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El teatro está habituado a persistir ante las crisis: Teatro INBAL
Acercar las artes escénicas a las nuevas generaciones es el gran reto de la Coordinación Nacional de Teatro, estima su titular, Daniel Miranda. Aboga por más recursos públicos para la disciplina.
Las artes escénicas en el país, en particular el teatro y la danza, han sido las disciplinas más afectadas por la pandemia si de merma de audiencias se habla. Lo indica la estadística del Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados, del Inegi, presentada la semana pasada con resultados de los 12 meses previos a mayo pasado.
Sin embargo, una revisión a las estadísticas de los últimos años presenta que los públicos especialmente de teatro venían menguando antes de la emergencia sanitaria. Entre la estadística de 2016 y la de 2019, el público para esta disciplina ya había decrecido 6.6%. Y hasta mayo de 2021 solamente el 4.7% del público interesado en la cultura presencial favorecía al teatro. Habrá que esperar a ver cuáles son los plazos y la capacidad de recuperación de las puestas en escena y si será capaz de recuperar niveles previos al impasse sanitario.
En este sentido, conversamos con Daniel Miranda Cano, titular de la Coordinación Nacional de Teatro. Le preguntamos si percibe a un teatro en crisis, situación que niega contundente y amplía:
“Entendemos que la situación de la pandemia tuvo una gran repercusión en la vida de las artes escénicas y que justamente, dentro de los distintos campos de la vida social, el del teatro fue uno de los más afectados puesto que fue de los primeros en cerrar sus actividades y de los últimos en recuperarse, y el proceso ha sido paulatino. Hemos visto que los públicos han venido regresando a las actividades que programamos”.
Anota que a lo largo del tiempo las artes escénicas han tenido distintas crisis y el teatro, con esta característica presencial, de proximidad imprescindible, ha sorteado y ha perdurado a lo largo de los años. “Así lo entendemos y así creemos que seguirá”.
Una de las razones de la resiliencia del teatro, remarca, es que la postura creativa, estética y ética de los creadores se ha ido transformando según los momentos históricos, y la pandemia no ha sido la excepción. “Ya no es lo mismo lo que quería decir un creador antes de la pandemia y lo que busca decir ahora desde el escenario y cuál es su relación con la audiencia desde el escenario, cómo esa audiencia ahora percibe y vive el hecho escénico”.
Reconoce que “acercar las artes escénicas a las nuevas generaciones es el gran reto” y, a la pregunta sobre si de él dependiera hacer cambios para beneficio de la disciplina, qué cambio priorizaría, responde: “desde luego siempre quisiéramos tener más recursos. Tal vez esa sería una de las cosas que podría poner en una lista de deseos. Más recursos para tener una mayor presencia”.
Una institución fundamental
Esta conversación con el coordinador Nacional de Teatro se da, además, en el marco del 60 aniversario del Centro Cultural del Bosque (CCB), que se celebra en el presente mes.
Con seis espacios escénicos emblemáticos en operación, casa de ensayos de la Compañía Nacional de Danza y de la Coordinación Nacional de Teatro, sede de la Escuela Nacional de Danza Folklórica y de las oficinas del INBAL, el CCB es uno de los complejos sin los que no se entendería la historia del quehacer cultural en el país.
“El CCB ha sido un espacio emblemático de la vida de las artes escénicas en nuestro país. Por aquí transitaron los creadores más relevantes de la historia del teatro nacional sino internacional”, apunta Daniel Miranda.
A este sitio están vinculados nombres como el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, edificador del complejo, pero también de grandes de las tablas como Julio Castillo, Abraham Oceransky, y Luis de Tavira (director de la Compañía Nacional de Teatro de 2008 a 2016).
Fueron ellos, acota Miranda Cano, quienes siendo muy jóvenes se fueron apropiando de los espacios en este sitio. “En este lugar se fueron germinando muchos de los procesos que dieron dimensión a lo que hoy conocemos como la vida de las artes escénicas de nuestro país”.
El CCB celebrará sus 60 años totalmente renovado. Se le dio cirugía mayor como parte del proyecto del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, con intervenciones desde la impermeabilización, la habilitación de espacios para personas con discapacidad y cambio de butaquería, hasta una transición tecnológica que, apunta Miranda, ya era necesaria.
Adicionalmente, comparte, se está preparando la creación de un nuevo espacio escénico en el estacionamiento ecológico del CCB y el Teatro Orientación, el único de los espacios en el centro que no lleva el nombre de una persona de teatro, por lo que será renombrado como Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández, en honor a la dramaturga que también ha sido imprescindible en la vida escénica de México.
Escenario para los grandes
El célebre dramaturgo Peter Brook, considerado uno de los grandes maestros del teatro, fallecido el pasado 2 de julio a los 97 años, también se sumó a la historia del Centro Cultural del Bosque. En 1978 presentó en el Teatro El Galeón la puesta Ubu Rey, con la dirigió a la Compañía del Centro de Experimentación Teatral.