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Habla y te reconoceré
El lenguaje no lo hace el poder, no lo hace la academia, no lo hace la Iglesia, no lo hacen los escritores.
Nunca tengas miedo del día que todavía no has visto, porque a todo le llega el día y cada quien tiene su día. Cumpleaños, obituarios, aniversarios, muertes. Días para el homenaje entre todos los que están para el olvido. Recordatorios y celebraciones. El día menos pensado llega el día para pensar en lo que deberíamos estar pensando a diario.
Pero Roma no se hizo en un día. Y muchos días con sus noches, meses, años y centurias hubieron de pasar para que llegara el Día E, una jornada con la justa precisión de tener nombre y apellido en el calendario. Es pasado mañana, el sábado 22 de junio. Y claro que se acaba, como todos los días. Pero cultiva la ilusión cierta esperanza- de que, como debería de ser, el día precedente enseñe al día que sigue, porque el Día E es una fiesta de todos los que hablamos español.
Más allá de la lírica y la poética y gracias a ella también, por supuesto-, esta jornada es una conmemoración festiva promovida por el Instituto Cervantes -¿cuál otro habría de ser?-y desde el 2009 tiene lugar el sábado más próximo al solsticio de junio. El objetivo es difundir la cultura del español, celebrar su importancia en el mundo, fomentar la unidad de sus hablantes y abrillantar, pulir y dar esplendor a la lengua española, como dice casi textualmente la primera página del Diccionario de la Real Academia.
Aunque no se trata de definir, ser ilustrado a ultranza, ejercer la hipercorrección antes de maldecir algo o de saberlo todo sobre la redacción, la semántica, la retórica y sintaxis.
Bien lo dijo Alfonso Reyes: si sólo a los cultos estuviera confiado dar el aliento a los idiomas, todavía estaríamos hablando en latín. Y Borges agregó como si hubieran estado al mismo tiempo en la misma conversación y en la misma mesa- que el lenguaje no lo hace el poder, no lo hace la academia, no lo hace la Iglesia, no lo hacen los escritores. Lo hacen los cazadores, los pescadores, los campesinos, los caballeros, es el lenguaje del alba, es el lenguaje de la noche y sólo así se puede acudir a las bases donde se forma la lengua ( palabra dicha es palabra que existe , me dijo una vez mi maestro de Filología ante mi tozudez de no entender que todas las palabras fueron alguna vez un neologismo. Y me costó entender que Savater tenía razón cuando dijo que las lenguas tienen dos grandes enemigos: los que las imponen y los que las prohíben).
De aquello, nada. Porque el Día E es una fiesta. Y en la madre patria comenzó el sarao pero hoy incluye todos los centros del Instituto Cervantes a lo largo y ancho del mundo, es decir, a todos los países que hablan español, y es una jornada de puertas abiertas que lo mismo puede incluir música, que creación literaria, concursos de cuento y hasta el interesante juego de palabras favoritas de la lengua española. Ya hay una lista larga donde han participado personajes que van desde Shakira (su palabra preferida es meliflua ) y Gael García ( Querétaro ); la cantaora Martirio, que paradójicamente eligió la palabra alegría ; Luis Eduardo Aute, quien dijo que animal , a diferencia de balbuceo , que es la de Andrés Neuman; distinta a la entereza de Ian Gibson y nunca mejores que las de personas tan ilustres e importantes como Víctor García de la Concha, el mismísimo director del Instituto Cervantes, cuya palabra favorita es panhispánico o la de mi hija Ximena, que prefiere nocturno . ¡Qué buen idioma el mío! -dijo Pablo Neruda. Qué buena lengua heredamos de los conquistadores hipertorvos que se lo llevaron todo y nos dejaron las palabras.
Muy cierto es que sólo hay mundo donde hay lenguaje, que la lengua es patria y que existe la creencia de que el hombre es tantas veces hombre según el número de lenguas que ha aprendido, pero todo fuera como eso, el mismo Carlos V lo decía: hablo en italiano con los embajadores; en francés con las mujeres; en alemán con los soldados; en inglés con los caballos y con Dios sólo puedo hablar en español.