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Consorcios entre IP y academia
Si las empresas se unen para aportar capital para hacer investigación, el riesgo se reduce.
El Laboratorio Nacional de Informática Avanzada (LANIA) y la Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (Fumec) presentaron la iniciativa mexicana de consorcios academia-industria, la cual pretende emular un modelo de participación como el instituido en la Unión Americana, que ha arrojado resultados muy positivos.
El proyecto presentado en México es auspiciado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y busca crear dos consorcios de participación academia-industria para el 2015: el primero para abordar el tema logística y distribución, en colaboración con el Center for Excellence in Logistics and Distribution, con sede en la Universidad de Arkansas; el segundo sobre es mantenimiento inteligente y preventivo, con la participación del Center for Intelligent Maintenance Systems, de la Universidad de Ohio.
Sobre el esquema de operación de ambos consorcios, explica la doctora Cristina Loyo Varela, directora de LANIA, que la institución ha trabajado desde hace dos años en la creación del proyecto, para lo cual conocieron el Industrial Cooperative Research Program, diseñado por la National Science Fundation, el cual es financiado por el gobierno estadounidense.
Se trata de crear relaciones de muy largo plazo en temas precompetitivos y atender a diversas empresas, industrias y entidades gubernamentales con un problema en común. A diferencia de otros proyectos, éste trata de construir consorcios de múltiple participación empresarial y, por el otro lado, instituciones académicas que tengan las competencias y el conocimiento, las habilidades y a los investigadores y estudiantes que sean capaces de resolver esos problemas .
Los consorcios se constituyen como un órgano de gobierno, dirigido por un consejo asesor constituido por las empresas; éstas pagarán una membresía anual, lo cual les permite plantear el problema a resolver, mismo que se someterá a votación por todos los miembros para que se atienda a los de mayor importancia; además, al integrar el consorcio, la empresa tiene derecho al licenciamiento de uso de por vida de lo que se genere en las investigaciones participativas.
La doctora Loyo Varela refiere también que cada empresa miembro del consorcio puede elegir en qué institución académica se colocará su aportación económica para que se trabaje en la investigación que corresponda.
Hasta ahora son ya parte del modelo LANIA, Cidesi, la Universidad de las Américas, Cimat e Infotec, mientras que la UNAM, el INAOE y el IPN han mostrado interés en participar.