Ariel Guzik y su música mística, en la Bienal de Venecia

Pesa media tonelada, tiene 180 cuerdas y dentro lleva un corazón de cuarzo de 45 centímetros de diámetro por 180 de alto. Es capaz de crear sonido no a partir del rasgueo de sus cuerdas, la acción del viento ni el embate percusivo, sino gracias a que reacciona por fuerzas magnéticas invisibles (así dice la descripción oficial) que responden con el cuarzo y el metal. Es una obra pesada pero sutil, como la describe la curadora Itala Schmelz. Su nombre es Cordiox y su creador es el artista y científico alternativo Ariel Guzik.

Cordiox representará a México en la próxima Bienal de Venecia en la sección de arte. Se encontrará expuesta dentro de la iglesia de San Lorenzo, muy cerca de la Plaza de San Marcos, centro turístico de Venecia. Se mantendrá en exhibición desde el 28 de mayo hasta el 24 de noviembre.

Una parte importante de la Bienal son los pabellones nacionales, donde los países invitados presentan lo mejor de su arte contemporáneo. El pabellón mexicano tendrá esta obra de Guzik que fue seleccionada por un comité conformado por los directores de los museos de arte contemporáneo del Instituto Nacional de Bellas Artes.

La iglesia de San Lorenzo data del siglo VI, aunque su construcción actual pertenece al siglo XVI y está en un estado de deterioro importante. Un lugar donde se estudiaba música durante el Renacimiento, donde Giuseppe Verdi ensayaba y donde en 1984 Luigi Nono presentó su obra Prometeo.

Según explicaron Schmelz y Guzik en conferencia de prensa, la iglesia es más que una sede: forma parte integral de Cordiox. Es un edificio cargado de historia y su estado ruinoso lo hace romántico. Cordiox recoge estas corrientes energéticas, de la entropía, de lo que va sobrando de lo que pasa alrededor, y las convierte en un sonido armónico , dijo Schmelz. Como el espacio no se puede recorrer por su mal estado, esta música es un modo de apreciar el edificio .

EL PROYECTO EN SAN LORENZO

El presupuesto total del pabellón mexicano en la Bienal de Venecia es de 12 millones de pesos. La mitad de ese dinero se usó para acondicionar la Iglesia de San Lorenzo. Tres de esos millones fueron para construir la pieza y el resto para los demás gastos, explicó María Cristina García Cepeda, directora del INBA.

El año pasado se había anunciado que San Lorenzo sería sede durante por lo menos nueve años del pabellón mexicano en Venecia.

Sin embargo, hace unos días Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, había descartado el proyecto por falta de presupuesto.

García Cepeda se refirió al tema. Cuando llega mi administración al INBA nos damos cuenta que la administración anterior había dejado un adeudo por 120 millones de pesos que tenemos que pagar con el presupuesto de este año. Eso no nos permite cubrir 1 millón de euros que cuesta el contrato de comodato con el gobierno de Venecia por la iglesia de San Lorenzo .

La Directora no quiso precisar cuáles eran los rubros del adeudo. Sólo dijo que eran compromisos asumidos (por la administración cultural anterior, encabezada por Consuelo Sáizar) que no se habían pagado .

Sin embargo, explicó que no se ha abandonado la idea de convertir la iglesia en un recinto permanente para el arte mexicano. Se busca una presencia permanente de México en Venecia. Es muy importante para nosotros. El proyecto actualmente se encuentra en evaluación, no lo hemos abandonado y estamos en pláticas con la Comuna de Venecia (el gobierno local) para que San Lorenzo sea la sede mexicana de modo permanente . Prometió García Cepeda que habría novedades al respecto después de la inauguración de Cordiox en Venecia.

concepcion.moreno@eleconomista.mx