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Arte e Ideas

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Picasso vuelve a conquistar Suiza

Miles de visitantes se han dado cita en el museo Kunsthaus de Zúrich para admirar la retrospectiva con más de 70 obras del precursor del cubismo.

A pesar de las bajas temperaturas y la nieve, cientos de visitantes se han dado cita en el museo Kunsthaus de Zúrich para admirar en estas fiestas la retrospectiva de Pablo Picasso con más de 70 obras del precursor del cubismo.

La exposición revive la primera retrospectiva que inauguró el artista español en 1932 y ha sido escogida para conmemorar el centenario del museo.

Del 15 de octubre al 30 de enero, el Kunsthaus abre sus puertas de nuevo a la obra de Picasso, de la misma forma que lo hiciera de septiembre a diciembre de 1932 con la primera retrospectiva del artista.

'Se trataba de una especie de punto de vista personal que Picasso planteaba sobre sus primeros 30 años de creación', declaró el curador de la exposición Tobia Bezzola a la prensa.

El Kunsthaus logró traer esta vez una parte de los más de 200 cuadros que Picasso reunió en aquel entonces, siendo él mismo y no el curador del museo, quien eligió las obras y el orden en el que debían exhibirse.

Al respecto, un experto en arte moderno del Kunsthaus, quien pidió el anonimato, dijo a Notimex que hubiera sido imposible en la actualidad realizar la misma exposición de 1932, ya que las obras están dispersas por varios museos o colecciones particulares y muchas de ellas no las prestan, además 'el costo sería inalcanzable".

Simplemente los seguros que el museo tuvo que pagar por estas 70 obras asciende a 'más de dos mil millones de francos suizos', reveló el experto.

La exposición inicia con las primeras obras del pintor español en las que se puede ver la influencia de otros artistas como Van Gogh y Gauguin.

Continúa con pinturas del periodo azul como 'Melancolía', en la que se percibe la profunda tristeza del pintor al recibir la noticia del suicidio de su mejor amigo Carlos Casagemas, el 17 de febrero de 1901, en París.

En el otoño de 1901, Picasso empezó a pintar utilizando principalmente tonos azul-violeta, azul-verde con obras que expresan estados de tristeza, melancolía y depresión.

Las obras de su período azul hablan de personajes vistos como perdedores de la sociedad: las madres sifilíticas, acompañadas por sus crías, prostitutas o mendigos y Picasso incluyó pocos óleos en su primera retrospectiva y fue igualmente parco en ejemplos de la época rosa que le siguió en 1905.

De hecho, se puede apreciar que el artista era prácticamente indiferente de sus primeros trabajos los que se tienen en una alta estima por los espectadores de hoy.

Para él, su avance cubista marcó el inicio de su ascendente y vertiginosa carrera.

El cubismo que junto con George Braque, desarrolló un lenguaje visual completamente nuevo, se aprecia en obras como 'Hombre con Clarinete (1911).

La exposición actual presenta el cubismo de Picasso al dividir su trabajo entre 1907 y 1920 en tres fases: el analítico, sintético y el cubismo tardío.

Picasso trabajó frecuentemente con varias técnicas de manera simultánea, lo que se aprecia en obras de su etapa clásica y la surrealista influenciada por poetas y amigos como André Breton, Louis Aragón y Tristán Tzara.

Su período surrealista, en el que fue sustituido el lenguaje formal del cubismo tardío por composiciones nuevas y fantásticas, se inició en la década de 1920 y se prolongó más allá de la retrospectiva de Zúrich hasta 1937.

Las obras que se muestran provienen del Museo de Arte Moderno y Metropolitan de Nueva York, la Tate de Londres, el Thyssen-Bornemisza de Madrid e incluso del Museo de Arte Moderno de Teherán.

De éste último viene esta obra, dijo el experto señalando la pintura conocida como "El pintor y su modelo" (1927), comprada por el entonces Shah de Irán Reza Pahlevi para su esposa Farah Diva, obra que tiempo después de la revolución islámica pasó a los sótanos del museo iraní.

Fue difícil la negociación diplomática para traer la obra, reconoció el experto y señaló que "fue la última pintura en llegar, sólo dos días antes de la inauguración (à) hasta el director del museo de Teherán estuvo presente para abrirlo'.

La muestra termina con "El cinturón amarillo: Marie Therese Walter" (1932) a la cual Picasso le había dado los últimos toques un poco antes de montar la exposición, pintura que desató polémica debido a su fuerte carga de erotismo y a su 'impertinente estallido de libertad plástica'.

La primera retrospectiva de Picasso en 1932 representó 'una verdadera revolución en el arte moderno' y el Kunsthaus la consideró como 'de gran trascendencia', al igual que esta nueva exposición que ha registrado récord de asistencia con amantes de la obra del genio español provenientes de todo el territorio helvético y de diversas partes del continente europeo.

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