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Arte e Ideas

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Purpurascens, el retumbar del bosque urbano

Un prolífico compositor explica por qué su obra dedicada al chapulín del cerro son 18 minutos de adrenalina .

Prácticamente cualquier imagen que uno pueda hacerse sobre cómo son los jóvenes compositores mexicanos contemporáneos se rompe con Felipe Pérez Santiago, quien este fin de semana estrena en Chapultepec su obra para el Ensamble Mal’Akh (se pronuncia malaj) y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.

Uno podría pensar, por ejemplo, que un compositor en México tiene poco trabajo, pero el fin de año de Felipe parece que sólo lo podría sobrevivir un atleta de alto rendimiento.

Por un lado, este sábado 25 y domingo 26 de octubre tendrá el estreno mundial de la obra Purpurascens para el Ensamble Mal’Akh, del que es el director, y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México bajo la dirección de José Areán, una obra que promete mucho, como veremos más adelante.

Días después, el jueves 30 de octubre, con Mal’Akh, ampliado a 10 músicos, va a tocar un homenaje a Octavio Paz en la Fonoteca Nacional, en donde cantarán Tania Libertad, Regina Orozco y Denisse Gutiérrez. La Fonoteca es el lugar idóneo, no sólo porque fue la última morada de Octavio Paz sino porque tiene una tradición de tener proyectos musicales nuevos , dice el compositor en entrevista.

El 3 de noviembre sale a la venta el disco de Jeffrey Zeigler, el ex chelista del Kronos Quartet (posiblemente el conjunto de cámara de música contemporánea más reconocido del mundo). He escrito varias cosas para el Kronos -comenta como si tal cosa- y ahora que Zeigler emprendió su carrera de solista me pidió una obra. Le escribí una para chelo y guitarra eléctrica, que yo interpreto (en la grabación).

Además de que es muy emocionante escribir para este señor, porque es, literalmente, uno de los mejores chelistas a nivel mundial, para el disco escribieron también John Zorn y Philip Glass... Digamos que metí la patita en las grandes ligas. Es un honor compartir de créditos con ellos tres y ser el único latinoamericano en la producción , explica.

Más tarde comenta que de hecho Zeigler vino a México en el 2013 a hacer dos conciertos con su ensamble.

El 5 de diciembre está el Encuentro Internacional de Saxofones en la UNAM y este año viene la orquesta de saxofones de Costa Rica, para la que escribió un concierto para saxofón alto y la orquesta de 40 saxofonistas. La solista será Sofia Zumbado, que es la saxofonista de mi ensamble; es una virtuosa del instrumento y es de Costa Rica.

Además, con el Ensamble Mal’Akh está constantemente de gira. El día anterior a la entrevista Felipe había regresado a su departamento en la colonia Nápoles, después de tocar en Monterrey, Tabasco y Aguascalientes.

Y es el director musical del Festival Mórbido, de cine de terror, donde, todos los años, además de la labor propia del cargo, musicaliza en vivo con el ensamble una película.

Chapulín citadino y rockero

Purpurascens, un encargo para celebrar el 50 aniversario de la apertura de la segunda sección del bosque de Chapultepec, es una obra peculiar por donde se la escuche. A la formación básica del Ensamble Mal’Akh (bajo eléctrico, batería, saxofón y guitarra eléctrica), Felipe añadió un teclado porque quería un toque medio psicodélico , una soprano y una cantante de sefardí y música de medio oriente, así como cítara hindú. Además va todo amplificado , refiere Felipe, algo que tengo entendido que nunca se ha hecho .

El Ensamble -explica- representa la vanguardia de la ciudad de México hoy en día.

No quería hablar sobre el Chapultepec histórico o de Chapultepec como un remanso de paz sino como bosque urbano (dice con énfasis), como este paraíso en medio de una de las ciudades más agitadas del mundo.

Así, resultan 18 minutos de pura adrenalina. Todo mundo habla de la ciudad de México como una ciudad caótica; yo hablo de ella como una ciudad hiperactiva. A mí me encanta la ciudad, como viví 15 años fuera. Y lo rítmico de la pieza representa esa hiperactividad.

Al incluir a la citara y a la chica que hace canto de medio oriente quiero representar lo cosmopolita de la ciudad. Yo siempre he sido amante de la multiculturalidad. Y la ciudad de México es ahora como cualquier capital europea. Inevitablemente nos acabamos mezclando y aprendes muchísimo.

El nombre de la pieza viene de que no encontraba un título apropiado para esta oda al bosque, que no fuera Chapultepec u oda al bosque. Entonces se la hice al chapulín Sphenarium purpurascens; el texto es la descripción completa en latín del animal .

Un mundo de música

Felipe cuenta sobre sus orígenes, sus padres lo apoyaron mucho. Empezó desde muy chico, y como vieron que le interesaba lo metieron a clases de guitarra y piano; lo llevaban a conciertos y le compraban discos, lo que yo pidiera .

Al llegar a la adolescencia quiso tocar guitarra eléctrica porque con guitarra acústica no ligas y con guitarra eléctrica sí ligas. Así lo pensaba a los 12 años. Soy un nerd de lentes tocando guitarra acústica o un rockero con la eléctrica .

Estudió la carrera en el Centro de Investigación y Estudios Musicales, pensando en componer para su banda de rock, quería ser Robert Fripp. Pero topó con la materia de orquestación, y ahí me dio vuelta la cabeza. Me gusta la música ruidosa y rítmica, así que me dije: ¿Por qué voy a escribir para guitarra, bajo y batería si puedo escribir para 120 personas? .

Luego hizo la maestría en Holanda, en Rotterdam, en cuyo conservatorio está la única facultad de música del mundo y aunque no estudié eso tomé muchas materias. Me empapé de flamenco, música de la India, Caribeña, turc, Gamelán, tango, Medio Oriente...

México, ganancia de la crisis

Felipe hizo su carrera su en Europa. Vivió y trabajó en Alemania, Polonia, Francia, España; también viajaba a Estados Unidos, lugares que parecieran ofrecer mucho más a un compositor.

Pero en el 2009 entra la crisis europea y les pega de una manera salvaje. Pierdo becas, apoyos, se cierran instituciones, orquestas, institutos de cine.

Eso por un lado; por otro, en el 2007 cuando vine a hacer el score de Rudo y Cursi, estuve seis meses y me enamoré de la ciudad de México. Es otra que cuando yo me fui en el 96. Me relacioné con gente de cine, artistas, empecé a ir a conciertos en lugares que antes no existían, hay lugares de jazz, de electrónica, hay festivales de cine...

En el 2009, cuando se me cae todo allá, vine por seis meses a hacer la película de Marcelino, pan y vino. Me dan la beca del Sistema Nacional de Creadores, me salen encargos, veo que se puede hacer el ensamble que quería... .

Y se quedó en México sobre todo por el nivel de vida. Allá todo funciona muy bien, es puntual, limpio, perfecto; pero vives en un departamento de 20 metros cuadrados y pagas 800 euros mensuales. Aquí vivo en 220 metros cuadrados, estacionamiento, y pago 10,000 pesos. Y salgo a cenar cada vez que quiero y allá me tengo que cuidar , dice.

Felipe además hace música para comerciales y vende sus discos.

manuel.lino@eleconomista.mx

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