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Arte e Ideas

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Lucy Shanghai: sabroso y divertido

La cocina asiática, tan rica en variedad y sabor, por algún motivo desconocido para mi, tiene pocos restaurantes cuya especialidad sea esta comida.

La cocina asiática, tan rica en variedad y sabor, por algún motivo desconocido para mi, tiene pocos restaurantes cuya especialidad sea esta comida. Seguramente esta laguna gastronómica fue lo que impulsó a un grupo de empresarios mexicanos a establecer un restaurante que se especializara en estos tipos de cocinas.

Para esto escogieron las cocinas urbanas callejeras tan populares en China, Japón, Malasia, Tailandia, Vietnam, e Indonesia en donde sobre todo los jóvenes acostumbran comer en la miríada de puestos callejeros cuyos tentadores aromas inundan el ambiente urbano.

Se escogió un local ubicado en una zona habitada por gente joven, y así nació Lucy Shanghai (Juan Salvador Agraz 97, Santa Fe, tel. 5292-4022) con la imagen anime kinky de una asiática que emana energía y simpatía a raudales.

Al frente del negocio, César Rodríguez, nacido en el D.F., con ocho años de experiencia en el negocio de la restauración asiática en Miami, de regreso a su país para encabezar la empresa, con énfasis en hacerse cargo del comedor.

La responsabilidad de la cocina pertenece al chef Julio Mariano Ferradas, peruano con estudios en Perú y España, y colaboraciones en hoteles y restaurantes como el del chef vasco Martín Berasategui, galardonado con tres estrellas Michelín. El menú que preparó Ferradas fue este: Para empezar, los cocktails, preparados con frutas frescas y jarabes exóticos; los que probé fueron el Shanghai Dreams (vodka, licor Hypnotic, licor de durazno japonés y jugo de naranja natural) y el Memories of a Geisha (ginebra, cassis, frambuesas maceradas, jugos de arándanos y ciruelas).

Con la comida, sake Koshu Junmai frío.

A continuación, el desfile de platillos. Para empezar, usuzukuri, láminas extra delgadas de huachinango del Golfo de México, para remojar en salsa spicy soya y cilantro. Siguió el salmón miso, corte fino de salmón chileno en salsa dulce de miso y cebolla cambray.

Aparecieron mis favoritos, los dumplings de pancetta, empanaditas de harina de arroz rellenas de tocino natural cocido a baja temperatura en soya y vino por un mínimo de seis horas, salseadas con una salsa de sambal y chipotle.

Los pulpos del Golfo de México se marinan al curry verde tailandés y sabores orientales, y después se brasean a la parrilla.

El soft shell crab, cangrejo de caparazón suave se cocina tempurizado y se sirve sobre un brioche hecho en casa, acompañado con ensalada verde y tomatitos cherry, aderezado con vinagreta de soya.

El popular Shanghai fish ‘n’ chips se elabora con filetitos de róbalo en harina de tempura japonesa y chips de plátano macho y mayonesa de mar cítrica. El pato Pekín ahumado, marinado durante un plazo de tres días, ahumado, laqueado y horneado, servido con arroz jazmín, salteado al wok en sus propios jugos, acompañado con tortillas de harina embarradas con aceite de ajonjolí y granos de ajonjolí, acompañado con tiras finas de pepino y cebolla cambray, servido con salsa dulce de ciruela.

Los postres, Tiramiroll, rollo de cake de chocolate con Baileys, peras encurtidas y salsa de café; Nutella addicts, churros crocantes con dip y tortita de Nutella, con helado de menta con albahaca.

twitter @toledoyleyva

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