Ripstein abre el Festival VivAmérica en España

Madrid.- Con diversas frases riéndose de sí mismo y refrendando su arrepentimiento por sus declaraciones contra el encuentro fílmico de San Sebastián, el cineasta mexicano Arturo Ripstein abrió hoy el Festival VivAmérica, que se realizará en Cádiz y en 16 ciudades iberoamericanas hasta el próximo día 9.

El cineasta, quien participó en un coloquio con el productor Roberto Fiesco y el actor cubano Vladimir Cruz, compartió anécdotas de su niñez y juventud, y afirmó que desde muy pequeño tuvo la "obsesión profunda" de dedicarse toda su vida al cine.

"Yo fui el único niño en 5º año de primaria que sabía qué iba a ser de grande", señaló ante un auditorio entre el que se encontraba la actriz mexicana Arcelia Ramírez, protagonista de película más recientes, "Las razones del corazón".

Entre anécdotas, recuerdos de sus primeros acercamientos con Luis Buñuel, amigo de su padre, y cómo inició la mancuerna con su actual guionista y esposa, Paz Alicia Garcíadiego, Ripstein hizo todo lo posible por reparar, con frases jocosas, el desaguisado de San Sebastián.

Tras presentar "Las razones del corazón" en San Sebastián y no haber logrado la Concha de Oro, Ripstein afirmó que ahora no se trata de un festival serio, sino subnormal, y criticó al jurado, siendo uno de sus miembros el mexicano Guillermo Arriaga.

Este martes, al abrir el Festival de ideas VivAmérica, en medio del coloquio el cineasta salpicó, sin hacer alusión directa al asunto que causó polémica, que "como dijo Alex de la Iglesia en su Twitter, todos tenemos una mala tarde", o "como dice esa expresión tan española, un día es un día".

Luego, al hacer referencia al trabajo y vida conjunta que tiene con Paz Alicia Garciadiego, de quien destacó su escritura portentosa y su fuerza, bromeó diciendo "por eso me vuelvo loco a veces, todo es culpa de Paz, que es la mala, y digo las cosas que a veces digo".

Sobre su carácter, definido como serio y difícil, expresó que "yo soy majadero, porque quiero que me quieran" y apuntó que pese a las nuevas tecnologías, "no tengo Facebook ni Twitter, y no es que tenga yo razón, sino que así soy".

Sobre su labor cinematográfica, Ripstein habló del ritmo de sus películas, con planos-secuencia largos y afirmó que seguirá con ellos, porque aunque ahora la industria se centra mucho en la emoción, en la adrenalina, "se siente pero no se ve".

"Cuando empecé mi vocación de cineasta, lo que me gustaba era ver", anotó y agregó que aunque desde 2000 los tiempos de la vida han cambiado "y se ha perdido la paciencia, yo la tengo".