Planeación arbórea, tema pendiente en nuestro país

Los bosques, jardines y parques en nuestra Ciudad no solamente cumplen un servicio ambiental, sino también recreativo, cultural y social; sin embargo ni la ciencia, ni las leyes, reglamentos, instituciones y la sociedad en general, han podido lograr que el tema de planeación arbórea haya logrado un equilibrio sano entre urbanidad y medio ambiente.

Así quedó plasmado durante la inauguración de la 2° Semana del árbol que se llevará a cabo del 10 al 16 de junio en la Biblioteca Vasconcelos.

Durante el conversatorio que abrió las diversas actividades que tendrá este recinto, especialistas

aseguraron que en un momento en donde más de la mitad de la población del mundo vive en las

ciudades, es importante abrir la reflexión y darnos cuenta de que árboles y hombre, no pueden vivir separados.

Saúl Alcántara, arquitecto en paisajismo, aseguró que desde el punto de vista arquitectónico, se deben retomar modelos de higiene pública y urbana con planificación y gestión que indican que el 15% de las zonas urbanas deberían tener áreas verdes. En el siglo XX, lugares como el bosque de Chapultepec y los viveros de Coyoacán, eran el reflejo de estas técnicas sin embargo por más de 50 años se ha abandonado la técnica, y aunque la estructura paisajista se ha conservado, los elementos naturales se han sustituido con árboles ajenos al ingenio del lugar .

Por su parte, Laura Janka, directora del bosque de Chapultepec, explicó que la planeación ideal para los espacios verdes, requiere de diversos factores: los climas, tipo de suelo, contexto cultural, recursos humanos y económicos, aseguró que cada vez hay mayor control de censos y conocimiento especializado en torno a las especies, pero no nos ha alcanzado para poder actualizar la forma en que abordamos el tema de los árboles de la ciudad .

Asimismo, Miguel Valencia, coordinador de la Red de Ecologistas en Defensa del Árbol en la Ciudad, dijo que los gobiernos han sido terriblemente inútiles, pues la vegetación actual ha sido fruto de la propia ciudadanía, por ello aseguró que la gran defensa del árbol está en manos de la población, aunque reconoce que ha sido sin conocimientos ni técnicas. Dijo que la propia reglamentación al respecto sólo ha logrado permisos para acabar con una pobre vegetación con técnicas insensibles que han generado en los jóvenes una biofobia .

nelly.toche@eleconomista .mx

mfh