa, impulsada por el gobierno del presidente, Enrique Peña Nieto, aprobada por el Congreso, en 2013. 

Posteriormente, el 15 de mayo de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de Reforma Educativa, en la cual no se menciona la NEM; sin embargo, el 30 de septiembre de 2019, fue publicada la Ley General de Educación hasta hoy vigente, cuyo artículo 11 establece que el Estado, a través de la NEM, buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación.

En su artículo 14, señala que la SEP promoverá un Acuerdo Educativo Nacional que considerará “concebir a la escuela como un centro de aprendizaje comunitario en el que se construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas, culturas y formas de convivencia en la comunidad y en la Nación”.

El mismo ordenamiento señala que la SEP, realizará las modificaciones a los planes y programas de estudio para adecuar su contenido, con la finalidad de que, para el inicio del ciclo escolar de 2021-2022, los libros de texto cumplan con lo establecido por la ley en la materia.

Sin embargo, al menos hasta el viernes pasado, el gobierno no había expedido los nuevos planes y programas de estudio con los cuales se basaría la elaboración de los libros de texto.

Juez concede suspensión, pero el gobierno no acata

La Unión Nacional de Padres de Familia promovió un juicio de amparo, ante el juzgado tercero de distrito en materia administrativa, de la Ciudad de México, ante la violación al procedimiento marcado por la Ley para elaborar los nuevos libros y el 26 de mayo pasado, la juez, Yadira Medina Alcántara, concedió una suspensión definitiva, con lo cual el gobierno debiera parar la distribución de los nuevos libros de texto.

Ante esa situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no se retirarían los libros. “No hay motivo o razón para retirarlos o para embodegarlos. Estamos hablando de millones de ejemplares. No, en todos lados se van a distribuir, se van a entregar y es un mensaje de atraso el querer embodegar un libro, ocultar los libros, es como enlatar una película”.

Por su parte, la SEP emitió una tarjeta informativa el pasado 1 de agosto en la que señala: “Con relación a los juicios de amparo sobre los nuevos Libros de Texto Gratuitos (LTG), la Secretaría de Educación Pública (SEP) informa que ha cumplido escrupulosamente el desahogo de requerimientos judiciales y, en observancia al principio de legalidad, señala que se encuentra en tiempo, en forma y en condiciones de publicar los programas de estudio definitivos (sintéticos) que han constituido la base para la elaboración de los nuevos LTG”.

Por otra parte, en septiembre de 2022, la SEP canceló el plan piloto de implementación del nuevo plan de estudios para 2022 de la NEM, derivado de un amparo promovido por la organización Educación Con rumbo.

Nueva organización de asignaturas y clases por proyecto en lugar de clases por materia

Irma Villalpando, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló que entre los principales cambios que implica la Nueva Escuela Mexicana (nombre que ha dado el gobierno a su reforma educativa), se encuentra la organización curricular.

Ahora, en lugar de que los alumnos tengan clases por asignaturas o materias, habrá campos formativos y son cuatro: Lenguajes; Ética, naturaleza y sociedad; Saberes y pensamiento científico y De lo humano y lo comunitario.

En el de Lenguajes están integrados español, inglés, artes y educación indígena. En el de Ética, naturaleza y Sociedad están geografía, historia y formación cívica y ética. En el de Saberes y pensamiento científico están matemáticas, biología, física y química. Y en el De lo humano y comunitario están tecnología, tutoría/educación socioemocional y educación física.

Ahora, en lugar de recibir clases por materia será por proyectos. De acuerdo con la SEP, esta metodología permite crear aprendizajes gracias a la realización de una producción concreta. A través de una serie de etapas, los alumnos colaboran, guiados por los docentes, para responder a una problemática, resolver una situación o responder a una pregunta, apoyándose en un tema que suscita su interés.

La especialista destacó que el libro de texto es muy importante porque tiene una doble función: le sirve al maestro como material de enseñanza y al alumno como material de aprendizaje, pues ahí puede leer, resolver y practicar. Se trata de la manera concreta donde la reforma educativa se implementa.

Para la especialista, el cambio de la organización curricular, que implica pasar de materias independientes a campos formativos es una idea buena, porque cualquier problema de la vida diaria no es un asunto de una sola materia. Además, ha sido bastante trabajada en varios países. Recordó que la crítica que se le ha hecho a la forma de enseñar por materias o asignaturas (como se ha hecho en México hasta el ciclo pasado), es que de esa forma se fragmenta el conocimiento.

