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Certificación: ocho años y 50 millones de dólares
Desde el 2005 se buscó la licencia y más de un sexenio se invirtió para lograrlo; ya son 33 en todo el mundo.
La espera para certificar un laboratorio en México de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por su sigla en inglés) terminó y lo hizo después de 50 millones de dólares en ocho años de inversión. Apenas hace unos días, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) anunció que el proceso de certificación de su laboratorio antidopaje había sido concluido y que WADA había dado el visto bueno a ese proyecto que se había trabajado por años, pues el proceso de acreditación inició en el 2005.
Hoy, México ya tiene la capacidad de hacer sus propios exámenes antidopaje, luego de haber invertido poco más de 390 millones de pesos (30.1 millones de dólares) para certificar el laboratorio que es el número 33 del mundo, además de 20 millones de dólares en equipamiento, de acuerdo con estimaciones económicas dadas a conocer a El Economista por la Conade. Sin embargo, el trabajo seguirá siendo arduo, pues según los requerimientos de la WADA, el laboratorio deberá seguir ciertas reglas para mantener su certificación.
SIEMPRE EN COMUNICACIÓN ?CON LA WADA
De acuerdo con los reportes expedidos por la WADA en su sitio web, cada uno de los laboratorios que están certificados debe presentar un informe documentado de todos los resultados de los análisis. El laboratorio debe hacer, como mínimo, 1,500 muestras de control antidopaje para mantener su certificación, además de contar con personal capacitado para hacer las pruebas y analizarlas. En total, 24 personas trabajan en los laboratorios antidopaje.
Del mismo modo, los laboratorios deben estar en constante comunicación con la WADA, pues deben participar en pruebas de aptitud, comunicar los resultados que tengan en las pruebas antidopaje, además de tener constante intercambio de conocimientos y actualización de investigación y desarrollo de tres años en materia de control antidopaje.
Por otra parte, la WADA exige a cada uno de sus laboratorios certificados cumplir con los procesos de gestión de calidad, así como participar en las auditorías periódicas WADA/ISO y en la auditoría de reacreditación, las cuales podrían ser en cualquier momento que la WADA lo decida.
Asimismo, la WADA exige a sus laboratorios certificados comprar sus servicios y suministros, así como prestar servicio al cliente, tener un control ambiental y hacerse cargo del mantenimiento y calibración del equipo.
Siendo también una parte fundamental la reacreditación, año con año, el laboratorio de la WADA tiene que pasar por este proceso que tiene un costo de aproximadamente 330,000 dólares, los cuales correrán a cargo del laboratorio, en este caso, de la Conade.
Otro de los temas a los que se ven obligados los laboratorios certificados es la confidencialidad, pues la WADA pide que los resultados obtenidos no se debatan ni comenten en los medios de comunicación sin el consentimiento de la organización que envía la muestra.
La Conade tiene el reto de cumplir con las normas de la WADA y también de intensificar la lucha contra el dopaje, sin que ello signifique un costo extra.
cristina.sanchez@eleconomista.mx
rgs