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Arte e Ideas

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Causa controversia uso de perros en exposición del Museo Tamayo

La muestra de Nina Beier motiva discusión pública; mientras la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial investiga si hay “maltrato animal”, como acusa un sector de la sociedad, hay quienes opinan que no hay evidencia de violencia animal y que se trata de un acto de censura.

Foto EE: Especial

Foto EE: Especial

Ayudarse de especies animales con motivos artísticos es un tema que ha tomado primer orden en la opinión pública en la Ciudad de México, por motivos varios incluyendo al menos tres exposiciones vigentes en la capital mexicana.

Pero la discusión cobró fuerza a partir de la apertura el pasado 23 de mayo de la exposición “Casts”, de la artista multidisciplinaria danesa Nina Beier, en las salas 1 y 2 del Museo Tamayo Arte Contemporáneo, y específicamente detonó con el performance “Tragedy 2011”, el cual se llevó a cabo como uno de los actos de arranque de la muestra.

En este performance, a decir del texto difundido por el INBAL como anticipo de la inauguración de la muestra, varios perros, por instrucción de sus dueños, se postran sobre una serie de alfombras y simulan estar muertos.

Este acto performático generó la reacción desfavorable en varias cuentas de usuarios de redes sociales, en los que se señala un presunto sometimiento y estrés de los animales durante el acto y quienes declaran que este acto puede tratarse de una violación de la Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Ciudad de México, dado que en su artículo 25, fracción VII, prohíbe, “por cualquier motivo”, “celebrar espectáculos con animales en espacios públicos y privados”.

Los comentarios vertidos en redes sociales durante el fin de semana argumentan que en el acto se observa a los caninos en “extrema incomodidad”, mientras que otros usuarios defienden que el tipo de obediencia mostrada es resultado de un entrenamiento que no necesariamente recurre al maltrato animal y, en todo caso, consideran indispensable investigar los procedimientos de las personas encargadas del cuidado y adiestramiento de los animales que participan del performance, esto para emitir una decisión objetiva sobre el acto.

Se investiga el acto performático

El sábado pasado, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT) informó que “a partir de múltiples reportes, iniciará la investigación correspondiente por el uso de animales en la exposición ‘Casts’ de la artista danesa Nina Beier”.

Ese mismo día, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, expresó: “en la Secretaría de Cultura respetamos los criterios de programación del INBAL y sus museos en favor de la libertad creativa. Sin embargo, nunca estaremos de acuerdo con vulnerar los derechos de seres sintientes”.

Al día siguiente, el Museo Tamayo difundió: “atendemos con prontitud la presencia y la investigación de la PAOT en relación con la exposición de Nina Beier. Colaboraremos con la investigación atendiendo los procesos que sean necesarios”.

Asimismo, el recinto explicó que en el performance “Tragedy 2011” los perros participantes estuvieron “acompañados por su entrenador y con la autorización de sus responsables”. Explicó que los animales “reposan sobre un tapete persa por 10 minutos” y detalló que “este performance era el único previsto en el contexto de la exposición, por lo cual no se volverá a presentar”.

De esta manera, el INBAL anunció que su directora general, Lucina Jiménez, junto con la coordinadora nacional de Bellas Artes, Lluvia Sepúlveda, acompañaron a la directora del Museo Tamayo, Magali Arriola, para facilitar los elementos necesarios en favor de la investigación de la procuraduría correspondiente.

Opiniones contrarias a las denuncias

En contraparte, el curador en jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Cuauhtémoc Medina, cuya voz ha sido constante y participativa en ámbitos políticos en redes sociales, declaró fuertemente:

“Banalidad y cobardía. No es correcto que la Secretaría de Cultura censure un proyecto tan sólo por hacer eco de las quejas emocionales de los ciudadanos. No hay pruebas de que aquí haya maltrato animal”.

Por su lado, en declaraciones para este diario, la activista y rescatista animal Diana Robles opinó: “no considero que sea un tema de maltrato animal, no lo veo como un acto cruel. Se dice que son perros que han sido sometidos, y aunque no he visto la exposición para tener un punto de vista más preciso, no veo perros expuesto en condiciones deplorables, es decir, no veo perros sucios, lastimados ni amarrados; no están bajo el sol, no se ven enfermos, es más, ni siquiera están tirados en el piso”.

Asimismo, Diana Robles argumentó que, en todo caso, hay otros actos performáticos o de exposición artística donde claramente se observa el maltrato animal.

“Lamentablemente, las personas están atravesando una etapa de actitud ofensiva, pero no las veo cancelando la exposición en el Museo Jumex, para la que el artista Damien Hirst sacrificó cinco tiburones (…) también pienso en la exposición de Guillermo Vargas y lloro de impotencia”, declaró esto último en referencia al artista costarricense quien en 2007 expuso en una galería en Nicaragua a un perro sin hogar notablemente en estado de desnutrición.

Contexto del performance

En 2011, durante su primera exposición en solitario de nombre “Portrait Mode” en el Kunsthal Charlottenborg, en Copenhague, la artista Nina Beier presentó el performance “Tragedy” con el mismo procedimiento realizado en el Tamayo.

De acuerdo con la ficha del Museo Tamayo Arte Contemporáneo a propósito de la exposición “Casts”, la cual fue curada por Aram Moshayedi, curador en jefe interino del Hammer Museum de Los Ángeles y curador residente en el Tamayo, se explica que la muestra de Beier “se convierte en el escenario de una serie de encuentros performáticos, discretos e intermitentes, que resignifican el contenido de las salas de exhibición de un momento a otro. Estas presencias corporales —un actor que pretende llorar, un recepcionista del museo se deja crecer el pelo y la barba, una mujer embarazada se pone el abrigo de pelo de camello, entre otros—. La práctica artística de Beier tiende a la contradicción, y sugiere que la exhibición de la escultura tiene un carácter tan escenográfico como museográfico. El propio título de la exposición refleja la naturaleza doble de los intereses de Beier, ya que en inglés la palabra cast, refiere tanto a un proceso escultórico a base de moldes, como al papel asignado a un actor en el reparto de una obra”.

¿Qué dice la ley al respecto?

  • Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Ciudad de México
  • Artículo 25. “Queda prohibido por cualquier motivo”:
  • Fracción VII: “Celebrar espectáculos con animales en espacios públicos y privados”.
  • Luego entonces, cabe la pregunta, ¿una exposición artística es un espectáculo?

Ahora bien, el Artículo 25, Fracción XXII, párrafo quinto, establece:

En los espectáculos de adiestramiento, entretenimiento familiar, ferias y exposiciones a que se hace referencia en el párrafo anterior, en todo momento se deberá garantizar el bienestar animal”.

En un comunicado del Tamayo, se explica:

“El Museo Tamayo es el único museo de la Ciudad de México que tiene una relación de igualdad con su comunidad perruna. En los alrededores del Tamayo existe una gran actividad relacionada con todas las formas de vínculo entre los perros y los humanos. Es por ello que el Tamayo ha creado diferentes formas de participación de los perros de su comunidad dentro de las salas y una vez al año se les dedican temporadas para ellos. Entran a las salas del recinto acompañados por sus cuidadores, pero los protagonistas son los perros”.

Firmado por Magali Arriola, directora del Tamayo

Nina Beier, artista

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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