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Fuentes hablaba de cosas que ignoraba
Juan Villoro e Ilan Stavans echan el chal sobre el mundillo literario, el futbol, la política y hasta la astrología.
Se dice mucho que el mundillo literario es tremendo. Pero se sabe poco en realidad. Sin embargo, en El ojo en la nuca (Anagrama), somos testigos de revelaciones sobre Carlos Fuentes, Octavio Paz, el fraude de los premios literarios y hasta chismes de fantasmas.
Los escritores Juan Villoro e Ilan Stavans se conocen, pero su conversación fue por mail a falta de tiempo y con la intención de recuperar el arte de la conversación, aunque, como dice Villoro, faltó la taza de café .
El libro se divide en cinco temas: México duele , Ensayo sobre el ensayo , Pelos en la lengua , En el gimnasio y El arte de equivocarse ; este último, sin duda, el más polémico, al hablar de Fuentes y Paz.
Cuando Fuentes cumplió 80 años fue festejado en el Castillo de Chapultepec, antigua sede de la presidencia, en una cena a la que asistió el presidente y varios ex presidentes. Algo falla cuando un escritor festeja más cerca de estadistas que de sus colegas , dice Villoro.
Mientras que Stavans le responde: No discrepo de la bocota que tenía Fuentes (...), yo perdí interés en Fuentes en 1998 .
Pero Juan Villoro va más allá y escribe: Carlos Fuentes, que fue un gran animador de la vida intelectual mexicana, tuvo enormes virtudes, mi generación se define en buena medida respecto a él y fuimos amigos. Pero tenía la debilidad por hablar de muchas cosas que ignoraba y se contradecía en función de sus cambiantes intereses .
La conversación no termina ahí, el escritor arremete contra el famoso boom latinoamericano de García Márquez, Vargas Llosa y Carlos Fuentes, entre otros.
Hay agotamiento porque sus autores se convirtieron en próceres de la cultura. Muy jóvenes se convirtieron en millonarios, dejaron de vivir en sus países, se alejaron del mundo que narraban y al mismo tiempo controlaron medios de comunicación, talleres, ferias y cátedras .
Otro tema que salta en su conversación cibernética son los premios, incluso sale a colación el nombre de Alfredo Bryce Echenique, quien plagió 40 artículos periodísticos:
Hay, desde luego, una hiperinflación de premios, en todos los que dan las grande editoriales, que casi siempre pasan por arreglos previos con los agentes .
El ojo en la nuca es una provocación sobre diferentes temas que provienen de una charla entre amigos que decidieron hacerla pública a manera de críticas, chistes, desacuerdos, reflexiones y de interpretaciones personales que no siempre llegan a la versión definitiva de sus libros, pero que sustentaban (hasta ahora) en secreto.
Ilan Stavans y Juan Villoro echan el chal sobre su infancia, el futbol, la política, la filosofía, de fantasmas y hasta de astrología (...) Sabemos que Stavans es aries, e ignora el significado, y Villoro, libra. Ambos signos se complementan y, entre otras cosas, rehúyen a la confrontación y su especialidad, dicen, es hacerle creer a los demás que nuestros caprichos se les ocurren a ellos .
En el libro hay sinceridad e inteligencia en una charla rica y de pronto hasta banal que a más de uno disgustará, pero que a otros, como su servidor, le pareció reveladora y muy sabrosa.