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Arte e Ideas

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Flor Minor presenta su exposición "Origen", con piezas tradicionales y experimentales

La exposición se presenta del 18 de julio al 8 de agosto en la Casa de la Cultura San Rafael.Se trata de una muestra de lo tradicional en escultura gráfica y dos piezas experimentales que son de gráfica expansiva

Foto EE: Rosario Servin

Foto EE: Rosario Servin

La artista visual Flor Minor inauguró la exposición "Origen", en la Casa de la Cultura San Rafael. Se trata de una muestra de lo tradicional en escultura gráfica y dos piezas experimentales que son de gráfica expansiva, en plano y en volumen modelados en metal desplegado, éstas hacen referencia al principio de nuestra existencia humana descrita desde el árbol del conocimiento del bien y el mal.

Entre los principales intereses tempranos, pero persistentes en la obra de Flor Minor se encuentran: la ubicación de la línea en el espacio, la relación entre elementos geométricos y el cuerpo humano, hacer evidente el plano bidimensional por medio de las líneas y trazos en el espacio que crean la ilusión de figuras con volumen y perspectiva, tratar al cuerpo humano a la manera renacentista como forma artística de representar que conduce al conocimiento, analizar las actitudes del hombre en la ciudad, entre otras características.

En entrevista para El Economista, Flor explica que con esta muestra sale su parte femenina más clásica, como un regreso a la artista. La acompaña este emblemático árbol pues asegura que los artistas son importantes en una sociedad para actualizar los mitos, en este caso, “se trata del mito de la sabiduría, del cual la mujer le dio a probar a Adán”.

“Es un árbol maravilloso, es recuperar ese don que tenemos las mujeres, porque tenemos una visión del otro lado del hemisferio del cerebro, más hacia la sensibilidad y los hombres son nuestro equilibrio. Juntos podemos crear una sociedad más completa, pero ambos necesitamos una libertad total, me da mucho gusto que la mujer esté destacando en todos los ámbitos, por eso se trata de reconfigurar los pensamientos y mitos que por tanto tiempo cargamos”.

La pieza principal trata de una caída de hojas de 80 centímetros de largo que van de la esquina superior derecha, el corte es en láser y todas tienen una parte orgánica con ojos, pero la artista más que dibujar ojos, asegura que se trata de miradas, esto logra una segunda conexión temática. “Siempre he pensado que la ecología está mirando lo que hacemos y creo que sí es momento de empezar a reconstruir el pensamiento de cómo vamos ha hacer esa unidad con la naturaleza sin dañarla”.

Lo femenino y lo masculino se entrelazan

Flor hace hincapié en que ha trabajado lo tradicional y lo experimental durante su carrera, “fui miembro fundador del taller de experimentación gráfica del maestro Oliverio Hinojosa, en el Centro de Investigación y Experimentación Plástica del Instituto Nacional de Bellas Artes, yo estudié en la en la Escuela Nacional de Pintura , Escultura y Grabado `La Esmeralda´. A la par de abordar la parte tradicional , siempre me ha gustado mucho la experimentación, cuestionarme acerca de la parte elemental del lenguaje que es nuestro alfabeto, desde qué es la línea, qué es el plano; esto es algo muy importante para mí, para poder profundizar y encontrar un planteamiento personal sin que esto sea una cuestión de un nuevo lenguaje sino mi propia investigación”.

La también escultora ha tenido como sello analizar las actitudes del hombre desde el cuerpo humano, con alta calidad plástica y fuerza expresiva, ella comparte que en este momento quizá está descubriendo aún más su parte femenina a la hora de plasmar su trabajo. “Probablemente lo mío ha sido una búsqueda de lo masculino tratando de encontrar respuestas sobre mi padre que falleció cuando tenía cinco años y 20 años después comienzo a entenderlo”, pero también ha encontrado que lo masculino en sus obras es buscando a esa forma femenina de representar el máximo de belleza para nosotras las mujeres, es decir, lo masculino, empezando a estudiar este concepto en aspectos muy diferentes de lo que es el cuerpo femenino.

“Cuando vas a un taller de grabado, te encuentras que hay muchas mujeres, pero la generalidad siempre es una convivencia con hombres, esto es muy interesante; entonces yo me preguntaba, ¿por qué las mujeres tenemos que hacer todas nuestras representaciones sutiles y rosas, si la mujer tiene una fortaleza mayor?, por ejemplo para poder parir, o cuando son parejas mayores, la mujer es la que sostiene, somos muy fuertes y yo quería reflejarme”.

Se trata de una serie de emociones que se van plasmando durante la muestra, donde la autora busca que fluyan de manera muy personal en cada asistente. La artista concluye con una invitación a acercarse a su trabajo, mismo que para ella sigue siendo una prioridad, una forma de conocimiento y una forma de vida que quiere compartir con todos.

“Ahora mismo busco que la sabiduría acumulada se vea plasmada en la obra y estar vigente. Los artistas tenemos que seguir mostrando nuestro trabajo, no es que ya se hayan tenido todas las muestras individuales y éstas hayan viajado por diferentes países, no se trata de tener un sentimiento de haberlo conquistado todo, sino de recordar que mientras tengamos vida, tenemos ideas, los artistas somos un laboratorio social, que lo que hacemos es fluir en nuestros distintos lenguajes colectivos e individuales”.

Detalles de la muestra

  • La exposición se presenta del 18 de julio al 8 de agosto en la Casa de la Cultura San Rafael. José Rosas Moreno 110, Col. San Rafael, CDMX.
  • La entrada es libre, de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 hrs. Y sábados de 11:00 a 17:00 hrs.

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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