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México necesitará cada vez más el aporte del talento migrante: Banco Mundial
La población está envejeciendo rápidamente en el país y la tasa de reemplazo laboral se va acortando. Tal como Japón o Alemania lo han hecho, México tendrá que buscar vías para integrar a las personas migrantes a su fuerza de trabajo, destaca el organismo internacional.
México, Nigeria e Italia “ejemplifican las fuerzas demográficas divergentes” que impulsarán cada vez más la migración laboral, según el Informe sobre el desarrollo mundial 2023: Migrantes, refugiados y sociedades. A medida que sus poblaciones envejecen, tienen una menor reserva de trabajadores y trabajadoras calificadas.
Por ello, necesitarán de la fuerza laboral y aportes de migrantes, señala el reporte del Banco Mundial (BM). “Los cambios demográficos han provocado una competencia global cada vez más intensa por los trabajadores y el talento”, advierte.
En los próximos días, el gobierno de México anunciará un programa de visas temporales de trabajo para inmigrantes de Centroamérica, según adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado lunes en su conferencia matutina.
“Necesitamos fuerza de trabajo para las obras públicas y, más si se trata de mano de obra calificada. Nos hacen falta muchos fierreros, soldadores, ingenieros y profesionales (…) vamos a garantizarles un año”, puntualizó.
Desde hace tiempo, las tasas de envejecimiento en países de altos ingresos, como Estados Unidos o Alemania, van en aumento al tiempo que su tasa de natalidad disminuye. Pero eso también está ocurriendo en naciones de ingresos medios, como México o Italia. Todos estos son lugares de destino migratorio.
México, además, es país de origen y tránsito. “Los movimientos transfronterizos actuales se caracterizan por su diversidad: no existe un migrante típico, ni un país de origen o de destino típico”, explica el documento.
Según el BM, en todo el mundo hay alrededor de 184 millones de personas migrantes, lo que representa el 2.3 % de la población mundial. “Los migrantes se diferencian por sus motivos para trasladarse, sus habilidades y características demográficas, su estatus legal y sus circunstancias y perspectivas”.
Poner las barbas a remojar
En Estados Unidos, destino de millones de personas migrantes mexicanas, centroamericanas, sudamericanas —y prácticamente de todo el mundo—, los puestos de trabajo aumentarán “en 11.9 millones entre 2020 y 2030”. Pero la fuerza laboral “crecerá sólo en 8.9 millones durante el mismo período”.
Uno de los mejores ejemplos para darnos una idea de cómo el cambio demográfico afecta al mercado laboral y a la economía en general es el caso de Japón. Desde 1998, su población en edad laboral alcanzó su punto máximo y ha disminuido desde entonces.
Al ser un país con bajas tasas de inmigrantes, su fuerza laboral podría caer “37% adicional para 2050”, prevé el BM. La falta de personas para trabajar “ha aumentado los costos laborales hasta el punto de obligar a varias empresas japonesas a restringir sus actividades, algunas incluso declararse en quiebra”.
Ahora, el BM estudia el caso de tres países: Italia, México y Nigeria. El primero, con una población de 59 millones, tendrá 32 millones de personas en el año 2100 y los mayores de 65 años aumentarán del 24 al 38 por ciento, dice el informe.
En México, aunque la población “aún es relativamente joven, está envejeciendo rápidamente, a un ritmo mucho más rápido que Italia. Su pirámide demográfica ha comenzado a asumir una forma invertida y se prevé que se vuelva aún más desequilibrada para 2050”.
Nigeria es un país-destino, pero también de origen migratorio. “Se espera que amplíe su población de 213 millones a 791 millones, convirtiéndose en el segundo país más poblado del mundo, después de India, a finales de siglo”. Así que muchas personas tendrán la necesidad de migrar.
Integrar la migración para prosperar
Otorgar visas de trabajo temporal a inmigrantes de Centroamérica “no nos afecta, no nos compite. No les quita trabajo a los mexicanos porque, afortunadamente, hay empleo”, subrayó el presidente López Obrador.
“En los países de ingresos altos y medios, las necesidades de mano de obra son considerables”, dice el BM. Mientras que los países de bajos ingresos “tienen un gran número de jóvenes desempleados o subempleados, pero solo algunos tienen las habilidades que demanda el mercado laboral mundial”.
Si quieren seguir prosperando, los países de ingresos altos y medios tienen que invertir en el cambio tecnológico, en propiciar una mayor participación en la fuerza laboral, crear políticas natalistas y reformar sus sistemas pensionarios, recomienda el Banco Mundial. Esto puede ayudar a satisfacer sus necesidades laborales, aunque no son las medidas suficientes, aclara.
En países de altos ingresos “el aumento de la inmigración deberá ser parte de la respuesta a los cambios demográficos”. Y muchos lo han entendido: el gobierno alemán, por ejemplo, ha señalado “que la economía de su país necesita una infusión anual de 400,000 trabajadores extranjeros con diversas habilidades”.
También Japón comenzó a tomar medidas, como admitir hasta 345,000 trabajadores y trabajadoras extranjeras durante un período de cinco años a partir de mediados de 2019.
“Las necesidades también están aumentando en los países de ingresos medios. Muchos de estos países alguna vez fueron fuentes de migración, pero con tasas de fertilidad decrecientes y poblaciones que envejecen rápidamente, necesitarán mano de obra extranjera, y más aún si algunos de sus ciudadanos continúan emigrando a países de altos ingresos”.
Malasia, México y Turquía “se están convirtiendo en países de destino, generalmente para migrantes de países de bajos ingresos en la misma región. Las políticas tendrán que adaptarse a estas circunstancias cambiantes, lo que requerirá un cambio de perspectiva para los responsables políticos y la sociedad en general”.