Lectura 6:00 min
El pop catártico de Flor Amargo y su búsqueda espiritual
Quería ser directora de orquesta y estuvo a punto de dejar la música, pero decidió tomar las calles para dar a conocer su propuesta.
Platicar con Flor Amargo es como asistir a una obra de teatro. Habla de bulto, gesticula, da matices a su voz. Diría que es un monólogo, de no ser porque ésta es una entrevista donde hubo preguntas y respuestas. Histriónica es, sin duda. No por nada a su género musical lo llama catartic pop .
Flor Amargo es el nombre artístico de Maite Carballo. Hace un par de años lanzó un disco estupendo: Carrusel, salió en un reality show y desapareció del radar. Su disquera le dio la carta de retiro y ella estuvo a punto de perderse, de dejarse ir.
Bueno, de cierto radar, porque Flor Amargo se mantuvo activa. Dio clases de música y se volvió artista de la calle. En la avenida Juárez del Centro Histórico del DF y luego en el callejón de Motolinía, Flor (y Maite) recuperaron el aire.
Estaba a punto de renunciar a la música , cuenta, y entonces pasé frente a unos músicos en la calle y sentí una gran inspiración (...) Dicen que Dios habla por medio de la intuición y eso sentí, que mi intuición me llamaba a volver a tocar .
Tomó las calles, pues. Y vendió su disco a mano. Resultó que le iba mejor que con la disquera. Vendía, a veces, unos 100 discos por presentación. Un amigo que trabaja en una disquera no me creía, me decía que ni Luis Miguel vende tanto .
Me di cuenta de que existe otro camino más allá de las disqueras, un camino que debemos forjar nosotros, los artistas, con el público , asegura.
Amargo está a punto de presentar su segundo disco, Espejo cristal, una obra totalmente independiente en la que colabora con otros músicos como ella, que han optado por la libertad creativa y el pop de calidad. Tiene colaboraciones con Jaime Kohen, René Lugo, el grupo Tren a Marte y Madame Recamier. Todos son guerreros de la música , me dice con ese modo emotivo suyo.
Espejo cristal se presenta este 30 de octubre en el Foro del Tejedor, de la cafetería El Péndulo, en la colonia Roma.
En entrevista hablamos de sus influencias, de cómo se hace el pop y sobre su búsqueda espiritual en la música y en la vida.
Carrusel está lleno de buenas canciones poperas, pegajosas y llenas de emoción. ¿Cómo se hace una gran canción pop?
Buscando no hacerla. Buscando no pegar. Cuando dejas de pensar es cuando surge la gran canción pop, es cuando surge el alma y el corazón. Tienes que dejar de pensar y dejarte llevar por lo que llevas dentro.
En ese disco se notan muchas influencias, desde Edith Piaf hasta The Police. ¿Qué creciste escuchando?
Por mi abuelo escuché desde niña mucha música. Mucha música instrumental, música de los 60 y antes. Edith Piaf, sí, pero también Al Caiola... Los cañones de Navarone fue la primera canción que quise comprar.
¿Y el primer disco?
El primer disco que descubrí fue Revolver de los Beatles. Cuando oí Taxman me voló la cabeza. Es mi favorito todavía. O sea, Al Caiola y Piaf me llegaron por mi abuelo y de manera inconsciente, pero el Revolver ya fue una búsqueda consciente de mi parte.
Tienes una formación clásica, eres pianista de Conservatorio. ¿Por qué preferiste el pop a la música de concierto?
Quería ser directora de orquesta pero mi mamá me inscribió en el curso de piano del conservatorio. Me gustaba, pero mi vida cambió cuando tocó un tumbao, un son montuno con una banda. Cuando escuchaba el piano con la batería y la guitarra fue como ver un llano hermoso lleno de flores. Tocar con una banda fue una revelación.
Música espiritual ?y orgánica
Ahora está clavada en el piano clásico solo. El piano me da un melancolía muy especial. Me siento como en una película. Me hace entrar en estados que me encantan porque yo soy soñadora. Me lleva a un estado emocional donde la vida no me parece tan seria , nos detalla.
Su otra banda favorita es Queen, sueña con alguna vez tener la potencia escénica de Freddy Mercury. De México oye a Café Tacuba, Natalia Lafourcade, Carla Morrison y Julieta Venegas. Y tiene desde hace poco una obsesión: la música llana, los cantos gregorianos. Todo eso conforma un caldo de cultivo rico, ecléctico, del que nace Espejo cristal.
En Espejo cristal hay mucha música circense e influencia griega. Metí trombones, metales, es un disco divertido. Es muy light, chistoso, de música más orgánica, sin tantos sintetizadores, más acústico. En vivo trata de meter a la gente en otro estado mental, como un flautista de Hamelin, ser como un payaso. Cada concierto es como tocar al público, sacarlo de lo que trae encima y llevarlo conmigo a mi emoción , continúa la músico Amargo.
Al mismo tiempo, hizo un disco de meditación, música más sencilla, piano solo, guitarra sola. Al rato voy a hacer música de una sola nota. Estoy en la búsqueda del desapego, de olvidarme de mi ego, de la vanidad .
¿Eres una persona espiritual?
(Hace una pausa) Las personas espirituales son como los monjes que están en el Tíbet (...) Yo me considero una persona que quiere acercarse a su espíritu por medio de la música. Quiero desprenderme, desapegarme.
El disco nuevo se regala con la entrada al Tejedor. La estrategia es parte de su búsqueda del desapego. La industria tradicional ya no le está sirviendo ni al artista, ni al empresario, ni mucho menos al público. Piensan que mientras más frío, más materialista, más van a vender y no es cierto. Hay que regresar al origen, a la gente, a tocar el corazón de la gente , continúa la artista musical.
Lo que le falta para hacerla en el mundo del pop: Cuando entendí, por el sufrimiento y el dolor, que el arte se hace por pasión, no por ego ni vanidad, fue cuando empecé a ser verdaderamente libre. Cuando pueda renunciar a todo y todo lo entienda como material de la felicidad, entonces habré triunfado. Es desapego, desapego para cumplir mi destino .
Flor Amargo.
Presentación de? Espejo cristal
Jueves 30 de octubre,
8:30 pm
Foro del Tejedor.
Álvaro Obregón 86, Roma
Entrada: $120
