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Corinthians jugará a puerta cerrada por muerte de hincha

La Conmebol sentenció al club brasileño, actual campeón de la Copa Libertadores, a jugar todos sus partidos como local a puertas cerradas. Se trata de un duro golpe para sus finanzas, toda vez que ya había venido más de 80,000 entradas para futuros partidos.

Asunción.- El campeón vigente de la Copa Libertadores de fútbol, el Corinthians de Brasil, deberá jugar sus próximos partidos de local en el torneo a puertas cerradas, después de que sus seguidores fueran acusados de causar la muerte de un hincha boliviano con una bengala, confirmó el viernes la Conmebol.

Un fiscal boliviano imputó a dos hinchas del Corinthians por homicidio y a otros 10 por encubrimiento tras la muerte del joven de 14 años durante el partido que enfrentó al club brasileño con el boliviano San José en Oruro el miércoles.

"Se sancionó al Corinthians para que todos sus partidos jugando de local sean a puertas cerradas en el marco de la Libertadores", dijo a Reuters el portavoz de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Néstor Benítez.

"Además se ha inhabilitado a los clubes que oficien de local jugando con Corinthians a que vendan entradas para la hinchada de Corinthians. Es decir que sus hinchas no van a poder ver los partidos bajo ningún concepto", agregó.

La medida se extiende a todo el torneo que termina en julio, en tanto la unidad disciplinaria del organismo se expide sobre una sanción definitiva en el caso, explicó el portavoz. El club tiene un tiempo de tres días para presentar su defensa ante la Conmebol.

El fiscal de Oruro Abigail Saba dijo a periodistas que formuló las acusaciones luego de interrogar a los 12 hinchas del Corinthians detenidos por el lanzamiento de la bengala que mató al joven, con la que celebraban el tempranero gol de su equipo.

La decisión de la Conmebol representa un duro golpe para Corinthians, que ganó la Copa Libertadores por primera vez en julio pasado antes de vencer al Chelsea en diciembre para conquistar el Mundial de Clubes.

Sus hinchas no podrán asistir a su duelo de local del miércoles contra Millonarios de Colombia y a los partidos posteriores en casa ante San José de Bolivia y Tijuana de México. Corinthians se había jactado de haber vendido 83,500 entradas para los tres partidos.

El conjunto brasileño estaba jugando su primer partido en el torneo y el incidente ocurrió en el inicio, cuando el delantero peruano Paolo Guerrero puso en ventaja al equipo los cinco minutos.

El juego, disputado en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro, una ciudad minera a 3,700 metros sobre el nivel del mar, continuó y culminó con un empate 1-1, luego de que Carlos Saucedo anotara para San José.

El joven fallecido fue identificado como Kevin Beltrán, simpatizante del San José. Una multitud de bolivianos gritó "asesinos" a los hinchas de Corinthians, en tanto del entrenador del equipo brasileño declaró: "Cambiaría mi título mundial por la vida del muchacho".

BENGALAS ASESINAS

El club declaró una semana de duelo y dijo que los jugadores llevarán brazaletes negros en sus próximos dos partidos.

En un partido de la liga de Bolivia en La Paz la noche del jueves entre The Strongest y Petrolero, se observó un minuto de silencio antes del pitazo inicial.

Medios locales dijeron que los restos de la bengala no coincidían con las que se utilizan en Bolivia, donde los hinchas lanzan fuegos artificiales de cartón, sin piezas de plástico, lo que sugiere que pudo haber sido traída desde fuera del país.

No es la primera muerte ocasionada por una bengala en un partido de fútbol.

Durante una eliminatoria para la Copa Mundial en 1993 entre Gales y Rumania en Cardiff, un hombre mayor murió cuando una bengala que atravesó el terreno de juego impactó en su cuello.

Guillem Lázaro, un joven español de 13 años, falleció en marzo de 1992 por una bengala que le golpeó el pecho en el antiguo estadio del Espanyol, Sarria, en Barcelona. Era la primera vez que asistía a un partido.

En agosto de 1983, el simpatizante del Racing Club argentino Roberto Basile, de 26 años, murió por una herida en la garganta ocasionada por una bengala disparada en forma horizontal al terreno en el estadio de Boca Juniors, La Bombonera.

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