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La banca fintech toma velocidad en España
Todavía no generan beneficios, no protagonizan campañas de publicidad masivas y no prestan un catálogo de servicios que abarque todo el espectro que sí cubre la banca tradicional.
Todavía no generan beneficios, no protagonizan campañas de publicidad masivas y no prestan un catálogo de servicios que abarque todo el espectro que sí cubre la banca tradicional. La banca fintech es aún un sector en desarrollo en España, pero que crece a tasas por encima del doble dígito.
Este todavía incipiente sector en España espera que el 2019 sea su año. Neobancos como Bnext, N26 y Revolut, que hace 12 meses apenas contaban con unas decenas de miles de clientes, esperan superar durante este ejercicio el millón de usuarios activos de forma conjunta, impulsados por su modelo de precios bajos e inversión en tecnología.
Bnext, compañía española de base tecnológica, es la que presenta los objetivos más ambiciosos. En enero del año pasado, esta fintech contaba con 800 clientes. Un año después, la cifra de usuarios activos se ha elevado hasta 115,000 personas, que generan un volumen de transacciones de 140 millones de euros anuales.
El crecimiento de Bnext se está acelerando y por ello el objetivo de esta startup “es multiplicar por cinco el número de usuarios el año que viene”, según señala Alfonso Sainz de Baranda y López-Artamendi, responsable de crecimiento de la compañía, que recalca que uno de sus puntos fuertes reside en el hecho de que no son un banco, sino un marketplace, un supermercado digital que, entre otras cosas, ofrece productos de terceros.
Los productos estrella de Bnext (que no dispone de licencia bancaria propia, pero opera a través de la de Pecunia Cards, entidad autorizada por el Banco de España) son una aplicación móvil gratuita y una tarjeta de prepago con una cuenta bancaria asociada que permite hacer retiros de efectivo de cualquier cajero sin costo.
Hacer retiros de cajeros gratuitos también es ofrecido por N26 a sus usuarios. Este neobanco alemán, que cuenta entre sus inversionistas al gigante chino Tencent y al fondo soberano de Singapur, a diferencia de Bnext, sí cuenta con su propia licencia bancaria y compite en el mercado español también con una tarjeta de débito y una cuenta corriente, además de ofrecer un catálogo de productos.