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Necesidad de empleo en el país escala a su nivel más alto en 8 meses
La brecha laboral fue de 18.2% en mayo, lo que implica que 11.9 millones de personas tienen la necesidad de encontrar trabajo. El aumento mensual de este indicador se debe a un avance de la desocupación y la inactividad.
La brecha laboral, uno de los indicadores más amplios de la necesidad de empleo, se ubicó en mayo en 18.2% como proporción de la fuerza potencial de trabajo, la cifra más alta desde septiembre del año pasado, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
La brecha laboral abarca a las personas que están desocupadas, a las inactivas pero disponibles para trabajar y a las subocupadas. En mayo, los dos primeros renglones de esta medición tuvieron un repunte, lo que influyó en el crecimiento de este indicador. De esta manera, en la actualidad 11.9 millones de personas en el país necesitan empleo.
De forma desagregada, la tasa de desocupación tuvo un ligero crecimiento en el quinto mes del año, al pasar de 2.8 a 2.9%, mientras que en el renglón de “disponibles” de la PNEA (personas que no tienen trabajo, pero no lo buscan porque consideran que no encontrarán) se sumaron poco más de 200,000 personas.
Pese a estos resultados, la brecha laboral se encuentra todavía por debajo de lo reportado en el arranque del 2020, antes de las afectaciones por la emergencia sanitaria de Covid-19.
“A pesar de no ser el mejor mes, el estado del mercado laboral sigue siendo destacado. La mayoría de los indicadores se siguen encontrando cerca de sus mejores niveles en el registro histórico”, destacó Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex.
En febrero del 2020, antes del impacto de la pandemia en el mercado laboral, la necesidad de empleo abarcaba al 19.7% de la fuerza de trabajo potencial. En mayo de ese año, la brecha laboral llegó a un máximo histórico de 52.9% debido al impacto del cierre de actividades económicas no esenciales para frenar el avance de la Covid-19.
Al indicador le tomó 28 meses retornar a su nivel prepandemia. A decir de Gabriella Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, éste reflejaba con mayor amplitud a las personas “afectadas laboralmente” por la emergencia sanitaria.
En el primer trimestre del año, la brecha laboral logró reducirse de 17.8 a 16.6%, pero la reducción se interrumpió en el arranque del segundo semestre.
¿Qué le espera al mercado laboral?
En mayo, el mercado laboral tuvo un nuevo bache con la pérdida de poco más de 600,000 puestos de trabajo. Pese a ello, los analistas económicos perciben que la creación de empleo puede tener una mejor perspectiva en los próximos meses.
“Creemos que el contexto económico sigue siendo favorable, con sorpresas recientes en términos del ritmo de crecimiento y señales de que el dinamismo podría extenderse. Como tal, mantenemos nuestro optimismo de que los resultados son más consistentes con una pausa dentro de un periodo de fortaleza, necesitando más evidencia para comenzar a catalogarlo como un deterioro”, afirmó Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercado de Banorte.
Para Daniel Arias, aunque en los últimos dos meses el mercado laboral ha interrumpido su dinamismo, las fortalezas que ha mostrado previamente pueden ejercer presión sobre el consumo y el crecimiento.
“Conforme la economía se desacelera, creemos que la tasa de desempleo se estabilizará en un rango entre 3.0 y 3.5%, pero es posible que las disminuciones vuelvan a aparecer cuando se vayan materializando las nuevas inversiones y cambios asociados a las macrotendencias como el nearshoring. Dado que el espacio para que la tasa de desempleo disminuya es limitado, el gran reto será lograr una mayor participación y continuar con la mejora de la calidad en términos de ingresos y condiciones del empleo”, consideró el especialista.
En esto coincide Juan Carlos Alderete, quien considera que es probable que la tasa de desocupación tenga un ligero repunte en los próximos meses, con un impulso de la demanda interna en el sector de servicios compensando las pérdidas que puedan observarse en actividades económicas relacionadas con la demanda externa.