Es por ello que hace sentido que, para enseñar se opte por lo transversal o interdisciplinario; sin embargo, recalcó, el gran problema es la implementación.

A manera de ejemplo, expuso que si para enseñar se dice vamos a unir matemáticas con ciencias (como lo plantea el campo formativo identificado como Saberes y pensamiento científico) o español con artes, inglés y educación indígena (como lo plantea el campo formativo denominado Lenguajes, si se diseñan lecciones integradoras, consistentes y pertinentes para la edad de los niños que se trate, puede funcionar. El problema es que el paso a la implementación no se dio de manera solvente.

Detalló que, en el caso de Saberes y pensamiento científico, primero es necesario trabajar aprendizajes propios de la asignatura. “Tienes que trabajar primero contenidos sólidos de la materia y posteriormente se pueden hacer vinculaciones” o identificar proyectos que se pudieran hacer.

En el caso de los libros Proyectos del aula, Proyectos escolares y Proyectos comunitarios, indicó, contemplan para primer grado 60 proyectos, lo cual parece un exceso, pero no se sabe por qué se decidió esa cantidad.

“El gran problema es que, por cargarse a una metodología, se debilitaron otras áreas de la enseñanza”, dijo.

Por otra parte, comentó que es extraordinariamente complicado dirigirte a tres públicos diferentes y los libros dicen en su portada que son para alumnos, maestros y familia. El profesor sabe de teoría pedagógica y procesos de enseñanza-aprendizaje; el papá es adulto, pero puede ser que no esté versado en metodologías y el niño está en proceso de aprendizaje. Eso hace complicado hacer un libro con un discurso para tres destinatarios.

La pregunta que nos hacemos es: ¿quién decidió que era para los tres y con qué argumentos?

La estrategia fue filtrar versiones preliminares

Por otra parte, la investigadora Carolina Irene Crowley Rabatté, llamó la atención en que durante 2022 y lo que va de 2023 la SEP a emitido o filtrado documentos relacionados con la Nueva Escuela Mexicana que llevan impresas las leyendas “Documento de trabajo,” “Material en proceso de edición “y “Versión preliminar”.

En el caso del plan de estudios para 2022, de enero a agosto del año pasado, la SEP filtró tres versiones con la leyenda “Documento de trabajo”: 

  1. Marco curricular y plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana, con fecha de enero 2022, conformado por 157 páginas;
  2. Plan de estudios de la educación básica 2022 (Marco y estructura curricular) con fecha mayo 2022, con 197 páginas y 
  3. Plan de estudios de la educación básica 2022, en agosto del 2022 con 188 páginas.

En cuanto al Programa de Estudios, en un periodo de once meses, emitió dos versiones con la leyenda “Documento de trabajo”: El primero el 18 de enero de 2022 y corresponde al Programa Analítico y el segundo, el 26 de diciembre de 2022, con el nombre de Programa Sintético.

Durante un webinar organizado por el Instituto de Investigación Educativa y el Centro Universitario de Ciencias Económico y Administrativas de la Universidad de Guadalajara, la especialista explicó que han ido cambiando parte de los contenidos de esos documentos.

En el caso del Programa Analítico – Programa Sintético, para el programa de la fase tres, que corresponde a primero y segundo de primaria, se pasa de 18 contenidos en la primera versión, a 67 en la segunda. En la organización para su ejecución cambia de tres elementos, que son diálogo, progresión de aprendizaje y orientaciones didácticas a considerar solo uno, Proceso de desarrollo de aprendizajes.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) consideró que el proceso para la implementación de este nuevo plan de estudios fue planeado al vapor.

Desde su presentación en agosto de 2022, la nueva propuesta curricular ha estado rodeada de incertidumbre, descontento y opacidad, asegura.

Para Irma Villalpando, lo grave es que teniendo un sistema de educación en donde las escuelas adolecen de muchas cosas, de que acabamos de pasar por una pandemia, se decidió cambiar a estos nuevos libros, cuando se tenían unos que eran, sino excelentes, si eran suficientemente aceptables y pertinentes. 

(Primera de tres partes)

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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