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Arte e Ideas

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Ser mujer, esa quimera

Con sus esculturas, Alejandra Zermeño redescubre la menstruación y otros hitos femeninos a través de su exposición.

Cuatro mujeres forman un círculo. Es como una danza. Dan la espalda. Cada una está inmersa en lo suyo. La cuarta es diferente. La cubre una manta negra, con un tejido recamado. Negra, de luto. O misteriosa, reservada. Prohibida. Su entrepierna tiene una mancha roja.

El simbolismo es claro como la sangre. Las fases del ciclo femenino, con la última parte, la menstruación, como cierre. El textil tejido que cubre a la escultura es complejo, un trabajo de meses. Es uno de los trabajos más elaborados que la escultora y artista textil Alejandra Zermeño ha hecho en su carrera.

La exposición se llama Cherchez la femme, la más reciente en la carrera de Zermeño. Es obra nueva, nuevísima. Pasó los últimos tres meses trabajando a todo vapor para terminarla. Tan nueva que el día que esta reseñista la recorrió, el barniz seguía fresco en las esculturas.

Yo tenía muchas ganas de trabajar el tema de los hermanos , cuenta, pero en diciembre se cumplió un año de la muerte de mi madre y el tema de la feminidad me asaltó .

Como suele ser, el trabajo de Zermeño incluye historias. En su obra anterior era la historia de los seres humanos como animales. Tomaba prestadas de la biología definiciones para crear personajes fantásticos que eran parte ser humano, parte bestia. O, mejor dicho, eran la bestia interna del ser humano.

Las esculturas de Zermeño suelen llevar elementos textiles, pero esta vez limitó el uso de esos materiales tejidos y bordados. Lo que importa esta vez son las historias.

CUÉNTAME QUÉ ES SER MUJER

Cherchez la femme es la historia de varias mujeres. Pero sobre todo es su historia, la de Alejandra. Su vida como mujer, esa quimera. ¿Qué es ser mujer?

Yo crecí con esta idea ruda, violenta de la feminidad. La mujer se sacrifica, la mujer sufre. Mi madre trabajaba todo el día, vivía sacrificándose para sacarnos adelante como madre soltera. Yo sufría mucho con la menstruación... Siempre me pregunté por qué ser mujer era tan difícil. ¿Por qué tiene que serlo? .

Cherchez la femme es el modo en que Alejandra Zermeño quiere responderse a esa pregunta. Responderla para entregar una solución a los pies de las demás mujeres, como reinas. Como diosas.

Para ello pide prestada la frase de Alexandre Dumas. Cherchez la femme: busca a la dama. Es una afirmación misógina: si quieres saber quien inició el desastre, busca a la mujer que lo causó. Zermeño quiere redimir la cita: busquemos a la mujer, sí, encontremos a la verdadera mujer que somos todas nosotras y contemos nuestra leyenda.

Sí, hay una dimensión heroica en las obras que conforman Cherchez la femme. Son varias mujeres contando su aventura femenina. Son ocho mujeres, entre ellas su madre fallecida, y un autorretrato las que completan la exposición. Son esculturas de diversos formatos y también dibujos. Uno de esos dibujos es la madre de la artista en su lecho de muerte. Un momento doloroso pero también definitorio. Punto de partida de esta exposición.

Lo demás son muchas historias. Paulina es la caperucita roja que sobrevivió al zorro astuto. Natasha aprende a soportar su reflejo. Ayumi es la primera nieta de una familia de hombres, es una flor de cerezo, fuerte y frágil al mismo tiempo.

No les cuento las historia completas. En la exposición estarán todas esperando que las encuentren en cada pieza. Y luego está, claro, la pieza que da nombre a la exposición. Cherchez la femme, las cuatro mujeres que representan el ciclo femenino. Es Alejandra, cuatro veces. Es Alejandra reconciliándose con su vientre. Una revelación, ese manto negro que cubre a la mujer sangrante: hablemos de la menstruación, representémosla, que no sea suciedad sino enseñanza. El textil negro está hecho con polipropileno, el material con que se hacen las toallas sanitarias y los tampones, dice la escultora. Hay protesta en la pieza: ¿por qué cubrimos nuestros genitales con objetos cuyo origen no conocemos? ¿Nos infectan, nos causan enfermedades? Por eso el color negro, el luto: esas exigencias sobre nuestro cuerpo algo matan.

Pero hay más alegría que tristeza en Cherchez la femme. Es una búsqueda, ser mujer. Es una cruzada y también una aventura. Es un ciclo mitológico y también es vida cotidiana. Seamos protagonistas de nuestro propio cuento. Que así sea.

Cherchez la femme?

Museo de la Mujer.?

República de Bolivia 17, Colonia Centro.

Martes a domingo, de 10 am a 6 pm?

Entrada libre

concepcion.moreno@eleconomista.mx

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