Índice de morosidad bajo impulsa la colocación del crédito automotriz

La compra de un vehículo nuevo en México representa el segundo bien más importante después de una vivienda. Pero sin acceso a un crédito resulta casi imposible para millones de consumidores hacerse de un auto cero kilómetros. Desde el 2020, año en el que la industria automotriz tuvo su peor balance en la historia reciente, la recuperación del sector ha sido constante.

El aumento en las tasas de interés en México podría parecer el mayor obstáculo para quienes buscan el mejor plan con un banco o con las financieras de las marcas. Sin embargo, en el comportamiento reciente de las ventas a crédito, se observa que la participación de éste se mantiene estable en términos generales y como detonador de un sector que, desde el 2016 (año récord con la puesta en el mercado de 1 millón 607,165 unidades), va a la baja.

En los tres últimos años, de acuerdo con información proporcionada por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) en conjunto con Jato y Urban Science, se aprecia una participación consistente del crédito.

En el 2020 se comercializaron 949,353 vehículos de agencia, de los cuales 62.5% fue por medio de un financiamiento. Para el 2021 se registró una recuperación del mercado automotor de 7% para alcanzar 1 millón 14,735 autos, de los que 59.3% se vendió a través de un banco o de una financiera de marca. Mientras que el 2022 cerró con 1 millón 86,058 vehículos ligeros con una participación de 58.2 por ciento.

Miguel Barbeyto, presidente de Mazda de México, en entrevista con este medio, recalcó la importancia del crédito a pesar del entorno económico actual.

“Al analizar los datos históricos, la participación del crédito en las ventas ha ido incrementando poco para lo que el financiamiento representa. En Mazda consideramos que este año seguirá creciendo poco, pero lo hará. Entiendo el punto de que las tasas de interés son cada vez más elevadas, pero la única forma en la que los clientes pueden hacerse de un vehículo es con financiamiento, sea puro o autofinanciamiento, pero es la única forma, esto a pesar de que las tasas son altas con niveles que van de 15 a 19%, y en algunas marcas hasta de 20%, pero es la forma de hacerse del vehículo”.

Aumento inevitable

De acuerdo con la información más reciente de la Asociación de Bancos de México (ABM), gracias a una intensa competencia y a una buena gestión de riesgos, las tasas bancarias de nuevos créditos han aumentado en menor proporción que la tasa de interés de referencia del Banco de México, que en este momento se ubica en 11 por ciento.

Analizado a detalle el sector del crédito automotriz, el alza de la tasa de interés fue de 1.85 puntos porcentuales entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022 para quedar en 14.27 por ciento.

Al respecto, Alfonso Chiquini, director de Marketing de Volkswagen de México, dijo que para la marca la expectativa es que las tasas de interés mantendrán su tendencia alcista, lo que provocará que el financiamiento se siga encareciendo aunque no representará un riesgo para el estimado de venta de la industria en el 2023.

“Recordemos que más de 65% de los autos que se venden en México es a través de un plan financiero. Pero se sigue presentando un fenómeno, y es que todavía tenemos el remanente del año pasado: la necesidad de movilidad. Entonces aún no se están resintiendo en el mercado ni el aumento de las tasas de interés ni el alza de los precios porque había un rezago muy largo de movilidad”.

Por su parte, Barbeyto fue más atrevido al dar su estimado del nivel de la tasa de interés en el financiamiento automotriz. “Una tasa real de mercado es del 17.5%, es la que creo será el  promedio para este año”.

Morosidad bajo control

El análisis de la ABM enfatiza el crecimiento en el número de créditos colocados a pesar del aumento en las tasas de interés, tanto bancarias como de referencia. En primer lugar muestra que en el sector automotriz el incremento de la tasa de interés de nuevos créditos en el periodo de noviembre del 2021 a noviembre del 2022, la diferencia fue de 185 puntos base. A ello se suma que la variación anual del flujo de nuevos créditos, (enero a noviembre del 2022), fue de 17.2 por ciento. En tercer lugar está el indicador más contundente del óptimo estado del sector financiero automotriz: la variación anual del Índice de Morosidad Financiera (Imor), de 0.9 por ciento.

Al respecto, el ejecutivo de Volkswagen, indicó que una cartera vencida baja es la responsable de que el crédito automotriz mantenga su vigor. “Al tener una tasa de cartera vencida baja permite tomar un poco más de riesgo, que se puede reflejar en tasas un poco más accesibles o en mayor nivel de otorgamiento de crédito. Mientras la cartera vencida sea baja, esto podrá abonar a que las tasas no lleguen a niveles tan altos o que los bancos puedan dar más crédito”.

marcos.martinez@eleconomista.com.mx