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Celebración para unos cuantos

Fue una fiesta para el pueblo que, irónicamente, el pueblo no pudo ver. Porque para poder mirar algo del Festival Olímpico Bicentenario, se necesitaba medir más de 1.80 metros.

Fue una fiesta para el pueblo que, irónicamente, el pueblo no pudo ver. Porque para poder mirar algo del Festival Olímpico Bicentenario, se necesitaba medir más de 1.80 metros, estar en alguno de los enormes edificios aledaños a los monumentos históricos por los que se instalaron los stands de los deportes o tener una acreditación VIP.

No se ve nada , expresaban molestos los asistentes a Paseo de la Reforma, quienes desde poco antes de las 9 de la mañana de ayer se habían aglomerado en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, librando retenes y malos modos por parte del personal de seguridad del evento, y todo con la única intención de observar al nadador estadounidense Michael Phelps aunque fuera de lejos , expresó uno de los presentes.

Aunque, en realidad la principal atención de ayer se centró en la pista de atletismo justo al pie del Ángel de la Independencia, donde marchistas, fondistas, paralímpicos, velocistas tanto activos como retirados, corrieron junto a Ana Gabriela Guevara quien volvió a participar en un evento deportivo tras casi dos años de retiro.

Pero sólo algunos tuvieron el privilegio de ver a la exvelocista y subcampeona olímpica, pues lo más cerca que se podía estar, era a unos 20 metros del escenario que simulaba la pista de tartán. No obstante a la lejanía, la gente se le entregó tal y como en sus viejos tiempos.

Sin embargo, la sencillez de Guevara se impuso a los obstáculos que protección civil puso para salvaguardar la seguridad del evento, pues fue la única atleta que rebasó las vallas para saludar, tomarse fotos y firmar autógrafos a los emocionados fanáticos que aún la recuerdan por sus triunfos deportivos.

Mientras tanto, otras disciplinas no lograron atraer a la gente que, deslumbrada por la asistencia del Tiburón de Baltimore, prefería mantenerse cercano al área de la alberca y los clavados, para ver, si con suerte, podían ver aunque fuera el torso desnudo del tritón estadounidense.

Ni siquiera Jaime García, el pitcher de los Cardenales de San Luis quien es candidato a novato del año en la Liga Nacional de Beisbol de las Grandes Ligas, tuvo el impacto esperado por los organizadores, pues prácticamente ninguno de los asistentes logró reconocerlo es Valentino Lanus , decía insistentemente uno de los espectadores.

Así, los 40 millones de pesos que, según Bernardo de la Garza se invirtieron en el FOB, resultaron ser poco aprovechados, pues según datos de protección civil, del millón de personas que se esperaba asistieran al evento, apenas unas 50,000 personas en dos días miraron el espectáculo deportivo que celebró el Bicentenario de México, que tuvo a una estrella extranjera como la atracción principal.

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