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¿Sabe cuánto cuesta realmente el agua?
Sólo en energía para el suministro se gastan $1,600 millones anuales.
Debido a los cortes de agua anunciados por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para el próximo 31 de octubre y hasta el 2 de noviembre y que abarcarán 13 de las 16 alcaldías, la reflexión sobre cuánto cuesta el agua ha saltado a la mesa de la discusión.
Ésta es una pregunta legítima que todos los ciudadanos deberían tener presente, además de las constantes quejas, por ello, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México analizaron este punto tan importante, pero poco entendido por la sociedad.
La Gaceta Oficial de la Ciudad de México, publicada el 31 de diciembre del 2017, contiene el costo de lo que se autoriza cobrar en esta entidad. La cuota fija bimestral expresada en pesos por estrato popular marca 102.71 pesos; para baja 163 pesos; media 412.37 pesos, y alta 705.79 pesos.
Hace tres años, traer agua a la ciudad costaba 2,400 millones de pesos al año y esa cifra es mucho mayor ahora, la población ha crecido y el desarrollo urbano está en auge; “sin embargo, la solución al problema del uso del agua no puede ser leída mediante los precios, éste es un problema más complejo que tiene que abordarse desde distintas ópticas”, explica la doctora Rosario Pérez Espejo, del Instituto de Investigaciones Económicas.
“No es fácil encontrar el costo del abastecimiento del agua en la Ciudad de México, ni siquiera revisando los datos del Sacmex se obtiene el costo total real”, expuso.
Explicó: “El sistema Cutzamala cubre aproximadamente 24% de la demanda de agua de la zona metropolitana de la Ciudad de México y Toluca, combinada con el agua de pozo y otras fuentes (parte del Lerma, acuíferos de la CDMX, Texcoco, Naucalpan, entre otros). Es uno de los sistemas de producción, captación, almacenamiento, potabilización y distribución de agua más importantes del mundo y es el más grande en América Latina”, muchos de estos aspectos no se toman en cuenta para el cobro ciudadano y 30% de nuestra tarifa está subsidiada.
“El líquido que se extrae de las subcuencas del Estado de México y Michoacán se bombea a 1,200 metros, con un gasto de energía enorme, para distribuirla por gravedad con pérdidas de más de 40%”, indicó.
El doctor Gerardo Ruiz Solorio de la Facultad de Ingeniería agregó que el costo del agua también depende del costo energético, por ejemplo, son 2,800 millones de kilowatts (kW) cada hora los que se gastan para que el agua llegue hasta nuestros hogares, el Sacmex ha declarado que tan sólo el gasto de energía para dar agua a la Ciudad de México es de 1,600 millones de pesos anuales, esto es equiparable a la energía que se utiliza para el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Se requiere energía porque, para que el agua llegue a la Ciudad de México, hay que subirla por bombeo aproximadamente 1,100 metros, para que después sea distribuida por gravedad; en el ínter se pierde más de 40 por ciento.
Sobre el subsidio, el especialista hizo un comparativo, “dependiendo la zona, pero el metro cúbico, si no se consume más de 30 metros al mes, está entre 8 y 10 pesos, si ese mismo m3 se compra en agua embotellada, serían aproximadamente 1,000 pesos. Esto habla de un fuerte subsidio”.
La doctora Pérez asegura que esto es una disyuntiva, pues por un lado existe el derecho al agua establecido en el Artículo 4° constitucional, por lo que no se puede quitar el subsidio totalmente, pero, por otro lado, las tarifas deben actualizarse. “Tenemos muchos estudios hechos en la UAM y en la UNAM que proponen una nueva tarifa del agua, en la que los estratos de mayores ingresos paguen una cuota mayor y sigan subsidiados ciertos estratos”.
Invitación a reflexionar
Los especialistas aseguran que la cultura del agua implica que siempre tendríamos que ahorrar el agua, no solamente en estas fechas de reparación. “Hoy el consumo varía mucho entre los estratos de la población, pueden ir desde los 20 litros hasta los 2,000 para casas con grandes jardines y el sistema de cobros es tan variado que no se presta al uso racional del agua”.
Para entender las implicaciones de tener agua, la doctora Pérez explica que el problema hidrológico del valle de México es interesante y complejo.
Por una parte, se gasta mucha energía para bombear el agua y subirla a 1,200 metros y se gasta mucho para extraer el agua de lluvia, porque el drenaje profundo, que data de los años 70, originalmente tenía una pendiente para sacar el agua de lluvia, pero con el hundimiento de la ciudad se eliminó. Aunado al fenómeno de cambio climático que provoca lluvias más extremas, el sistema no se da abasto para desalojar el agua pluvial.
Esa agua traída del Cutzamala es vital para la ciudad, pero también lo es para las subcuencas de donde se extrae: “lo que nos traemos se lo quitamos a alguien más”.
El funcionamiento de ese sistema tiene muchas aristas, dijo, por un lado es una obra ingenieril con grandes virtudes técnicas, pero, por otro lado, es una forma de allegarnos agua de una manera no sustentable que también da lugar a muchos conflictos sociales y presenta problemas de gestión.
“El sistema es muy costoso y los ciudadanos no solamente no pagamos el costo total de traerla, tampoco se paga el costo de oportunidad —lo que se deja de hacer en la zona por traerla a la ciudad”, refirió.
Concluyó que ya tendríamos que estar tomando medidas para poder aprovechar, por ejemplo, el agua de lluvia —que tendría que pasar por un proceso de limpieza. Existen algunos programas, pero aún son incipientes y aún no son más baratos que la extracción de agua.