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Capital Humano

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Síndrome de la manzana podrida, lastre en la gestión del capital humano

Es importante que las empresas tengan herramientas preventivas para detectar a colaboradores tóxicos enfocadas en clima laboral, encuestas de satisfacción laboral y entrevistas de reacción uno a uno, entre otras.

Foto: Shutterstock

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Seguro sabes que contratar personal no adecuado es carísimo y contratar a una manzana podrida puedes ser crítico. Pero antes de entrar en detalle, vamos a definir qué significa esto. Una manzana podrida es sinónimo de un colaborador tóxico, se caracteriza por ser un detractor de la cultura laboral, un saboteador de proyectos y un generador de mal clima laboral.

Lo interesante es que los colaboradores no llegan siendo tóxicos. Si tú preguntas en las empresas, nadie se considera tóxico, entonces, qué es lo que hace que una persona termine siendo una manzana podrida. Generalmente es por no estar de acuerdo con algún cambio organizacional o personal.

Imagina a un colaborador totalmente comprometido que tiene muchos años en la empresa, que ha tenido varios cargos y que en determinado momento esta esperando el ascenso de su vida y que, por la razón que sea, no es promovido. Lo más probable es que sienta traición de parte de la empresa a la que ha dedicado su vida y, por supuesto, se volverá el principal detractor del que ocupara el cargo que deseaba, mostrará gran desencanto y probablemente empezará a generar desagrado en su vida laboral, bajar sus resultados, disminuir su productividad y sembrar en otros la negatividad.

¿Cómo podemos detectar a los colaboradores tóxicos? Es importante que las empresas tengan herramientas preventivas como clima laboral, encuestas de satisfacción laboral y entrevistas de reacción uno a uno, además de prestar atención a las necesidades y emociones de los colaboradores para tener un plan para enfrentar de la mejor forma estas situaciones.

Mantener un clima laboral sano no sólo depende de Recursos Humanos, es una tarea de toda la organización, desde los directores hasta los operarios, ya que más allá de un tema filantrópico, es una necesidad de negocio".

Las consecuencias de un ambiente tóxico serán la baja productividad organizacional, el incumplimiento de las normas establecidas, el sabotaje de proyectos y, en casos extremos, el incumplimiento de la misión del negocio. Éste es un gasto silencioso que difícilmente se calcula pero que sí tiene un costo monetario.

¿Como prevenir este síndrome? Es importante mantener una comunicación asertiva con cada colaborador, implementar un modelo de evaluación de desempeño, capacitación constante en liderazgo y trabajo en equipo, un sistema de retroalimentación eficiente periódico y personalizado,

Un ejemplo claro de este síndrome lo mencionó el legendario Steve Jobs en una de sus conferencias más famosas explicando lo ocurrido cuando reclutó al CEO de Apple, John Sculley: “Conforme Apple creció, contratamos a alguien pensando que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Durante el primer año todo fue bien, pero entonces nuestra visión del futuro empezó a divergir y finalmente tuvimos una discusión; la junta directiva se posicionó a su favor y yo salí de la empresa”. Este caso es uno de los más representativos del síndrome de la manzana podrida.

Muchas empresas se han enfrentado a casos similares en algún momento de su historia y ahora nos damos cuenta de la importancia de tener mucho cuidado con quién fichamos para formar parte de nuestros equipos o cómo tratamos a nuestros colaboradores para evitar que se enfermen de toxicidad.

Existen personas que al sentir injusticia pueden sacar a relucir personalidades muy conflictivas que terminan siendo nocivas para sus compañeros de área y, dependiendo del nivel jerárquico, para toda la organización.

¿Cómo podemos detectar este tipo de conductas tóxicas?

  • Cambian su conducta laboral de extremo a extremo. Por ejemplo, un colaborador que no llegaba tarde nunca, empieza a faltar o llegar tarde de manera constante y sin ninguna justificación aparente.
  • Su productividad pasa de ser buena o excelente a mala o deficiente en un periodo corto.
  • Se muestra hostil con todo y con todos.
  • Habla mal del jefe o compañeros de trabajo.
  • Genera chismes o radiopasillo sobre sus compañeros, su jefe o situaciones del trabajo.
  • Se queda hasta altas horas de la noche sin ninguna razón.
  • Es reportado constantemente por otros compañeros de trabajo.
  • No se integra o participa en eventos sociales de la compañía.
  • Daña el mobiliario, herramientas y recursos de la empresa.
  • Comete actos deshonestos.

La mejor forma de prevenir el síndrome de la manzana podrida es que haya una constante comunicación asertiva de parte de los lideres con sus colaboradores, que se ponga en marcha un modelo de desempeño con altos niveles de certidumbre y legitimidad entre la población de la empresa y un constante monitoreo del clima laboral.

*La autora es socia fundadora de EXPERTOS en Modelos de Competencias y Linkedin Top Voice.

Top Voice de LinkedIn. Consultora experta en transformación de competencias y conductas humanas, desarrollo organizacional y cambio de cultura laboral.

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