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Capital Humano

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La Ley Silla y la ergonomía no hicieron equipo, ¿afectará el éxito de la reforma laboral?

La nueva regulación contempla el derecho a descansar en un asiento, el uso deberá regularse con los reglamentos de trabajo. Pero no existen características para las sillas, el aspecto ergonómico no se contempló. 

El campo y las actividades comerciales viven diferentes escenarios en la creación de trabajos.

La Ley Silla no contempla características para los asientos que deberán otorgarse a los trabajadores.Foto: Especial

En junio de este año, los empleadores tendrán que permitir que los trabajadores que realizan su trabajo predominantemente de pie, tengan una silla para tener un descanso, la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), denominada la “Ley Silla”, será exigible a partir de ese momento.

Con esta reforma a la Ley Federal del Trabajo se estableció el derecho al descanso de las personas trabajadoras durante la jornada laboral, esto para evitar riesgos asociados con laborar de pie por tiempos prolongados.

Ya que se ha comprobado que estar de pie por tiempo prolongado, como una jornada laboral, trae problemas circulatorios, que van desde las venas varicosas hasta dolor en las articulaciones de rodillas o cadera.

Y aunque los descansos son un primer paso y es positivo, los especialistas consideran que la "Ley Silla" dejó fuera aspectos ergonómicos, factores de riesgo que también están presentes.

Hosanna Rodríguez Morales, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Salud Ocupacional, explica que, aunque la “Ley Silla” no establece ningún requisito ergonómico, sería ideal que las empresas que están directamente relacionadas con los sectores donde deben cumplir busquen asesorarse con los especialistas en el tema.

“Se deberían asesoran con ergónomos, con higienistas, con seguristas, que les digan cuál es la pausa necesaria después de cierto tiempo de exposición, cuál es el tiempo recomendable de descanso, y temas más particulares”, refiere. 

Considera que, para solucionar el problema de fondo, se tiene que escuchar a los expertos en salud ocupacional, desde del interior de las empresas.

Explica que con la asesoría de los médicos ocupacionales se puede generar un programa integral que, ante los factores de riesgo como estar tantas horas de pie, pueda establecer estrategias que prevengan que el trabajador se lesione.

Agrega que en México existen muchas asociaciones de especialistas en medicina del trabajo que están dispuestos a asesorar a las empresas.

Considera que son un sector fundamental para resolver estos problemas, como en su momento lo hicieron en la pandemia de Covid-19. “Creo que el trabajo que los médicos laborales hacen es vital”.

Los detalles de la “Ley Silla”, el siguiente paso

Por su parte, Sergio Aguilar Orozco, especialista en medicina del trabajo y profesional ergonomista, opina que lo que hasta el momento la “Ley Silla” es un ordenamiento legal muy general, y tendrá que adaptarse según las necesidades de los sectores, pero también de cada empresa.

“No sólo es una silla y ya, sino son muchos factores los que se deberá tomar en cuenta para emitir los reglamentos internos. Por ejemplo, se debe ser específico en el tipo de trabajo, la frecuencia con la que la persona tiene que estar parado, tiene que ver también con las dimensiones del lugar donde se trabaja”, explica.

Tendrá que existir un periodo de adecuaciones muy puntuales, de acuerdo con las necesidades de cada negocio, dice. “Pero volvemos a lo mismo. Tal vez, en algún puesto de trabajo no es necesario tener una super silla, depende de muchos factores”.

En caso de que el lugar donde se trabaje no se pueda poner una silla, entonces aquí también esta regulación indica que se deben consultar las pausas o descansos periódicos.

“Se tiene que revisar casos específicos, por ejemplo, ¿qué tan periódico el descanso? Cada dos horas, eso es lo idóneo, y a veces no se puede cada dos horas, tendrá que ser cada tres. Bueno, se tiene que analizar mucho, por industria, sector o empresa”, advierte.

Considera que es un trabajo que deben empezar a hacer ya las empresas. En la implementación se encontrarán con situaciones para analizar, tomar su tiempo, tomar en cuenta la opinión de las personas, de los trabajadores, para llegar a un acuerdo.

Las pausas se traducen positivamente en mayor productividad, concentración, energía. Es una medida que los trabajadores pueden recibir con muy buen agrado y que maximizará su desempeño, afirma.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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