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México celebra en grande a Botero
Desde sus primeros balbuceos en el arte, pasando por la Colombia de su infancia, la fiesta brava, el circo mexicano y la tortura en Abu Ghraib forman parte de la magna exposición del artista colombiano Fernando Botero.
Desde sus primeros balbuceos en el arte, pasando por la Colombia de su infancia, la fiesta brava, el circo mexicano y la tortura en Abu Ghraib forman parte de la magna exposición del artista colombiano Fernando Botero.
Estoy muy contento de que sea en México, tengo una gran conexión con su país Mis hijos viven aquí y yo paso mucho tiempo también , dijo el artista, quien fue recibido ayer entre aplausos en la presentación de la muestra.
Fernando Botero. Una celebración se nutre de 177 piezas entre óleos, acuarelas, dibujos, esculturas medianas y cinco monumentales ya instaladas en la explanada de Bellas Artes.
Delgado, un poco serio pero simpático, aunque con problemas para escuchar, Botero de inmediato habló de su sello como artista: crear cosas gordas.
Me conocen como Botero, el pintor de las gordas; sé que debo mi popularidad a eso... Pero nunca he pintado una gorda. Mi obra no se trata de delgados o gordos... Yo aplico el volumen .
Y añadió: El volumen se convirtió en su obsesión para comunicar cierta fuerza y sensualidad a las cosas .
Pero el artista fue enfático cuando pidió a los artistas ser diferentes.
Me tocó el arte abstracto y yo hice las cosas diferentes... Un artista debe estar en desacuerdo con lo que hay, un artista existe cuando es distinto, cuando va contra todo y es lo que yo he hecho .
Fernando Botero habló de su admiración a artistas mexicanos y confesó ser un trabajador incansable, un apasionado por la excitación infinita que tengo al pintar o hacer esculturas .
UNO NUNCA SABE
Botero respondió cada pregunta de manera pausada y con referencias a la historia del arte, mencionando sus gustos y hasta bromeando.
¿Qué me falta por hacer?, no sé, las ideas llegan de pronto, como cuando vi un circo mexicano en Zihuatanejo o la rabia de leer lo que pasaba en Abu Ghraib... Pero uno nunca sabe dónde saldrá otra idea .
Y abordó el tema de la tortura en la cárcel de Abu Ghraib, su trabajo más reciente, el cual pintó gracias a un chispazo de rabia.
El mundo está lleno de injusticias pero el oficio del pintor no está en abordar eso, aunque hay cosas tan dolorosos que no puedes quedarte fuera, como lo que sucedió con la tortura... Pero el oficio del pintor es pintar bien y crear arte, ése es el mejor regalo que puede hacerle a su país .
Por supuesto que el pintor no dejó de lado el tema del narcotráfico, y recordó un episodio con Pablo Escobar, quien tenía en su casa una obra de Botero, aunque también un Picasso y varias más.
Fui con un amigo que tenía en un periódico y le dije que era repugnante que un narcotraficante tuviera un cuadro mío, así se publicó y al día siguiente hice mis maletas y me fui a Europa porque seguro a Escobar no le iba a gustar el comentario .
Fernando Botero puso punto final a la conferencia. Creo que ya fueron muchas preguntas y podemos terminar .
El artista se levantó y en medio de una marabunta de fotógrafos y peticiones de autógrafos avanzó a una de las salas donde mostró algunos de sus cuadros para después escapar del lugar.
Afuera, junto a sus esculturas monumentales, chavos de secundaria se tomaban fotos mientras decían: Ah, claro, es el que pinta gordas ,
Sí, es Botero, mira, ésa gordita es igualita a mí , respondía una señora que divertida posaba junto a una de las esculturas del colombiano.
La exposición Fernando Botero. Una celebración fue curada por su hija Lina Botero.
vgutierrez@eleconomista.com.mx