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Abraham Ancer: preparación atlética para un golf sólido

El golfista mexicano se presenta en el México Open en Vidanta, para lograr su sueño de ganar un PGA Tour en casa, respaldado de un trabajo equilibrado entre el deporte y los negocios.

Abraham Ancer reconoce que para tener la mejor ejecución de su estrategia en el field se requiere también de una condición atlética que favorezca sus cualidades de juego.

Dedica tiempo al gym y a su entrenamiento físico que es guiado por Christian Compeán. Esperó autorización médica para no saltarse el Masters de Augusta en abril por una torcedura en la espalda y dejó pasar casi dos semanas para sanar y jugar en el México Open en Vidanta 2022, donde confirma que se encuentra al “100 por ciento físicamente”.

Ancer muestra regularmente que el golf es también esfuerzo atlético. En el canal de Facebook del PGA Tour en un video del 2020 al que llamó “Quarantine like a pro” habló de la importancia de mantenerse en forma, se encontraba entrenando en el gimnasio del golfista mexicano Roberto ‘Bobby” Díaz. En artículos especializados en portales de golf, Ancer también describe las estrategias técnicas que sigue para mejorar el swing, el golpe y la postura.

“Me llama la atención (tener una formación atlética) y para eso Christian me ayuda a mantenerme sin lesiones, todos los días tengo algo planeado con él para trabajar más velocidad, fuerza o flexibilidad. Hay muchos aspectos en el golf como lo físico y le he puesto mucho énfasis. No tenemos tiempo libre, terminamos la temporada y a la siguiente semana empieza”, cuenta en entrevista con El Economista.

Ancer analiza cómo “hace unos 20 años o más, el físico de los golfistas era un poco diferente, ahora se ha hecho más explosivo, tiene más fuerza y velocidad en los swings. Hoy los golfistas en el PGA Tour se ven como atletas”.

Existió la época en la que los golfistas fumaban en el campo, no procuraban un cuerpo atlético y todo se enfocaba en golpear con precisión las bolas en el campo. El cambio se hace presente con historias como la del estadounidense Bryson DeChambeau, que subió de masa muscular gracias al entrenamiento con pesas, o la migración que hizo Brooks Koepka de todo su gimnasio de Florida a Hilton Head Island, Carolina del Sur. No son los únicos casos y Ancer tiene incluso el futbol como base de su vida deportiva. Jugó hasta los 14 años de edad en la posición de medio o delantero, sin ser profesional, pero sí lo practicaba “casi a diario” en la secundaria y preparatoria.

“Ya no juego futbol para evitar lesiones. Actualmente, quizá, no es que el golfista se enfoque en otros deportes, pero sí en ir al gimnasio, sacar el mayor provecho a tu cuerpo, a la fuerza que se tenga y maximizarla”.

Desde el 2013 que comenzó su etapa como profesional consulta sus estadísticas al final de la temporada para saber qué aspectos mejorar. No tiene planes de sumar más miembros a su equipo y se siente cómodo trabajando con el coach español Ramón Bescansa, el caddie Dale Vallely y el entrenador Christian Compeán. 

“Con Ramón trabajo el juego corto, es el coach de putt y llevo 3 años, es amigo mío. El entrenador físico Christian y mi caddie. De ahí en fuera no tengo psicólogo deportivo u otro entrenador. De las personas que tengo cerca, me fijo mucho en la vibra, que sean buenas personas, llevarme bien con ellas y que sean muy buenos en lo que hacen. No me puedo quejar, mi equipo aunque es pequeño, aporta mucho a mis resultados”.

En sí, al hablar de la historia de Ancer, la referencia de crecimiento es extraordinaria. Llegó al PGA Tour formando sus primeros conocimientos del golf en Reynosa Tamaulipas. Con la doble nacionalidad, a los 15 años migró a la Mission, Texas, donde tuvo que ganarse un lugar en el golf universitario, sin un equipo de entrenadores. Llegó a la División I y de ahí la historia sólo fue una continuación en ascenso. Hoy, a los 31 años de edad, tiene un título de PGA Tour (World Golf Championships-FedEx St. Jude Invitational 2020-21) y una escalada en el ranking mundial que inició en el 2015 en el lugar 1,548 hasta colocarse en el número 10 al final de la temporada PGA Tour 2021. El sueño de ganar un PGA Tour en México sigue vigente en sus objetivos.

—¿Cuál es la definición que haces actualmente de tu juego? 

“En los últimos dos años mi golf ha sido constante y sólido, Antes no lo era así, tenía destellos muy buenos pero no semana tras, semana. Ahora siento que mi golf es más sólido y consistente. Siempre que empieza la temporada mi objetivo es llegar al Tour Championship, lo he logrado los últimos años y cada año, trato de mejorar el número en el que quedé. También, ganar por lo menos un torneo y si hago ambas cosas, entonces es un año sólido”.

marisol.rojas@eleconomista.mx

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